Dan pena ajena. Qué triste fue el papelón de la dirección de la oposición en las negociaciones realizadas en Santo Domingo, República Dominicana, para la búsqueda de un Acuerdo de Convivencia Nacional.
No les importó ni siquiera el tiempo invertido por los acompañantes de los países que ellos invitaron; mucho menos el del ex Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero; ni el del Presidente del país antillano Danilo Medina y su Canciller Miguel Vargas; muchísimo menos el de los cancilleres de Nicaragua, Bolivia y San Vicente y las Granadinas.
Se burlaron de todos ellos. Pero sobre todo, se burlaron del pueblo venezolano. Le hicieron creer a “medio mundo” que -en verdad-, participaban en el diálogo con seriedad.
Julio Borges, jefe de delegación de la MUD, declaró a la prensa el 31 de enero pasado que: “Estamos dispuestos a hacer sacrificios por unir a Venezuela”, agregando que, “la razón de la participación de la oposición en el diálogo es el aporte de alguna solución a la gravísima y dura crisis que vive la familia venezolana”. Rematando su declaración con esta perla: “estamos convencidos que lo único que puede salvar a Venezuela es la unidad, nosotros estamos aquí porque estamos convencidos que un país fracturado no tiene futuro y estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio que haya que hacer por volver a unir a Venezuela”.
Con que facilidad mintió. Ni se ruborizó. No recordó que la mentira tiene “patas cortas.
Hizo creer que todo estaba listo. Que la firma del Acuerdo de Convivencia Nacional, era una realidad. Pero no fue así.
Los negociadores se quedaron boquiabiertos: Julio Borges recibió una llamada desde Colombia, en la cual le ordenaban no firmar.
El imperio da, pero también cobra. Si firman los mandamos para el “zipote”, por no decir otra palabra que le gusta tanto al venezolano. Quédense tranquilos, sigan nuestras instrucciones que Tillerson está arreglando con Santos, Kusinski, Macri y Temer el plan de derrocamiento de Maduro. Les ordenaron.
Doblaron la cerviz, no tienen vergüenza. Mucho menos dignidad.
Por esa debilidad. Por esa conducta. Es que el pueblo venezolano se desencantó de ellos, ya no les cree.
Regresaron al país a decir mentiras. Dicen una mentira tras otra con demasiada facilidad. No han terminado de darse cuenta que el venezolano no es pendejo y ahora sabe de política.
El pasado miércoles 7 del presente mes, el ex Presidente Rodríguez Zapatero, les dirigió una carta invitándolos a firmar el acuerdo, redactado por los acompañantes, el propio Rodríguez Zapatero y el Presidente dominicano, el cual ellos días antes habían aceptado. El Presidente Danilo Medina, por su parte, los ha llamado a recapacitar y honrar la palabra empeñada.
De manera contraria, el Presidente Nicolás Maduro, ha dicho: “Yo sí tengo palabra… Voy a hacer cumplir este acuerdo en todas sus partes y espero que alguna parte de la oposición reflexione porque Venezuela necesita de un acuerdo de paz, de convivencia”.
Una perla
El 8 del presente mes, María Corina Machado declaró a los medios de comunicación: No habrá comida ni medicinas hasta que Maduro salga del poder. A confesión de parte relevo de pruebas, reza un principio jurídico. Como “Chacumbele” solita se delató. No hay lugar a duda de quien dirige y promueve la guerra económica, la especulación y el desabastecimiento que golpea al pueblo venezolano. Una nueva forma de guarimba. Y como las otras, son parte del plan golpista de la oposición y el imperio.
@HugoCabezas78