Fue hallado culpable por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de 10 de los 11 cargos en su contra, incluyendo genocidio y delitos contra la humanidad por la muerte de más de 8.000 hombres y niños.
Mladic, de 74 años, fue sentenciado a cadena perpetua y hallado culpable de genocidio, exterminio, asesinato y traslado forzado, entre otros delitos.
En el fallo, leído por el magistrado Alphons Orie, se anotó que: «Esta corte observó que las muertes de las que se responsabiliza al acusado fueron crímenes contra la humanidad y muchos de ellos se pueden calificar de brutales».
El tribunal concluyó que Mladic «compartía la intención» y «el objetivo criminal» de exterminar a los musulmanes de Bosnia y de llevar adelante la masacre de Srebrenica.
La lectura del fallo fue interrumpida durante unos 40 minutos debido a una «crisis de hipertensión» de Mladic, según médicos citados por su abogado defensor, quien pidió un aplazamiento de la audiencia.
Sin embargo, Orie decidió seguir adelante con el fallo, ante lo cual Mladic se paró e insultó a gritos a los jueces en serbio.
El magistrado ordenó al personal de seguridad que retirase al exgeneral de la sala y lo trasladara a otra para escuchar su sentencia.
Durante la lectura del fallo se hizo un recuento de los delitos cometidos por las fuerzas bosnias al mando de Mladic, en la que se describió su indolencia y violencia.
Y es que al «carnicero de Bosnia», como también se le conoce, muchos lo consideran uno de los generales más despiadados de la guerra de Bosnia. Fue comandante de las fuerzas serbobosnias durante el conflicto que desangró los Balcanes entre 1992 y 1995.
Mladic fue uno de los principales responsables del sitio de 44 meses a la ciudad de Sarajevo, y es recordado ante todo por la masacre de Srebrenica, la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Cerca de 8.000 hombres y niños de la localidad musulmana de Srebrenica fueron separados de sus esposas, hermanas y madres y asesinados a tiros en 1995 por las fuerzas de Mladic.
A pesar de ello el excomandante es visto aún por muchos serbobosnios como un patriota y un héroe. Más de 20 años después de la guerra de Bosnia, todavía divide a los grupos étnicos traumatizados por el conflicto.
¡Quemen sus cerebros!
Junto al ya convicto Radovan Karadzic, exlíder político de los serbobosnios, Mladic simboliza la campaña de limpieza étnica conducida en forma implacable contra croatas y bosnios musulmanes.
«Cientos de miles de ciudadanos no serbios fueron expulsados de sus hogares en una campaña brutal que buscaba crear un Estado serbio puro en Bosnia y Croacia», señaló el periodista de la BBC Alan Little, que cubrió el conflicto.
Se estima que cerca de 100.000 personas murieron y más de 2,2 millones fueron desplazadas durante la guerra de Bosnia.
El desprecio de Mladic por las víctimas civiles de la guerra es evidente en algunas de las ordenes que se le atribuyeron durante el asedio a Sarajevo: «¡Quemen sus cerebros!», «¡Que sean bombardeados hasta que enloquezcan!», son algunas de las instrucciones que habría dado a sus soldados.
Tragedia personal
La motivación aparente de Mladic durante la guerra fue principalmente el nacionalismo serbio, según Little.
«Vio el conflicto como una oportunidad para vengar cinco siglos de ocupación por parte de musulmanes de origen turco», señaló el periodista de la BBC.
«Y por eso se refería a los bosnios musulmanes en forma despectiva como turcos».
Pero la severidad de Mladic también obedeció en parte a motivos personales. Un año antes de la masacre de Srebrenica en 1995, su hija Ana, estudiante de medicina de 23 años, se mató de un disparo con un arma de Mladic en Belgrado.
Algunas versiones de la época afirmaron que no fue un accidente, y que Ana se suicidó al saber de las atrocidades cometidas por las fuerzas comandadas por su padre.
Cualquiera sea la verdad, la muerte de Ana endureció aún más el carácter de Mladic, según relatos de personas cercanas.
Algunas versiones afirman que fue después de la muerte de Ana que el militar se volvió más violento. Mladic nunca aceptó el supuesto suicidio de su hija y siempre afirmó que había sido asesinada por sus enemigos.
