La situación nacional sigue siendo compleja y espinosa. El endurecimiento de las medidas económicas y las alertas del gobierno Trump contra la cuestionada administración de Maduro, han producido la congelación del diálogo de Barbados impulsado por el Reino de Noruega.
A ello se suma el relanzamiento de la guerrilla colombiana de las Farc y el ELN con la proclama del retorno a la lucha armada hecha por los comandantes Jesús Santrich, Iván Márquez y Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa” entre otros, a partir del sobreentendido de que cuentan con una base de operaciones en la frontera abierta que les ha brindado Venezuela, desde los tiempos de Hugo Chávez, al igual que el alejamiento de una salida electoral con un árbitro confiable, si no se toman medidas inmediatas.
Maduro ha callado ante la larga lista de imputaciones que le ha hecho el presidente colombiano Iván Duque, con el agravante del informe Bachelet sobre los derechos humanos en Venezuela y la reciente condena en su contra de la mayoría de la OEA. Diosdado Cabello ha dado la cara atacando al gobernante de la Casa de Nariño como responsable de la irrupción de la violencia al desconocer los acuerdos de paz que firmó la Farc con el entonces presidente de ese país Juan Manuel Santos.
Mantienen en apariencia su tesis de que convocarán elecciones parlamentarias el próximo año, “las establecidas en la Constitución” afirmó Cabello en El Universal del lunes. Sin soltar prenda sobre lo que ocurrirá con el CNE, si la fracción oficialista se incorpora a la Asamblea Nacional, si el TSJ levanta las medidas que cuestionan por “desacato”, la legitimidad de sus actos, así como el futuro de los Diputados enjuiciados y el de la Constituyente írrita creada por el régimen populista militarista de NM, como poder legislativo paralelo y presidida por él.
La oposición, diversa en sus opiniones dice varias cosas, coincidiendo en algunas de ellas: Henry Ramos en presencia de Guaidó el sábado en Maracay “relanzó” la hipotética maquinaria electoral adeca, ratificó la tesis de hacer elecciones libres sin Maduro en el poder y en circunstancias creíbles. Felipe Mujica del MAS señaló el lunes en El Universal que debe normalizarse la situación de la AN, el gobierno debe incorporar a su fracción y escoger un nuevo CNE, mientras el TSJ debe eliminar los dictámenes de “desacato”, destacando que el fracaso del diálogo fue por la polarización de las partes sin que pudieran existir otros factores que podrían ayudar a buscar entendimientos.
Mientras Stalin González de UNT y segundo vicepresidente de la AN destacó que la oposición sigue abierta a la propuesta de diálogo y negociación planteada por la Corona de Noruega, pero el gobierno de Maduro se levantó de esa mesa para no dar respuesta a los caminos planteados.
En este cuadro hay quienes juegan a una confrontación armada y ya el comisionado de Trump, Elliott Abrams en declaraciones a The New York Times precisó que no había visto señales de que Maduro estuviera dispuesto a ceder su puesto. Sin embargo, su oferta de amnistía fue un mensaje para el líder venezolano después de que él y su homólogo estadounidense, Donald Trump, hablaron de negociaciones de alto nivel entre los dos gobiernos. Abrams aseguró que esas conversaciones no han sucedido.
“No es una persecución”, afirmó Abrams en una entrevista la tarde del martes 27 de agosto. “No estamos tras él, queremos que tenga una salida digna y que se vaya”.
Agregó, como en un mensaje a Maduro: “No queremos procesarte y no queremos perseguirte. Queremos que dejes el poder”. El Departamento del Tesoro ya ha señalado a Maduro como uno de los beneficiarios de presuntos envíos venezolanos de drogas ilegales, pero no recomendó que sea imputado.
Sin embargo, a comienzos de agosto al ser abordado por la prensa en Lima expresó: Cuando el presidente Trump dice que todas las opciones están en la mesa, es porque es verdad. No podemos negar que existe (la opción militar), pero no es la política actual. La política desde enero es de presión financiera, diplomática y política contra el régimen.En este momento no estamos siguiendo una opción militar.
Estamos siguiendo las opciones que hemos tomado. Si uno le hubiera dicho a George Bush padre en 1988 que invadiría Panamá, él habría dicho que era una locura. Pero dos o tres años después sucedió. Entonces, nadie sabe qué pasará en el futuro, pero no es la política de hoy. Las salidas están servidas, lo que no sabemos es el camino que tomarán.