El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) cuestionó este viernes lo que denominó como “justicia imaginaria” ante la reaparición de pranes y miembros de bandas como el Tren de Aragua después de sus desmantelamientos informados por las autoridades.
La reciente intervención de la cárcel de El Dorado, en el estado Bolívar, no solo dejó en evidencia las armas, drogas, teléfonos y otros equipos en poder de los reclusos, sino el reconocimiento de la existencia de 17 pranes (según el presidente Nicolás Maduro) y de miembros del Tren del Llano y del Tren de Aragua en control del recinto.
“Los pranes no solo no desaparecieron, sino que parece que estaban muy cómodos en sus puestos, azotando a las comunidades aledañas al penal y a 1.396 presos que sobreviven en la cárcel de El Dorado, conformado por La Máxima, el Centro Precursor Hombre Nuevo y Casa Amarilla”, dijo el OVP en un comunicado.
La ONG recordó que en 2023, el entonces ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, aseguró que los pranatos ya eran cosa del pasado y que la seguridad en las cárceles estaba garantizada.
Sin embargo, un año después, las autoridades reportan que en el Complejo Penitenciario de Oriente, conocido como la cárcel de El Dorado, capturaron a 17 pranes, añadió.
Muchas preguntas quedan en el aire: ¿cómo es posible que el desmantelamiento total de 2023, tras la intervención de siete penales, resulte en 17 pranes controlando una cárcel en 2024?
Observatorio Venezolano de Prisiones
La organización considera que las declaraciones oficiales sobre seguridad penitenciaria son adaptadas como mejor convenga. “La ironía es evidente: mientras se dice que las cárceles están bajo control, la realidad muestra lo contrario”.
La reorganización del Tren de Aragua
El observatorio denunció que las estructuras de pranato no eran el único problema de la cárcel de El Dorado, ya que dentro de ella también estaban delincuentes que -aseguró- azotan a diferentes estados de Venezuela y con tentáculos que alcanzan otros países de Latinoamérica.
La organización recordó una declaración del ministro Servicio Penitenciario, Julio García Zerpa, tras la intervención del recinto en la que reconoció que las estructuras delincuenciales conocidas como Tren del Llano y Tren de Aragua habían tomado el Complejo Penitenciario de El Dorado. Además, proclamó la desarticulación de esas bandas con la toma de esos recintos.
“En un verdadero ejercicio de perseverancia, las autoridades venezolanas han ‘desmantelado’ al Tren de Aragua no una, sino varias veces”, dijo el OVP. La primera fue en 2019, la segunda en 2023 y la tercera en noviembre de 2024.
La ONG recordó que durante la intervención en 2023 del Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón, el entonces ministro Ceballos aseguró que el Tren de Aragua estaba desmantelado en su totalidad con la detención de 88 personas que aportaban datos de interés criminalístico importantes.
Además, el 19 de marzo de 2024, el fiscal general Tarek William Saab también confirmó el desmantelamiento de la banda criminal en dos etapas, una en 2019 y otra en 2023, con aproximadamente 100 detenidos y otras 100 órdenes de aprehensión con Interpol, según el comunicado.
“En este punto podemos imaginar que el Tren de Aragua tiene ya un manual de cómo reorganizarse después de cada desmantelamiento, sin importar cuántas veces lo eliminen”, dijo el OVP.
Retirada de la Guardia Nacional
Humberto Prado, director del OVP, instó al ministro Zerpa a que solicite la retirada gradual de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), encargada de la seguridad externa de todos los penales del país, a fin de que funcionarios del Ministerio para el Servicio Penitenciario asuman por completo la responsabilidad del control y seguridad en las cárceles, y no se limiten al área interna.
“Mientras existan estos dobles mandos, donde el capitán de la GNB reporta a su comandante y el director de la cárcel a su ministro, el flujo de armas y corrupción seguirá sin control”, agregó.
Desalojo de El Dorado
Prado también manifestó su preocupación ante el desalojo de la cárcel de El Dorado. “¿Para dónde van a llevar a esos 1.404 presos? Las cárceles más cercanas están cerradas, que son la de Vista Hermosa en Bolívar y La Pica en Maturín, entonces ¿los van a llevar a sus penales de origen o serán trasladados a otros recintos que tienen hacinamiento crítico?”.
“Definitivamente el problema penitenciario no son los presos ni las cárceles, sino las autoridades que no tienen experticia y lo que hacen es inventar políticas para experimentar con los seres humanos que están bajo su custodia”.
Por: Luis Castillo El Carabobeño
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