“Durante el año 2021 la demanda petrolera retomó una senda sostenida de crecimiento aunque tuvo que adaptarse a los embates de la pandemia y su efecto adverso sobre la normalización del transporte aéreo en particular”.
La afirmación corresponde al economista petrolero Rafael Quiroz Serrano, quien hizo un balance sobre la actividad petrolera mundial durante el año que está por concluir.
De acuerdo a los reportes más recientes de los organismos especializados del mercado petrolero, como son la AIE, la Administración de Información de Energía del Departamento de Energía de Estados Unidos (EIA) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el crecimiento de la demanda petrolera en el año en curso estaría entre 5.1 MMB/D y 5.7 MMB/D, y para 2022 el agregado estaría entre 3.5 MMB/D y 4.22 MMB/D.
Quiroz señala que esta divergencia se basa en la incertidumbre del impacto sobre la variante Ómicron del Coronavirus, ya que los primeros estudios revelan un mayor grado de contagio aunque con efectos menos severos.
Esta recuperación de la demanda en 2021, según cifras de la OPEP, equivalente a un promedio anual de 96.44 MMB/D y un valor de 99.49 MMB/D en el cuarto trimestre. Ello estaría aún por debajo del promedio observado en 2019 cuando se ubicó en 99.97 MMB/D, en tiempos previos a la pandemia. Sin embargo, la continuación de la fase expansiva mundial permitiría superar estos valores de 2019 en 2022, esperándose, para entonces, un promedio de 100.79 MMB/D, y valores de 101.53 MMB/D y 102.63 MMB/D en los trimestres tercero y cuarto, respectivamente.
Precios y recortes
Quiroz recuerda que los precios del petróleo, siempre vulnerables y volátiles a cualquier señal que se envíe al mercado, tocaron su menor nivel en abril de 2020 (-47 U$B) en medio del colapso del consumo mundial y una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
“Sin embargo, a partir de allí hubo una recuperación sostenida hasta octubre de 2021. A finales de 2020 ya los precios estaban en valores de 47.02 U$B y 49.99 U$B, y escalaron hasta 81.48 U$B y 83.54 U$B en octubre 2021, los mayores del año en curso, para luego ajustarse hasta 70 U$B y 73.38 U$B en lo que va de diciembre, y así cerrará el año”, precisa el economista.
“Debemos de afirmar, que detrás de esta mejoría sostenida de los precios del petróleo está, sin duda, la dinámica de una demanda que, de estar postrada por los embates de la pandemia, levantó vuelo gracias a extraordinarios estímulos económicos, dispensados por los gobiernos y un manejo muy bien llevado de las necesidades de oferta del mercado por parte de la OPEP PLUS”, dice Quiroz.
OPEP en 2021
Quiroz destaca el papel estabilizador del mercado que había cumplido la OPEP durante la crisis de 2020. Medidas previsivas tomadas ese año mantuvieron su influencia estabilizadora este 2021.
“Interesa destacar que esta administración de los niveles de oferta por parte de la OPEP PLUS, no ha puesto en riesgo el crecimiento del PIB global, y es a partir de noviembre 2021 cuando la combinación de presiones inflacionarias y los efectos en los precios generales de la escasez global de suministros de materias primas y componentes, frente a la fuerte recuperación del consumo, han generado tensiones en los principales países demandantes de petróleo. Esto planteó respuestas dentro del mercado petrolero a fin de morigerar los precios del crudo y detener expectativas de precio por encima de 100 U$B en 2022, que podrían descarrilar la economía mundial”, explica Quiroz.
Hecho inédito en 2021
Se reporta un evento inédito de este año 2021: la reacción de los consumidores Estados Unidos (EE.UU.), China, Japón, Corea del Sur y Reino Unido para liberar concertadamente reservas estratégicas de crudo por el orden de 80 millones de barriles (MMB). Esto fue para incidir en la oferta y los niveles de precio, en virtud de que la OPEP no se hizo eco de la petición estadounidense de que la OPEP PLUS aumentara, en su reunión del 02 de diciembre, su nivel de reposición mensual de barriles por encima del acuerdo de 400.000 B/D pautado en julio 2021.
“Detrás de esto está la necesidad de Joe Biden de mantener su popularidad, de cara a las elecciones parlamentarias de mitad de período, que pone en riesgo su escuálida mayoría en las cámaras. Esto nos ratifica, una vez más, que el petróleo camina de la mano con la política y a la inversa”, reflexiona.
Pandemia y lutitas
En septiembre de 2021, no obstante la recuperación parcial del mercado petrolero, la producción petrolera de EE.UU no pudo llegar aun a 11 MMB/D. De las cuencas de lutitas, la Pérmica, es la única que ha logrado escalar y recuperar sus niveles pre pandemia y podría estar marcando un registro récord para diciembre de 2021, según la EIA.
