Por Ramón Rivasáez
Este artista cuyo nombre verdadero era Víctor Manuel Sánchez Ogaz, nació el 16 de noviembre de 1924 en Santiago de Chile y falleció en Caracas el 15 de marzo de 1990, luego de cumplir una labor cultural que enalteció la democracia venezolana, por sus novedosas realizaciones en el área de la creación artística.
Sin ser venezolano representó a nuestro país en reconocidas publicaciones artísticas de Israel, Australia, Francia, USA, Alemania, Reino Unido, Italia, Suiza, Suecia, España y por supuesto en América Latina, donde sus poemas y otros hechos creativos eran destacados al lado de los de julio Cortázar, Octavio Paz, y otros artistas de ésta región del mundo.
Ogaz arribó a Venezuela a comienzos de la democracia por invitación del agregado cultural nuestro acreditado en Santiago de Chile que se interesó en su trabajo que efectuaba en la capital austral.
En Venezuela, Dámaso Ogaz fue enviado a la ciudad de Trujillo donde fundó el Museo de Arte Latinoamericano, único en su tipo en la región andina; para su arranque comenzó a seleccionar y recopilar obras y piezas de arte de diversos creadores americanos; el museo crecía y su fundador dispuesto a incrementar el patrimonio del naciente centro de arte
Al poco tiempo, Ogaz es premiado en un concurso internacional de dibujo convocado por el periódico japonés Yomiuri y, por tanto, debe acudir a recibir el reconocimiento; entonces viajó al exterior, pero se quedó cerca de dos años en Europa. A su retorno a Venezuela el Museo de Arte Latinoamericano de Trujillo había entrado en crisis, y las obras artísticas trasladadas en condición de custodia al Ateneo de Trujillo.
Dámaso Ogaz se estableció en Caracas, donde es contactado por los integrantes del grupo artístico Techo de la ballena, a través del argentino Juan Antonio Vasco, Carlos
Contramaestre, Efraín Hurtado, Juan Calzadilla, entre otros. Por algún tiempo acompañó a los balleneros, entonces conoció a Juan Liscano a través del poeta Rafael jose Muñoz y otros artistas; es enviado a Ciudad Bolívar donde abrió talleres de arte del Inciba; posteriormente va a la Universidad de Los Andes en Mérida donde trabajó en la Facultad de Arquitectura; dictó talleres de expresión gráfica en el Ateneo de Valera a inicios de la década de los setenta; luego en Caracas el poeta Juan Liscano lo incorporó a su revista Zona Franca; va a Valencia donde hizo teatro junto al director Miguel Torrence; nuevamente en Valera es encargado por el entonces gobernador José Jesús Muchacho Bertoni,a la creación de la Escuela Experimental de Diseño, cuyo objetivo principal era la formación de técnicos textiles para una venidera producción de algodón en la localidad de Agua Santa, donde se establecería un grupo de cultivadores provenientes de los llanos venezolanos.
La Escuela Experimental de Diseño de Valera, comenzó con buena matrícula de estudiantes y personal docente de la calidad del artista zuliano Diego Barboza, la poeta barquisimetana Blanca Varela, el chileno Marco Caamaño,entre otros; empero, las intrigas parroquiales e insidiosa actitudes adversas hicieron naufragar el novedoso proyecto que transformaría a Valera en un centro textil, referente del sector en América Latina.
Abrumado por las circunstancias Ogaz marchó a Caracas y es llamado por Juan Liscano a trabajar a su lado en la redacción de la ley de creación del Consejo Nacional de la cultura (CONAC); entonces, inició un periplo que le llevó a Barquisimeto donde escribió en El Larense, se fue a Coro, estado Falcón, allí laboró en el Instituto Tecnológico Alonso Gamero,hizo amistad con los poetas Rafael José Álvarez, Luis Alfonso Bueno,y el científico venezolano Ibrahim López Garcia, entre otros.
Es invitado a Guanare, donde hizo teatro, y finalmente en Barquisimeto es internado en un asilo, enfermo. agotado y decepcionado que sus proyectos e iniciativas culturales no hayan gozado del respaldo necesario y la comprensión del entorno, unas veces por la medianía que eran las señas de identidad de algunos funcionarios de la cultura.
El poeta Dámaso Ogaz es al final de sus días trasladado a Caracas donde muere, sin haber cumplido con sus sueños de contribuir eficazmente en consolidar un movimiento artístico a la par de las sociedades más avanzadas de la tierra, en lo que coincidía plenamente con el ex presidente Carlos Andrés Pérez, a quien admiraba fervientemente. A su modo, este artista fue un autentico demócrata que ofrendo su vida por la cultura de los pueblos.