Carrera militar
Y otro evento sangriento habría marcado tempranamente al excomandante durante su niñez.
Mladic nació en el poblado de Kalinovic en Bosnia.
En 1945, cuando tenía 2 años, su padre murió combatiendo tropas croatas pronazi.
El joven Mladic eligió la vida castrense y se convirtió en militar de carrera en el ejército de la antigua Yugoslavia.
Testigos de la época señalan que inspiraba una profunda devoción en las tropas a su mando.
Cuando Yugoslavia comenzó a desintegrarse en 1991, Mladic combatió a las fuerzas croatas en la localidad de Knin y fue ascendido ese mismo año al rango de general.
En 1992, pasó a comandar en Bosnia al recién creado ejército serbobosnio, responsable del sitio de Sarajevo y de la masacre de Srebrenica.
Víctimas de entre 12 y 77 años…
La localidad de Srebrenica había sido declarada un «enclave seguro» por Naciones Unidas en 1993.
La ciudad, mayoritariamente musulmana, fue rodeada ese año por tropas serbobosnias que la sometieron a un asedio continuo durante dos años.
Finalmente, en la mañana del 11 de julio de 1995, las fuerzas serbobosnias invadieron Srebrenica. Decenas de miles de refugiados huyeron desesperados al campamento de las fuerzas de paz de Naciones Unidas en Potocari, en el norte de la ciudad, a cargo de soldados holandeses.
Los cascos azules holandeses y unos 5.000 refugiados, en su mayoría mujeres y niños, se refugiaron en la base de Naciones Unidas, mientras otros miles se juntaron en el exterior.
A pesar del riesgo evidente, los soldados holandeses entregaron a los musulmanes a las tropas serbobosnias, que separaron a las mujeres de los hombres y niños.
En los días siguientes, casi 8.000 hombres y niños musulmanes de entre 12 y 77 años de edad fueron asesinados por las fuerzas bajo el mando de Mladic y sus cadáveres lanzados a fosas comunes.
«Nos llevaron en camiones de noche a un campo abierto y nos ordenaron tirarnos al suelo. Luego comenzaron a disparar a mansalva», relató a la BBC Nedzad Avdic, uno de los pocos sobrevivientes de la masacre.
«Pensé que mi madre jamás iba a saber que pasó conmigo. Estaba herido y con un dolor terrible cuando vi a alguien con vida y logramos huir hacia un bosque».
«Fue un gran patriota»
El año pasado Radovan Karadzic fue hallado culpable de genocidio por la masacre de Srebrenica y sentenciado por el TPIY a 40 años de prisión.
Por su parte, Mladic logró evadir la captura hasta 2011, cuando fue arrestado en Serbia. ¿Cómo pudo permanecer prófugo durante más de una década?
Algunos informes señalan que el exgeneral se ocultó en diferentes casas particulares y hasta en una instalación militar en Belgrado.
Y es que para muchos serbobosnios, Mladic jamás fue un criminal.
«Fue un gran patriota», le dijo a la agencia AFP la enfermera Jelena Sekara, residente de la localidad serbobosnia de Pale. El propio alcalde serbobosnio de Srebrenica, Mladen Grujicic, asegura que Mladic no cometió ningún crimen.
Algunos serbobosnias denunciaron a su vez que a diferencia de Mladic, el comandante bosnio musulmán Naser Oric fue declarado inocente por una tribunal de Sarajevo del asesinato de tres guardias serbiobosnios en Srebrenica en 1992.
Divisiones
Luego de la guerra, Bosnia fue dividida en dos entidades étnicamente diferentes, la llamada República Srpska, liderada por serbobosnios, y la Federación de Bosnia y Herzegovina, dominada por bosnios musulmanes.
El presidente de la República Srpska, Milorad Dodic, afirmó que los cargos en contra de Mladic son fruto de «especulaciones y una campaña orquestada».
Muy diferente es el sentir de las familias de las victimas de Mladic, que han venido esperando años por su condena.
Pero el fallo del tribunal de La Haya no apacigua el dolor.
Hatidza Mehmedovic perdió a su esposo y a sus hijos en Srebrenica. Hoy en día vive en esa misma localidad.
Y más allá del destino de Mladic, asegura que su vida después de la masacre «no es más que un castigo y un infierno».