¿Quién “desplumó” a San Pablo Apóstol de La Puerta? | Por: Oswaldo Manrique

 

A la Mojana que vivía en Combokito, la vieron en la plaza del pueblo, alzando los flacos brazos hacia el cielo, diciendo que Kachuta (Dios) castigaría a los Keuña (la gente mala). Tanto los indígenas como los escasos blancos católicos temblaban, y se fueron a poner de rodillas en el templo de San Pablo de Bomboy. La vieja sacerdotisa, bajando su mirada hacia el suelo presagiaba que el cielo se desprendería y pagarían justos por pecadores. Ni se imaginaban lo que pasaba, pero la comunidad sintió miedo y pánico a la vez. Había muerto el padre Rosario, y habían comenzado a saquear las paredes de sus aposentos y oratorios, buscando las famosas pepitas de oro, que le donaron los indígenas a su Párroco protector. Ese funesto presagio, al parecer paró lo de la profanación, por varios años.

 

El Lavado de las joyas de Plata del Santo Patrono

Durante la colonia, se acostumbró en nuestra Parroquia, realizar anualmente una  ceremonia religiosa con exuberante participación popular, en el centro del templo, que era el lavado  y  limpieza de las piezas de plata que conformaban la fortuna material de San Pablo Apóstol; estas eran aseadas y pulidas por los feligreses con paño para frotar,  elaborado por las señoras de la Parroquia para esa ocasión.  Cuando se cumplía con el lavado de las joyas del patrono, los devotos hacían donación de  una ofrenda al Mayordomo que coordinaba este rito; esto, fue desapareciendo en el tiempo.

 

¿Y las alhajas de plata de San Pablo Apóstol?

El 16 de mayo de 1882: José Asunción León, cura párroco; el Mayordomo Miguel Aguilar y el Jefe Civil del Municipio, José Natividad Aponte, formaron el inventario eclesiástico correspondiente a nuestro templo parroquial, encontrando las 4 imágenes, quizás las mismas de cuando el padre Vásquez Coronado lo construyó,  casi un siglo antes. En el acta se encuentra la siguiente enumeración:    1.- La imagen de la Virgen de La Paz.  2.- La de la virgen  Purísima. 3.- La imagen de San Isidro. 4.- La de San Pablo (Libro de Fábrica del Templo de San Pablo Apóstol de La Puerta. Archivo Histórico de la Diócesis de Trujillo). Son las 4 santas representaciones, a las que son devotos los puertenses. A más de estos invalorables elementos de veneración, se hallaban otros.

De los datos extraídos del Inventario del  año  1882, encontramos que en el templo,  se hallaban joyas y alhajas donadas voluntariamente al Patrono milagroso o como colaboración al templo o como pago de alguna promesa.  En dicho inventario   fueron enumeradas y descritas las alhajas y prendas.  Totalizan 21 reliquias preciosas, aunque algunas no se pudieron leer sus características, se encuentran indicadas las siguientes: Adornos de plata de San Pablo con algunos granates guarnecido de oro y piedras preciosas. Un platillo y dos campanitas de plata. Un Cáliz y platillo de plata. Una cruz de plata. Dos copones de plata. Un juego de cruces de plata pequeño (Ídem).    Las otras  joyas allí descritas, se dificulta su lectura en el acta. Todo este grupo de alhajas relacionado y valorado en 1882, desaparecieron o no se encontraban en el templo cuando el Mayordomo Pedro González, realizó el inventario eclesiástico del año 1931, tampoco en dicho inventario se hace mención de la razón de la ausencia de este patrimonio parroquial. ¿Qué ocurrió con las alhajas y prendas del Santo Patrono? ¿Qué valor y significación tenían esas prendas, no solo para el templo sino para la historia de La Puerta? ¿Quiénes fueron los custodios de estos bienes? ¿Por qué se ocultó esto? La norma eclesiástica en estos casos era que, las joyas están bajo la responsabilidad de los Mayordomos de Fabrica o los sacristanes, quienes las guardarían en un lugar seguro.

Tampoco se le pudiera imputar a la ruptura drástica y el duro golpe al sostenimiento económico del Estado venezolano liberal con la iglesia católica y el Convenio con la Santa Sede, porque este impase fue en 1870, durante el gobierno liberal del Presidente Antonio Guzmán Blanco.

Para el momento del primer inventario que se encuentra en el Libro de Fábrica, 1882, las joyas tenían un valor superior a los 700 bolívares de aquella época, pero el significado más que monetario, es histórico y sin equivalentes, en el día de hoy. Las alhajas del Patrono San Pablo del Bomboy, era la forma de expresar la gratitud de sus feligreses, que da cuenta de la entidad del fervor de la comunidad por su patrono y a la vez, significativo en el devenir histórico, costumbre y religiosidad de nuestra parroquia.

En 1891, los hacendados, curas y gamonales, no solo despojaron a los indígenas de La Puerta, sus tierras y destruyeron sus casas, sino que también “desplumaron” a San Pablo Apóstol de Bomboy, dejándolo sin sus joyas.

¿Fue recuperada alguna de las alhajas? Es una gran incógnita, no lo sabemos, ni hay respuesta en el Libro de Fábrica, Si la voz del pueblo es la voz de Dios, ¿por qué no se expresó el vocerío de este Patrono ante tal faltante? ¿Qué destino tuvieron dichas joyas?, son algunas interrogantes que quedarán en el ambiente y parte de la historia oculta de nuestra comarca. Quizás, es bastante probable, que el Santo Patrono, lo sabe.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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