«Debemos comenzar por crear espacios de interés, necesarios para discutir y debatir el pensamiento universal y la prolija obra del insigne trujillano Mario Briceño Iragorry; esto se logra haciendo el llamado de atención a las fuerzas vivas, sectores representativos y sociedad trujillana en general».
Así se expresó profesor Pedro Frailán en el acto de presentación y firma del manifiesto que rescata la trayectoria de este hombre universal, quien con su innato talento y su alta capacidad de entendimiento le ha dejado a Venezuela una de las mayores producciones literarias y legado histórico que merece su justa presencia y vigencia.
El referido presentador recordó lo dicho por el también profesor del Nurr, Juancho Barreto, quien asegura que «Mario Briceño Iragorry describe la historia nuestra y destaca con pasión los más caros valores ciudadanos, además de resaltar la fuerza de nuestra identidad, formación y principios con alma de patria».
«Es necesario mirar a la historia pasada para aprender de los errores cometidos y luego emprender decididos el camino hacia el futuro, con el propósito de garantizar el éxito en la búsqueda de nuestro anhelos y metas comunes y eso lo hizo muy bien Iragorry».
Frailán esbozó grosso modo la personalidad motivadora de Briceño Iragorry, manifestando que ha sido quizás el venezolano más prolífico en su obra, lo cual no solo resume el aspecto relativo a su producción literaria, sino su convicción sobre la necesidad de que formemos mejores ciudadanos y que Venezuela contara por supuesto con gente consciente de su rol como ciudadanos inteligentes, honestos y justos.
«Iragorry demostró que la música no es puro joropo, baile y costumbres, sino que contamos con un bagaje riquísimo de valores en todos sus géneros y sectores, gente con talento para demostrar sus cualidades en cualquier escenario y hacer de Venezuela una gran nación».
Manifiesto para el rescate de su legado
El profesor del Nurr Trujillo, Genrry Peña, destacó que la elaboración y firma del manifiesto por parte de los sectores representativos de la sociedad trujillana, particularmente las instituciones y organismos preocupados por la obra y legado de MBI, obedece a la necesidad de promover los valores y legado de este insigne trujillano a lo largo de su vida, y la idea no es otra sino impulsar y proyectar su pensamiento a la Venezuela del siglo XXI, tomando en cuenta que Iragorry no tuvo otro norte sino elevar la importancia y la presencia de la venezolanidad y no cesó en su empeño de mostrarla al mundo con mucho orgullo.
«Es necesario crear espacios de conocimiento para generar y promover, pero con teoría propia, la razón existencial de este venezolano, digno ciudadano, emprendedor y preocupado por el desarrollo integral de nuestra nación».
El profesor Pedro Frailan (ateneísta) agregó que «cada ciudadano construye una historia para la ciudadanía, y la de Iragorry ha sido digna de referencia de esa inquietud, la de darle espacio y oportunidad al talento y la creatividad».
«‘Hemos sustituido el civilismo y lo confundimos y mezclamos con el mundo ideológico. Las ideologías no son malas, pero nos han hecho mucho daño y nos han apartado de gran manera de nuestras propias creencias y buenos principios»- subrayó.
Habla la hija del eximio trujillano
Al ser abordada para describir desde su óptica la memoria imperecedera de su progenitor, la licenciada Beatriz Briceño Picón expresó que: «Mi padre quiso y soñaba que Venezuela fuese una nación con ciudadanos conscientes y preparados, incluso hubo un momento de su vida cuando trabajaba y escribía sobre sus vivencias e inquietudes propias, que se apartó un tanto decepcionado de lo religioso. Creo que en esa época era un converso raro, ya que jamás renunció al principio del humanismo, a pesar de su escepticismo hacia lo que consideraba incongruente con su pensamiento.
En su libro «Tapices de la historia», creo que refleja parte de su mensaje, al igual que «Alegría de mi tierra», donde es evidente su preocupación por el bienestar del ciudadano.
Mi padre era el amigo de todos. Condenaba el desinterés de quienes representaban los destinos de la patria por mejorar las cosas y por otro lado se lamentaba de la pasividad del pueblo en no «aspirar a mejores cosas para su propio desarrollo».
Apatía para proyectarlo
El catedrático y autoridad de la UVM, Francisco González Cruz fue más atrevido, tras honrar con altura la memoria, la prolija producción y trayectoria del eminente trujillano, señaló que en «Trujillo hemos sido apáticos y hasta mezquinos por rescatar y hacer conocer no solo la obra, sino la imagen y vigencia de este gran venezolano».
Lo mismo expresó el doctor y docente Juan José Barreto, amplio conocedor de la materia, quien manifestó que con sumo orgullo ha sido uno de los más férreos defensores de la trayectoria multifacética de don Mario Briceño Iragorry, quien no solo fue un insigne historiador, sino ensayista, poeta, abogado, diplomático, y humanista a carta cabal; de allí que dar a conocer su obra debe ser una premisa ineludible por parte de todos los involucrados con esta cruzada.
Al final se hicieron las consideraciones de rigor y se firmó el manifiesto de intención por parte de los representantes de cada sector de la vida ciudadana presentes en este acto.
Destacamos la participación del Núcleo Universitario Nurr-ULA, Ateneo de Valera, Colegio Nacional de Periodistas, Sociedad Anticancerosa de Trujillo (Sadet), Diario de Los Andes, «Construyamos Juntos», Organización «Aprendiendo a vivir mejor», Emisora Unica 99.9fm, Universidad Politécnica Territorial «MBI», Comerciantes de Valera, Acoinva, «Voces de la ciudad», Observatorio de los Derechos Humanos, Iutembi, entre otras instituciones interesadas en el rescate y proyección de la producción universal de este gran ciudadano.
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Gabriel Montenegro.
Graficas Alexander «Chaparro» Viloria.
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