Independientemente del país en el que se encuentren, la experiencia que tengan en las salas de entretenimiento y la modalidad de apuestas que elijan, sea presencial o virtual, no hay dudas de que el poker es uno de los juegos preferidos de los apostadores de diferentes partes del mundo.
Una de las variantes de esta popular práctica es el poker caribeño, también conocido como caribbean stud. Tal como su nombre lo sugiere, se trata de una forma de jugar originada en las islas del Caribe, específicamente en Aruba.
El poker caribeño tiene similitudes y diferencias con su versión original. Quizás la más importante sea que se compite contra la casa, en vez de enfrentarse a otros oponentes. Esta característica hace que sea bastante similar al 21 blackjack o al video poker.
En este artículo te contaremos las particularidades de esta variante del poker, así como también mencionaremos brevemente cómo surgió.
Origen del poker caribeño
Aunque no haya certeza con la fecha exacta de su creación, se trata de una de las versiones más recientes de este juego, ya que apareció en la década de los 80 en las islas del Caribe.
Uno de los más famosos jugadores de poker y especialista en escritura de libros sobre juegos de azar, David Sklansky, se atribuye la invención del poker caribeño, ya que dice que lo creó en 1982, denominándolo “casino poker”.
De lo que sí estamos seguros es de que a partir de su surgimiento, la popularidad del caribbean stud fue incrementándose, llegando a formar parte de la oferta de juegos de los principales casinos del mundo.
Características principales del poker caribeño
Así como sucede con otros juegos, el caribbean stud tiene particularidades que lo distinguen de otras prácticas y de otras variantes del poker.
En primer lugar, tal como dijimos anteriormente, se juega contra el croupier, en vez de contra otros participantes. En el inicio son repartidas 5 cartas a la banca y 5 al jugador. Uno de los naipes de la casa se da vuelta para ayudar al apostador. El juego comienza cuando el participante lleva a cabo lo que se conoce como “ante”, que es una apuesta inicial.
Una vez realizada la primera jugada, si el apostador quiere continuar la partida, tiene que efectuar una apuesta que sea el doble de lo que invirtió en el ante.
Las manos no tienen relación con las anteriores. Esto implica que no es necesario pensar estrategias o formas de alcanzar la victoria.
Asimismo, a pesar de que el jugador tenga una buena mano, si el croupier posee una jugada muy mala el apostador solo cobrará la apuesta inicial, de modo que su ventaja no será sustancial.
Sin embargo, si la jugada del participante es baja, el beneficio será alto, ya que no perderá la apuesta inicial.
Por último, las manos del caribbean stud son iguales a las que se presentan en las otras variantes del poker, es decir, pareja, dobles pareja, full, escalera, poker, trío y escalera de color. La única diferencia es que en la versión caribeña la jugada mínima implica contar con un as y un rey.