Desde supermercados de Caracas hasta comercios electrónicos en la ciudad central de Maracay, los venezolanos están comenzando a aceptar el pago con euros en efectivo, en medio de una profunda crisis que acentúa la hiperinflación del país.
Las crecientes sanciones de Estados Unidos y el mayor escrutinio de los bancos mundiales han llevado al gobierno en disputa de Venezuela, -que representa Nicolás Maduro-, y a la estatal petrolera PDVSA a empezar a pagar a algunos proveedores y contratistas con euros en efectivo, lo que multiplicó los billetes europeos que circulan en las calles.
Nueve fuentes con conocimiento de las transacciones dijeron que los pagos con euros en efectivo empezaron hace cuatro meses, reemplazando los que solían hacerse vía transferencias bancarias electrónicas en bolívares o en divisas.
Antes de la llegada de los euros, la inflación descontrolada llevó al gobierno en disputa a relajar las restricciones para el uso de moneda extranjera y desde el año pasado fluyen los dólares en efectivo en tiendas de alimentos o restaurantes.
Los dólares aún son más comunes en las calles que los euros, pero los comerciantes ahora están dispuestos a recibir cualquiera de las dos monedas en efectivo por los productos que ofrecen. En cualquiera de los casos, el precio es el mismo ignorando el mayor valor del euro en mercados internacionales.
«Así es como funciona aquí», dijo Oscar Ramírez, un comerciante de teléfonos móviles en el centro comercial City Market al este de Caracas, cuando repitió que mantenía el mismo precio en ambas monedas.
Quienes reciben los euros en efectivo pagan a otros y así permean los billetes en la economía. Las fuentes que confirmaron el pago en efectivo con euros incluyen a tres personas del sector petrolero, dos legisladores, dos del sector financiero, una del sector de la construcción y un consultor.
Ni el Ministerio de Información del gobierno en disputa de Venezuela ni PDVSA respondieron a las solicitudes de comentarios sobre el uso de euros.
Las sanciones de EE.UU.
Washington impuso en 2017 un conjunto de sanciones, que impide a entidades del gobierno de Maduro utilizar el sistema financiero estadounidense para elevar su endeudamiento.
En enero de este año, el gobierno del presidente Donald Trump impuso más medidas a la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA) que restringieron las compras de petróleo venezolano. En abril entró en vigencia una provisión que impide a bancos norteamericanos hacer transacciones con la petrolera.
Operando bajo las sanciones
El uso de euros en efectivo no es ilegal en Venezuela, pero según Chaim Bucaran, parlamentario de la oposición en el país, los legisladores están preocupados porque el efectivo se usa, a menudo, para ocultar flujos de dinero ilícito que sería fácilmente rastreable si los pagos se realizarán vía electrónica.
Carlos Paparoni, otro legislador opositor, dijo vía telefónica a Reuters que la Comisión de Finanzas del Congreso había comenzado una investigación sobre los orígenes y el uso de euros en efectivo dentro de Venezuela.
En sus palabras: «Los organismos han pagado las importaciones, medicinas y alimentos en euros». Comentó además, que la Comisión había detectado en algunos aviones privados registros de que allí venían los billetes.
De acuerdo con fuentes bancarias en enero, el Banco Central de Venezuela flexibizó el control de cambio, y le indicó a los bancos que vendieran billetes de euros a empresas en «sectores estratégicos» cada semana, un mecanismo que sigue operando.
«Parece que tienen un flujo importante de euros en efectivo a movilizar», dijo bajo anonimato un banquero que recibe remesas del Banco Central semanalmente para venderlas a clientes.
Una de las fuentes del sector petrolero dijo que varias de las firmas que aceptaron euros en efectivo, habían prestado servicios a PDVSA por menos de un año, y algunas de ellas habían subcontratado servicios de otras con más experiencia.
Agregó que la práctica se limitaba a campos que PDVSA operaba sola, no a los que tiene en empresas conjuntas con firmas extranjeras como Chevron y CNPC. La compañía Chevron no quiso hacer comentarios y CNPC no respondió a una solicitud de información.
Las fuentes declinaron nombrar a las compañías que reciben el pago en euros, pero dijeron que la mayoría eran pequeñas.