Yo voy a votar por respeto a mis principios. Mis principios me ordenan hacer todo lo posible por servir al bien común. Venezuela necesita un cambio de gobierno. La Constitución Nacional nos permite cambiar al gobierno con votos y no con balas.
Mi conciencia me dice que hay que votar. Respeto lo que les diga su conciencia a otros compatriotas. La mía me ordena votar en nombre del bien común, en atención al interés general.
No tengo cara para decirle a un compatriota que está pasando hambre, a un venezolano que vive la angustia de no tener cómo darle de comer a sus hijos, que no consigue medicinas para sus enfermos, que se aguante un poco más, unos meses más, unos años más o un período constitucional más para cambiar al gobierno. Por amor al prójimo yo tengo que votar el 20 de mayo. Tengo que votar para cambiar al gobierno, para encender una nueva esperanza y para conquistar el derecho que tenemos los venezolanos a vivir mejor.
Para mí, votar es ejercer un derecho y cumplir un deber. Mi derecho está consagrado en la Constitución, mi deber está grabado en mi conciencia. Me sentiría actuando contra mi conciencia si por cálculos políticos subalternos, dejara de cumplir mi deber o de ejercer mi derecho.
La mayoría de los venezolanos queremos votar y un nuevo gobierno lo más pronto posible. La mayoría de los venezolanos queremos que el cambio sea pacífico y no violento. Que el cambio sea constitucional y no al margen de la constitución; que el cambio sea electoral y no factico, y que el cambio sea democrático y no impuesto por la fuerza.
Por supuesto que estoy consciente de la ausencia de condiciones objetivas para una elección ejemplar y transparente. No sé si esas condiciones ideales se van a lograr nunca. Lo que sí sé es que el hambre del pueblo no aguanta más y que los venezolanos que podemos cambiar al gobierno con nuestros votos, no debemos desaprovechar la oportunidad de hacerlo este domingo.
Hay gente muy sabia, muy inteligente y muy bien intencionada que piensan que la opción para sacar al gobierno es no votar. Respeto su decisión. No he logrado que me expliquen cómo es que se cambia de gobierno sin votar. Mi lectura de las encuestas me dice que la abrumadora mayoría de los venezolanos quiere un cambio de gobierno. La única manera en la que el presidente Maduro podría reclamar un triunfo sería que los opositores a su gobierno nos quedáramos en nuestras casas y dejáramos de ejercer nuestro derecho al voto y de cumplir nuestro deber de votar. No quiero dejar la suerte de mi país en manos del azar. Amanecerá y veremos.
@EFernandezVE