Los mejores momentos que ha vivido la democracia venezolana, fueron cuando el pueblo por medio del voto emitía su opinión respeto del gobierno, y a su vez los gobernantes estaban obligados a rendir cuentas en los procesos electorales, en los cuales se garantizaba la voluntad popular.
Además de ser un nítido derecho constitucional y político, el voto constituía una herramienta o mecanismo para el pleno ejercicio de la soberanía popular, y frente a ese derecho tanto los partidos políticos como todo el conjunto de la sociedad construyeron un sistema eficiente para la efectiva participación ciudadana.
Actualmente el voto y en consecuencia el sistema de participación se encuentra desmantelado, además desvalorizado como mecanismo de cambio, y con esto la sociedad experimenta falsas expectativas de transformación de la crisis en alucinaciones de violencia, que la misma realidad ha desterrado.
Corresponde así a los integrantes, que aún se mantienen rectos dentro del sistema democrático, sobre el cual se edificó y funcionó un verdadero esquema de libertades y claras oportunidades, de progreso y estabilidad, que incluso llego a ser un verdadero referente internacional, reactivar el voto como instrumento de participación, de esperanza de armonía y de paz nacional.
Para ello es perentorio que los factores democráticos o de oposición, defiendan con fuerza y convicción, que unas elecciones primarias, permitirán agrupar la voluntad de cambio, por encima de las evidentes y legítimas diferencias entre ellos como partidos políticos, y conseguir la restitución del Estado de Derecho en nuestro país.
Para este propósito de rescatar tanto la vigencia como el poder del voto, es eminente adentrarnos en la esencia del pueblo e instaurar allí la esperanza contenida en ese derecho constitucional, del cual depende el futuro y la soberanía de nuestra República.
Tal como lo señala el comunicador social Jorge Euclides Ramírez, “es esencial articular desde las regiones y municipios de todo el país una gran estructura de respaldo al trabajo que toca realizar a la Comisión Nacional de Primarias y además, velar para que el Consejo Nacional Electoral no sea totalmente intervenido y puesto al servicio incondicional de la nomenclatura oficialista, porque si bien respecto a esa autoridad electoral existen dudas sobre su imparcialidad, no es menos cierto que para su designación hubo consultas previas que involucraron a grupos de respeto como gremios empresariales y organizaciones pertenecientes al Foro Cívico”.
Si bien es cierto que el proceso de elecciones primarias para escoger el candidato unitario de los factores democráticos de oposición, actualmente no se encuentra en la libreta o agenda de la sociedad en general, es necesario reconocer que la plataforma unitaria dió un gran e importante avance al ceder su manejo, organización y ejecución a lideres y dirigentes de la sociedad civil, a personas con clara proclividad al servicio público y sin ningún vínculo con partidos políticos.
Citando nuevamente a Ramírez, es preciso señalar que “muchos argumentan y atacan a las primarias por considerar que estas constituyen un evento meramente partidista y que por tanto son objeto del mismo rechazo que reflejan las encuestas sobre estas organizaciones, pero se equivocan de medio a medio, primero porque el pueblo venezolano no siente odio hacia los partidos políticos sino desilusión por sus intentos fallidos en lograr un cambio político, fracaso que sabiamente enfocan en la falta de unidad para enfrentar al régimen…Por supuesto toca demostrar que los partidos políticos que integran la plataforma unitaria que en verdad su decisión de dejar en manos de la sociedad civil el manejo y dirección de estas primarias es sincero y que no van a ejercer presiones para controlar este proceso desde mampuesto”.
En consecuencia, es necesario darle todo el apoyo ciudadano a este proceso de las primarias, para que el mismo se convierta en el depurativo de las confrontaciones existentes en la oposición. Y ello se lograría con una participación muy amplia y por demás plural, de toda aquella persona que tenga claro el objetivo de salir por la vía electoral del régimen, el cual ha llevado al país a la ruina y ha generado la migración de millones de venezolanos que han salido huyendo de esta pavorosa crisis que sufrimos.
Entonces si recuperamos la confianza en el voto, estamos reviviendo la esperanza de cambio y futuro para Venezuela.
José Francisco Conte C.
Abogado y Docente Universitario.
Vicepresidente Junta Regional de Primarias Trujillo