Por: Ariadna García
Caracas. “Esta no, esta sí, esta no, esta sí”, es una estrofa de una canción del momento, pero también es lo que hacen muchos venezolanos que buscan señal en sus celulares. Los problemas de conectividad les han obligado a mantener hasta dos líneas telefónicas en simultáneo a ver por cuál logran pescar señal.
“Tenía una línea Movilnet y no había buena señal para nada. A veces ni siquiera eran solo los datos, simplemente se quedaba sin señal, no podía recibir llamadas, ni enviar mensajes de texto, luego lo que hice fue cambiarme a Digitel”, dice Joe Méndez, un residente de El Junquito.
Joe es uno de los 22 millones de usuarios de telefonía móvil que hay en el país y también uno de los que se vio en la necesidad de cambiarse de operadora, pero esto no resolvió todos sus problemas. Ahora, con el proveedor actual, indica que el la opción que le dan es un plan de 1,1 gigabytes que se consume rápidamente, lo que lo lleva a hacer varias recargas que pueden costarle al mes casi 20 dólares.
Méndez también dice que con su línea actual los datos funcionan después de las 11-12 de la noche. Él cree que se debe a que baja la conexión de los usuarios por la hora. Conectarse sigue siendo un desafío.
En un país con los salarios más bajos de la región el consumo se ha visto fuertemente contraído, sin embargo, desde el año pasado se recupera, pero a pesar de esto costear bienes y servicios —en medio también de una alta inflación— sigue siendo cuesta arriba para la población. Solo en agosto las comunicaciones aumentaron 82 %.
Para Joe Méndez recargar constantemente es caro. La recarga mínima que debe hacer hasta los momentos es de $2, en conversación con Crónica Uno, comenta que al poner el sal do este no le dura nada. “Son hasta dos recargas semanales, hasta ocho veces recargo en un mes, son $17 dólares incluyendo el plan. Uno se siente afectado porque $17 en el mes, casi 20 dólares, solo en el teléfono es bastante costoso”.
Las causas de las fallas de las operadoras son de larga data y se mueven en un país complejo. Los controles estatales aplicados a las operadoras provocaron que las tarifas no pudieran ser tocadas durante años, esto llevó a las compañías a ser menos competitivas. Ahora que el sector privado y el público se dan la mano, la ley de Precios Justos ha sido archivada y las empresas han podido tener más espacio para ajustar precios.
El ingeniero en computación Alcides León explica que entre las causas de estas fallas están los problemas en el modelo de negocios. “Al estar congeladas las tarifas de celulares por tanto tiempo, los gastos necesarios de infraestructura no se han hecho de manera adecuada. Además del vandalismo, que ha dañado antenas bases para celular, robo de baterías, aire acondicionado, sistemas de UPS o los generadoras de electricidad de gasoil o gasolina. Esto ha generado costos enormes de mantenimiento”.
Hay quienes viven también con dos líneas para poder conectarse en sus trabajos, como es el caso de Crismar González, que en su casa en La Pastora solo le funciona Digitel, mientras que en el trabajo usa Movistar.
Pero además, los servicios de telefonía son los que más fallan, así que la gente se ha habituado a que los teléfonos en casa se queden sin línea y sin respuesta del prestador de servicio. Cantv es el mayor proveedor de este servicio con 94 % del mercado o lo que representa 5,3 millones de suscriptores, según datos de esa compañía.
A Crismar se le dañó el Cantv casi por dos años y para poder restablecer la línea fija tuvieron que pagar 100 dólares. “Hemos pagado en varias ocasiones en divisas, pero es para el tema del Internet; ese pago fue hace como seis meses”, dice a Crónica.Uno. Los reportes y denuncias de los usuarios por cobros discrecionales para recuperar las líneas son recurrentes.
En La Pastora Crismar dice que la señal de Movistar no funciona, por lo que tuvo que comprar la línea Digitel. Ante la falta también de teléfono fijo recuerda que comunicarse -hacer una simple llamada- “era un caos total”. Para las regiones este también es un problema, además de los constantes cortes de luz.
Jorge Espinoza, un comunicador social dedicado al sector de tecnología, comenta que al ser este un sector tan visible es bastante regulado y se ha visto afectado por la supervisión de Conatel. León también coincide en que el control en las tarifas ha impedido que el sector haga las inversiones necesarias, en especial, en un país que no tiene crédito. Además, indica que las tarifas de Venezuela siguen siendo más bajas que en el resto de América Latina y que un consumidor para Movistar o Claro representa alrededor de $20 en la región, mientras que en Venezuela entre $2 o $3 máximo.
