Washington, 8 dic (EFE).- El jefe de Instagram, Adam Mosseri, defendió este miércoles ante un subcomité del Senado de Estados Unidos su aplicación frente a las acusaciones de que resulta dañina para los adolescentes, y aseguró que, por el contrario, tiene impactos positivos en este grupo de edad.
El jefe de la popular plataforma de imágenes (propiedad de Meta), testificó ante el subcomité de Protección al Consumidor del Senado de EE.UU., donde fue llamado a raíz de la publicación de los denominados «papeles de Facebook», una serie de documentos internos de la compañía filtrados a la prensa en septiembre.
Entre otras cosas, los papeles filtrados apuntan a que Instagram es perjudicial para una parte de sus usuarios más jóvenes y que resulta especialmente «tóxico» para las adolescentes, ya que «agrava» los problemas que una de cada tres chicas tiene de su imagen corporal.
INSTAGRAM «AYUDA» A LOS ADOLESCENTES
«Las informaciones publicadas acerca de nuestras investigaciones internas han sido caracterizadas de forma errónea», dijo Mosseri, quien además aseguró que muchos adolescentes han dicho que Instagram «les ayuda cuando están sufriendo con los momentos difíciles propios de la edad».
En septiembre, el diario The Wall Street Journal empezó a publicar una serie de artículos elaborados a partir de informes internos de la empresa filtrados a la prensa por una extrabajadora que indican que Meta (entonces conocida como Facebook y que es propietaria de Instagram) prioriza los beneficios a la seguridad y el bienestar de los usuarios.
El jefe de Instagram quitó relevancia a esos estudios -encargados por la propia empresa- al asegurar que algunos de ellos se basaron en las experiencias de solo cuarenta adolescentes, y dijo que su única finalidad era informar a la compañía de las percepciones más negativas de Instagram por parte de los usuarios.
«(Los estudios) no midieron relaciones de causa-efecto entre Instagram y los problemas del mundo real», aseguró.
UN PROBLEMA DE LA INDUSTRIA
Mosseri trató de convencer a los senadores de que este es un problema que va más allá de una aplicación concreta y citó una encuesta según la cual TikTok y YouTube son más populares entre los adolescentes estadounidenses que Instagram.
«Como los jóvenes usan varias plataformas, resulta determinante que tratemos su seguridad online como un reto de toda la industria y que desarrollemos soluciones y estándares a nivel de sector», indicó.
Específicamente, Mosseri sugirió la creación de una entidad que determine las mejores prácticas a seguir con respecto a tres cuestiones: cómo verificar la edad de los usuarios, cómo diseñar experiencias que sean adecuadas a cada edad y cómo crear controles parentales.
Por su parte, el presidente del subcomité, el senador demócrata por Connecticut Richard Blumenthal, acusó a Instagram y al resto de redes sociales de haber «exacerbado y atizado la crisis de salud mental» que vive Estados Unidos, si bien admitió que las redes no fueron las responsables de su creación.
LAS CRÍTICAS DE LOS SENADORES
«Resulta inexcusable que Facebook, teniendo conocimiento del daño que Instagram causaba, tardara una década en empezar a tomar medidas sobre el asunto», espetó ante Mosseri el senador demócrata.
Blumenthal también planteó que para que pueda haber autoregulación por parte de las empresas en este campo, primero debe de darse una situación de confianza, algo que el Senado no tiene actualmente con Instagram y las compañías de internet.
También la senadora por Tennessee Marsha Blackburn, la republicana de mayor rango en el subcomité, criticó que Instagram rechace «de forma reiterada asumir responsabilidades» y aseguró que las soluciones que se proponen desde la plataforma «son demasiado pocas y llegan demasiado tarde».
«Sabemos que Facebook e Instagram han animado a los adolescentes a crearse cuentas secundarias en las que comportarse de manera auténtica para burlar los controles parentales», le dijo Blackburn a Mosseri.