La derecha internacional, cuando actúa de manera conjunta y organizada para obtener poder político y dinero de cualquier parte del planeta, irrespetando la soberanía de los pueblos libres e independientes, se maneja de manera despiadada y sin ningún tipo de escrúpulo, en especial, cuando esas operaciones que por lo general, con toda la carga irónica que eso representa, les llaman “Operación Libertad”.
Hay muchísimos ejemplos de “saqueos”, a nivel internacional, pero con diferentes “modus operandi”, que aparecen a lo largo de la historia. Tenemos un caso muy concreto y reciente: Libia, que en una alianza o coalición internacional de la derecha que “saqueó” el tesoro y las reservas internacionales más importantes, por su monto, de todo el continente africano. Utilizaron como excusa la intervención militar extranjera y el uso de mercenarios, para obtener grandes fortunas.
¿Qué semejanzas tiene el caso libio con Venezuela? En primer lugar, el manejo mediático de la derecha internacional de la necesidad de salir del “dictador”, quien es el causante de todos los problemas económicos y en segundo lugar, son países con grandes riquezas naturales, pero que hay un desenfrenado apetito por obtener grandes ganancias, producidas por cualquier vía inconstitucional…y que en el caso venezolano, la derecha internacional, ha construido todo un inédito libreto, para hacerse del poder político, el capital y las inmensas riquezas de la patria de Bolívar.
En Venezuela “el plan para el saqueo” ha consistido en: A.- desconocer los resultados del proceso electoral presidencial de mayo, 2018… B.- desarrollar una intensa campaña internacional sobre la ilegitimidad del “Dictador Maduro”… C.- 50 gobiernos derechistas “legitimaron” el 23 de enero del 2019, a un ilegal auto proclamado como presidente interino o encargado… D.- crear un gobierno paralelo, que de manera ilegal y ambiciosa, se está apoderando de grandes cantidades de dólares, a través del nombramiento de “representantes personales”, que andan por el mundo pidiendo bloqueos contra Venezuela, pero que esas criminales sanciones, les permita obtener fortunas, por ejemplo, el caso Citgo. Son ironías de la economía política: cuando ser conspirador y opositor, se ha convertido en un negocio rentable…