El Ramal de Calderas es un bloque montañoso ubicado entre los estados Trujillo, Barinas y Mérida en los Andes de Venezuela, con una superficie de 700 km2, entre los ríos Santo Domingo y Boconó, el piedemonte y el río Burate, parte del cual se encuentra protegido bajo la figura de parque nacional, en una superficie de 505km2 desde el 01 de agosto de 2021, siendo esta un área natural clave para la conservación del Oso Frontino en el eje sur de la Sierra de Trujillo, en conjunto con el Parque Nacional Guaramacal, constituyéndose en uno de los territorios más importantes para la conservación de una especie emblemática y en peligro de extinción de los Andes venezolanos, como lo es el Oso Frontino.
Una de las principales características del Ramal de Calderas -parte de lo cual justificó su declaratoria como el cuarto parque nacional del estado Trujillo-, es su función como corredor ecológico entre el Parque Nacional Guaramacal y el resto de la Cordillera de Mérida. En sus extensos páramos y bosques andinos, con alto grado de integridad, existen miles de especies que aún esperan ser descritas, y algunas de ellas ya han sido estudiadas por la ciencia, siendo importante resaltar que Ramal de Calderas es el hábitat de especies endémicas, raras y que se encuentran en estado vulnerable o en peligro de extinción, por lo que este parque nacional cumple una función estratégica para la conservación de la biodiversidad de una nación como Venezuela, uno de los diez países más megadiversos del planeta.
En sus cumbres, además de existir páramos, también se presenta una serie de complejos de humedales altoandinos y, además, se da origen a importantes ríos que aportan desarrollo a la región, no solo a través del abastecimiento a sistemas de riego y acueductos rurales y urbanos, sino que, además, estos cuerpos de agua surten embalses como los de Boconó- Tucupido, Masparro y José Antonio Páez, con centrales hidroeléctricas que, después de Guri, convierten la zona en la segunda región estratégica de Venezuela para la generación de energía hidroeléctrica, como es el caso de los ríos Boconó (sub cuenca Burate), Masparro y Santo Domingo.
Es así, como el Ramal de Calderas no es solo uno de los 44 parques nacionales de Venezuela, sino también tiene un rol estratégico para el desarrollo de la región y de la conservación de sus recursos naturales, mediante el aporte de sus servicios ecosistémicos, que incluye la captura de carbono y la mitigación de los efectos asociados al cambio climático.