Por: José Luis Colmenares Carías
El complejo del dinero, palabras que se articulan para integrar miradas económicas y psicológicas sobre nuestras relaciones con él y las complejidades emocionales que se arman, cuando se trata del mercado (economía real y monetaria) y sus relaciones con la vida cotidiana, en distintos dominios, entiéndase negocio, familia, trabajo, estudios, vecinos, y otros.
Un concepto que se hizo famoso con la publicación del libro del Dr. Axel Capriles (El Complejo del Dinero / 1996) luego que como psicólogo terminara sus estudios doctorales en economía, en la UCAB.
La primera vez que oí hablar del complejo del dinero fue en las conversaciones con Rafael López-Pedraza (psicólogo junguiano, pionero de la psicología arquetipal en Venezuela) en la Quinta Carmelita, en la Alta Florida de Caracas, donde dirigimos, con un equipo transdisciplinario, una Asociación Civil llamada SOCSAL, y donde López-Pedraza nos apoyaba con los proceso de reflexión emocional (una especie de terapia organizacional) para tratar los alcances e impactos emocionales que tenían en nosotros los proyectos sociales que llevábamos adelante en comunidades vulnerables por toda Venezuela.
Como diría López-Pedraza, mi memoria emocional me trae el recuerdo de algunas frases de él en primera línea. “Los complejos son un pedazo de historia no vivida”, para referirse, en mi interpretación, a las dificultades que tenemos para vivenciar nuestras emociones, desde la consciencia, hacer proceso y generar movimiento psíquico: hacer psiquismo, como él señalaba a estas dinámicas de la integración de los fenómenos inconscientes con la consciencia, a través de las imágenes arquetipales.
Al referirse al dinero, decía: “el dinero es moneda corriente” para exponer que los fenómenos psíquicos relacionados con el dinero son de carácter básico, lo vemos todos los días y se desarrolla desde los temas más cotidianos. El complejo del dinero se expresa en todas las relaciones habituales, del día a día. ¿Quién pasa un día sin pensar en él?. Así como decía que un buen vino y una buena carne nos permite hacer psiquismo, a través de los sueños, señalaba que si había una parte del cuerpo donde se manifiesta el complejo, cuando este tiene volumen alto, es en “las tripas”. ¿A quién no le duele el estómago cuando tenemos un problema con el dinero?.
Aquí y ahora, podemos decir que el complejo del dinero nos habla de emociones, actitudes y comportamientos, entre otros, que una persona expresa en relación con el dinero.
Este aspecto puede manifestarse de diferentes formas, por ejemplo: ansiedad financiera, valorar excesivamente las posesiones materiales, sentir culpa por el dinero, el trabajar únicamente por dinero, miedo a la pobreza, dependencia financiera, relaciones egoicas con el dinero, la creencia de que el valor personal está ligado a la riqueza material, etcétera.
El complejo del dinero puede tener un impacto significativo en las personas, las familias y en la sociedad. Pensemos, por ejemplo, en los conflictos por herencia o nuestra relación con la renta petrolera y sus alcances en la vida del venezolano. “El cuánto hay pa´ eso”, “Dios proveerá” ó aquello de “está barato, dame dos”, por decir algunas imágenes de nuestra vida colectiva.
Finalmente, comprender y aprender de este complejo puede ayudarnos a tomar mejores decisiones; más conscientes y saludables con el dinero, así como mejorar nuestra calidad de vida y relaciones interpersonales.