Pekín, 25 may (EFE).- El Ejército chino anunció hoy que ha realizado maniobras cerca de Taiwán como «advertencia contra el complot entre las fuerzas separatistas y Estados Unidos» después de que el presidente de ese país, Joe Biden, dijera que intervendría militarmente si Pekín intenta tomar la isla por la fuerza.
«Se trata de una patrulla del Ejército Popular de Liberación (EPL) alrededor de Taiwán con el objetivo de estar preparados para el combate y realizar ejercicios de entrenamiento tanto marítimos como aéreos», afirmó hoy el coronel Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental del EPL, en un comunicado.
Shi señaló que los ejercicios son «una advertencia solemne contra la reciente connivencia entre Estados Unidos y las ‘fuerzas separatistas taiwanesas'».
«Es hipócrita e inútil que Estados Unidos tome medidas completamente opuestas a sus palabras y que frecuentemente envalentone a las ‘fuerzas independentistas taiwanesas’. Todos estos actos de los EE.UU. solo conducirán a una situación peligrosa y tendrán graves consecuencias para ellos mismos», subrayó.
«Taiwán es parte de China. Las tropas del EPL tienen la determinación y la capacidad necesarias para frustrar interferencias de cualquier fuerza externa o intentos secesionistas. Salvaguardaremos firmemente la soberanía y la seguridad nacionales, así como la paz y la estabilidad de la región», enfatizó el portavoz.
El lunes, China reaccionó con dureza a las declaraciones de Biden, quien afirmó desde Japón que su país mantiene su compromiso de defender Taiwán, dando a entender que intervendría militarmente ante una potencial invasión china de la isla, que Pekín considera como una parte «inalienable» de su territorio.
El pasado octubre, China y Estados Unidos mantuvieron un rifirrafe similar a cuenta de Taiwan después de que Biden anunciara un «compromiso» explícito para defender la isla en caso de una invasión china, ante lo cual Pekín exigió que deje de enviar «señales equivocadas».
China insiste en «reunificar» la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.
Pero desde entonces han tomado fuerza las voces que reclaman declarar la independencia de Taiwán como Estado soberano.
Esto irrita en Pekín, cuya retórica no ha dejado de inflamarse desde el acceso al poder de la actual presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, en 2016, e insiste en que «la reunificación se conseguirá».
La isla es además uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.
Ambos países parecen estar llevando al límite el ‘statu quo’ creado en 1979, cuando Washington reconoció a Pekín como el único Gobierno chino con el entendimiento de que Taiwán tendría un futuro en paz.
El Acta de Relaciones de Taiwán de ese año no garantiza que Estados Unidos vaya a intervenir militarmente si la República Popular China ataca a la isla, pero tampoco lo descarta.