La regulación sigue existiendo para las telefónicas -incluida la empresa estatal Cantv, asegura León, pero para las tarifas básicas que aún no están liberadas. “Aunque la gente vea que suben los precios, el verdadero negocio de las empresas está funcionando con el excedente, por ejemplo, cuando me excedo de megas, de minutos o mensajes».
La liberalización en algunos planes ha hecho que algunas compañías estén creciendo e innovando en cobertura 4G y la 3G en algunos sitios donde se había perdido, aseguran las fuentes relacionadas con el sector.
Actualmente en el país hay más antenas que permiten conectarse a la red 3G, que 4G, y para el especialista, avanzar hasta contar con más 4G o 5G tomará algún tiempo:
El desarrollo 4G se ha limitado a las grandes ciudades y no se ha hecho de manera lineal, pero las empresas han hecho esfuerzos grandes para crecer, también está el surgimiento de iniciativas privadas para ofrecer wifi gratis en centros comerciales, plazas públicas y esto ayuda a congestionar la red telefónica normal”.
Para Espinoza todo lo anterior ha puesto una carga a las compañías de telecomunicaciones, que han hecho más lenta su transformación tecnológica, a la par del mundo. “Digitel anunció 4G en 2012 y empezó a explotarlo realmente un año después, ya hace casi 10 años que aquí no hay una previsión de licencias, Conatel no ha hecho un llamado público a subastar licencias para 5G y no lo ha hecho porque la expansión de la red 4G no ha sido al ritmo esperado”, dice. En Caracas, por ejemplo, hay zonas donde no funciona 4G o 3G o donde solo llega 2G.
Varios años sin línea fija
Ramón Rivas recuerda que hace cuatro años contaban con un servicio “excelente” de Cantv, pero luego de que se robaran los cables quedaron sin línea. A la fecha no han recibido respuesta, pese a que pagan la mensualidad mes a mes. Los vecinos pasaron una carta y esto llevó a que la compañía los eximiera del pago por un tiempo, pero después volvió a llegar la factura.
Otros también tienen fresco el deterioro de estos servicios. Vanesa Gómez dice que vive cerca del Pedagógico de Caracas, en el Paraíso y que la señal de Movistar de un tiempo para acá es deficiente. “Se queda dando vueltas”.
La gente trata de resolver por varias vías. Vanessa compró un wifi portátil con línea Digitel para sortear eventualidades a la hora de trabajar, pero también era difícil la conexión, luego la cambió por una línea Movistar y siente que quedó igual o peor.
“Te puedo decir que desde hace casi ocho meses para acá esto ha empeorado. Yo tengo cuatro años con esta línea, aproximadamente. Los problemas de conexión empezaron hace menos de un año. La señal es pésima para todas las telefonías”.
Algunos usuarios también han desechado su línea Movilnet por los problemas para recargar el saldo, la mayoría de los bancos no permite hacer el registro y poner saldo se vuelve un viacrucis. Vanesa, por ejemplo, dice que hace años usaba Movilnet, pero fue justo este problema el que la llevó a Movistar.
El ingeniero en computación Alcides León explica que la diferencia entre la red 3G y 4G es significativa, pues esta última permite mayor velocidad y quien no cuenta con otro servicio de Internet fácilmente puede trabajar con un equipo telefónico.
El especialista señala que tener acceso a Internet con una amplia y rápida capacidad de navegación incide en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países, pues mejora la productividad de la gente en el trabajo, sobre todo, después de la pandemia que aceleró el teletrabajo y la educación a distancia.
“La penetración de Internet está ligado al PIB, la buena infraestructura de las comunicaciones es básica para el desarrollo de cualquier país y de todo lo relacionado con el desarrollo intelectual”, afirma León.
En Venezuela la banca está altamente automatizada, al igual que los medios de pago. Un sinfín de actividades que se llevan a cabo están ligadas al Internet y la electricidad, incluso desde el gobierno se promete una “economía 100 % digital”, pero las empresas de telecomunicaciones se enfrentan aún a regulaciones y las constantes fallas en los servicios afecta las labores cotidianas de la población.
Fuente Crónica Uno
.
.
.