Luis A. Villarreal P.
Si bien en la actualidad no están ocurriendo cuestiones relevantes, o al menos extraordinarias en plena Ruta Electoral, tendientes a poner en alerta máxima a la única Oposición Democrática, sí se tienen presentes —sin restar importancia ni incurrir en subestimación— aspectos revestidos de verdadera amenaza y chantaje, porque simplemente los oficialistas pueden hacerlas posible.
No han sido solo palabras y bufonería los pases de factura a quienes se detractan del chavismo en cualquiera de sus versiones, ni han tenido mano blanda contra aquellos que colaboran o sean parte de la oposición democrática, al extremo de perturbar sus actividades empresariales o profesionales y censurarlas.
Tampoco ha sido cuento la jauría persecutoria y obstruccionista al equipo de la Candidatura del Cambio cuando se desplaza por el país, en cuyos recorridos han dado coletazos a quienes ofrecieron sus servicios de hospedaje, transporte, restaurante y alquiler de estructuras para realización de actos públicos.
Menos aún, son simples comentarios los referidos al castigo para aquellos representantes de los cuadros inferiores del chavismo beneficiados con la administración de pobreza, por no dar la talla en el cumplimiento de tareas asignadas en relación a hacer cumplir entre sus vecinos las órdenes del PSUV, de mantener en sumisión y participación a sus dependientes, acólitos y prosélitos.
Por lo expuesto y observado diariamente, además de la conculcación de derechos civiles y políticos a plena luz del día, podemos suponer, deducir y esperar, tomándolo muy en serio y sin exagerar, el cumplimiento de las viejas y recientes sentencias como: ‘No volverán’. ‘No nos vamos, ni por las buenas ni por las malas’
En relación a la Ruta Electoral Presidencial que nos ocupa, se pueden dar por hecho los parámetros en los cuales se mueven las fortalezas y dificultades de la Oposición; repleta de votos y decidido apoyo popular pero huérfana de protección institucional, por cuanto los poderes concomitantes gravitan en torno al oficialismo en un acto de parcialidad sin parangón. Pero, para ser francos, la Oposición esta vez cuenta con la mayor ventaja aunque pareciera lo contrario.
Con la frente y la razón muy en alto, tratando de resolver el grave problema existencial de los venezolanos, a través de la propuesta del Cambio Político; moralmente, la Oposición está muy por encima de un oficialismo potencialmente rechazado, por ser causante de pobreza, miseria e inseguridad, y de la debacle de la Nación. Por ello, el mayor activo de la lucha opositora democrática es el inconmensurable apoyo popular, en esta ocasión revestido de experiencia, coraje, y suficientes decepciones como para cumplir holgadamente con la misión de cada venezolano impuesta a sí mismo; cual es la de merecerse otro gobierno, con cualidades ciudadanas profundamente democráticas.
…
Negociación
o tendencia al fraude
Que no haya novedad
en el frente, donde quitan y ponen
sin explicación dar,
hace crecer entonces
el presagio de oscuras
[intenciones.
No estamos distraídos
viendo a María Corina triunfar
envuelta en un gentío,
y a Edmundo tan cabal
transmitiendo blanca serenidad;
nos inquieta también
el régimen; lo que sigue
[escondiendo
y deja suponer.
Sopesa en su silencio
si alejarse o no entregar el
[gobierno,
sin temer la escalada
que vendrá, si en vez de acatar al
[pueblo
en su última palabra,
se le vea —cual ciego—
dando un golpe electoral sin
[efecto.
L A V P
El CNE carece de autonomía, está siendo tutelado por la AN, según se desprende de la actitud asumida ante una Unión Europea queriendo ser generosa con suspensión de sanciones, principalmente a un funcionario del órgano electoral
El caso se hace explícito en la medida de sentirse ofendidos o marginados por la UE, porque no salieron favorecidos todos los sancionados; razón por la cual la AN le ‘solicitó’ al CNE echar para atrás —cancelar abruptamente— la invitación al organismo unionista europeo como observador internacional en las Elecciones Libres Presidenciales del 28J.
La ONU, no ha estado motivada en relación a satisfacer la invitación ceneista a figurar como observadora internacional, a través de su equipo técnico especializado. Todo debido —según parece— a la poca confiabilidad y prestancia asumida por el CNE ante los organismos, temerosos de ser condicionados y restringidos en sus funciones completas de veeduría.
Los presidentes Lula y Petro siguen haciendo su trabajo de intermediación, no tanto para lograr del aspirante a la reelección una idónea actitud respecto al proceso de Elecciones, sino tendiente a favorecer de los cargos imputados a oficialistas incursos en irregularidades legales, nacionales e internacionales. He allí el trasfondo de su propuesta plebiscitaria, buscando el perdón a toda costa. Sobre todo si se da por cierta la existencia de la supuesta y oculta negociación, en la cual estaría comprometida la interlocución y garantía de Estados Unidos, en consonancia con la Comisión Negociadora de los Acuerdos de Barbados, de la Plataforma Unitaria Democrática.
La Única Oposición está clara y determinada a comparecer —de todos modos—, en los términos de absoluto ventajismo oficialista, a las Elecciones Presidenciales el 28J; aunque en ello se tengan contingencias de cualquier tipo; muy confiada en saberse defender en los diferentes aspectos de integralidad eleccionaria, aún pendientes.
Ya, como hemos dicho, el cumplimiento del Cronograma ha sido restringido y chucuto; y las condiciones de veeduría internacional están corriendo la misma suerte. De seguirse dando esta situación, los observadores vendrían simplemente a hacer turismo, y a dejar una vez más la correspondiente denuncia en su informe.