Con una Eucaristía solemne en la Basílica Menor Inmaculada Concepción, Catedral de Mérida, y en compañía de los obispos de las diferentes diócesis del país, la Iglesia Católica celebró los 50 años de ordenación sacerdotal y los 25 años de arzobispado de su Eminencia Reverendísima Baltazar Cardenal Porras Cardoza, a la par de la ordenación episcopal de Monseñor Luis Enrique Rojas Ruiz, quien ahora se convierte en el nuevo Obispo Auxiliar de la entidad merideña y titular de Unizibira.
La ceremonia eclesiástica que colmó todos los rincones de la Catedral, inició a las 10:00 de la mañana de este viernes, encabezada por el Arzobispo Metropolitano de Mérida y Cardenal de Venezuela, Baltazar Porras Cardozo, donde Monseñor Luis Rojas, mejor conocido como “padre Kike” tuvo la oportunidad de cambiar su sotana y renovar sus votos de fe para seguir llevando el mensaje de Dios por Mérida y el mundo.
Durante la Santa Misa se llevó a cabo el ritual especial, donde Monseñor Luis Enrique Rojas, acostado en el Altar Mayor de la Catedral recibió la imposición sobre su cabeza del Libro de los Evangelios y la unción del Santo Crisma.
Seguidamente se arrodilló ante el Cardenal Porras para recibir el libro de los Evangelios como protector y predicador de la Palabra de Dios; el anillo como signo de fidelidad; la Mitra como símbolo del poder de enseñar, finalizando el rito con la entrega del Báculo Pastoral, como símbolo de gobernabilidad.
Una vez ordenado, el ahora Obispo Auxiliar de Mérida, Luis Enrique Rojas Ruiz, dirigió sus primeras palabras para agradecer al Papa Francisco por este voto de confianza, comprometiéndose a seguir llevando el mensaje del Sumo Pontífice a los lugares más recónditos del estado y el país, pues consideró la necesidad de rescatar desde los hogares los valores tan sencillos como un “por favor, con permiso y gracias”.
“Hoy desde lo más profundo y sincero doy las gracias a Dios por seguir llamándome a servir desde el sacerdocio, por el cual una vez me llamó y hoy se repite para que continúe desde el Ministerio Episcopal esta hermosa misión, que no soy digno ni merecedor, pero he respondido con firmeza, fe y convicción”.
Recordó a su mamá, su papá, familiares, amigos, compañeros de estudios teológicos, a los obispos de Venezuela y al Cardenal Porras, asegurando que esta ordenación servirá para seguir reconstruyendo el país; pidió a los feligreses ayuda para convertirse en uno de los mejores pastores de la Iglesia Católica merideña.
Luis Enrique Rojas exhortó a los venezolanos a mantener la unión, pese a las divisiones que hay en el país producto de múltiples factores, ya que es el único camino para lograr muchos objetivos. “La muestra de participación de todas las parroquias que se dieron cita en la Catedral y el permitir darle comida a más de dos mil personas, es una muestra que sí podemos, vamos a continuar siempre del lado de nuestra gente, respondiendo a sus necesidades y escuchando los clamores de nuestras ovejas que Dios confía”.
Manifestación de fe
Al culminar la ceremonia, el Cardenal Baltazar Porras Cardozo se dirigió a los medios de comunicación resaltando la ordenación de Luis Enrique Rojas “como una manifestación de fe, de cariño y lo vimos con la presencia de los asistentes a esta ceremonia”.
Indicó que muchos fueron los invitados especiales, entre ellos obispos y grupos de monaguillos que no pudieron asistir a la solemnidad por las múltiples dificultades por las cuales atraviesa el país, principalmente la gasolina, la poca disponibilidad de boletos aéreos, pero que aun así reconoció la importancia que tiene este nombramiento para la Iglesia.
A la ordenación asistieron cientos de feligreses merideños, los alcaldes de los municipios Libertador, Alberto Adriani y Rangel; representantes de la Universidad de Los Andes; diputados a la Asamblea Nacional; también estuvieron presentes líderes de la oposición como María Corina Machado y Ramón Guevara, candidato a la Gobernación de Mérida.
Monseñor Miguel Antonio Salas
A propósito de esta ceremonia que forma parte del Año Jubilar Arzobispal, en la eucaristía también se recordó al Siervo de Dios, Monseñor Miguel Antonio Salas Salas, a 102 años de su natalicio (29/09/1915-29/09/2017) quien actualmente está en proceso de beatificación y que representa una guía espiritual a seguir por la feligresía merideña.