La razón que más ha primado en este retroceso de la producción estadounidense en 2021, cuya dinámica de avance dependía fundamentalmente del febril ritmo de actividad en las cuencas de lutitas, es el giro de 180º que dieron las empresas en su estrategia de crecimiento luego del colapso experimentado en 2020.
Según Quiroz, al no estar presente este factor en 2021, a la OPEP PLUS le resultó más fácil controlar los niveles de oferta e ir per colando su suministro de forma moderada, hasta restablecer en un plazo de dos años y medio la oferta retirada a partir de mayo 2020.
Pero advierte que quizás a partir de 2022 no le sea tan fácil a la OPEP PLUS garantizar un control del mercado como el que hasta ahora ha tenido, y lo que ha significado eso en materia de precios para evitar una escalada de estos hasta niveles de tres dígitos.
“Esta reducción de la capacidad ociosa, alienta una mayor volatilidad en el precio ante una respuesta insuficiente de la OPEP PLUS frente a un inesperado giro favorable de la demanda, producto, por ejemplo, de una disipación del efecto negativo sobre el consumo del brote de coronavirus”, señala Quiroz.
Oferta y demanda
Las expectativas de mayores precios del petróleo en 2022 a niveles por encima de 100 U$B han sido orquestadas por la banca de inversión, y no han sido secundadas por la OPEP, la EIA o la AIE. Más bien estas instituciones se han mostrado cautas, al abrigar dudas sobre los efectos en la demanda de la nueva cepa del coronavirus.
Para la AIE, incluso, ya habría una sobreoferta en diciembre de 2021 y ello ha venido alentando un cambio en el sector más corto de la curva de contratos futuros de “backwardation” a contango, reflejando este giro un mercado restringido. No se descarta por ello, que la OPEP PLUS pause el ritmo de reposición mensual de la oferta que aprobó en julio 2021, más aun cuando descuenta un debilitamiento de la demanda en el primer trimestre por factores estacionales.
¿Cómo se comportó el petróleo en Venezuela?
Quiroz señala que en noviembre 2021 la producción petrolera venezolana, de acuerdo a fuentes secundarias de la OPEP, alcanzó un nivel de 725.000 B/D, con lo cual mostró una recuperación igual a 125.000 B/D con respecto al promedio de 2020. Pero, se mantiene aún por encima del promedio de 2019 cuando registró valores de 596.000 B/D.
“Si vemos estos niveles, según las fuentes directas también reseñadas en el reporte mensual de la OPEP, la producción de noviembre y diciembre de este 2021 se ubicó en 824.000 B/D, lo que significó un crecimiento de 255.000 B/D con respecto al nivel promedio anual en 2020, y por encima del valor de 2019 cuando se situó en 513.000 B/D”, dice.
De acuerdo a información preliminar recogida por la agencia Reuters, las cifras de producción de PDVSA volverían a subir en diciembre y “se podrían ubicar cercanas a 900.000 B/D, como producción promedio mensual, mas no anual”, advierte.
Detrás de este crecimiento están los cargamentos iraníes de nafta, cuyo intercambio ha permitido subir la producción de la Faja de crudo extrapesado.
Quiroz calcula que esto ofrece “alivio temporal” pero “no constituye una verdadera solución al daño estructural, que muestra la industria petrolera venezolana producto del abandono de la inversión, la incompetencia, la incapacidad y la falta de una gerencia casi totalmente ignara al tema petrolero”.
Lo que dejo evidencia este 2021 en Venezuela fue el recálculo de las metas de producción planteadas inicialmente. Fue de 2 millones de B7D en 2020. Y luego bajó desde un millón 500 mil B/D a solo 1 millón.
“Las criticas condiciones actuales de la industria petrolera venezolana impidieron cumplir las metas y solo fueron sueños de un ministro criminólogo convertido, de la noche a la mañana, en petrolero…” sentencia Quiroz, para quien la improvisación, la audacia y la incompetencia han sido las características principales, en los últimos 22 años, que más destacan en nuestra industria petrolera”.
“El ministro Tareck El Aissami miente descaradamente, cuando afirma que la producción petrolera venezolana cierra este año 2021 en 1 MMB/D, cuando lo cierto es que la misma se ubicó en 835 MB/D”, expresa.
Como conclusión general del año, Quiroz afirma que el petróleo seguirá jugando un papel destacable y de primer orden, en la economía y desarrollo mundiales. La transición energética viene lenta, y será de una larga, pero larga, espera. La era del petróleo no se entregará tan fácil, y se negará a morir.
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