Desde el mes de diciembre se registra un deslizamiento constante de terreno en la calle 3, sector Los Pinos, de la localidad de Las Dantas, parroquia Isaías Medina Angarita del municipio Bolívar del estado Táchira, producto del colapso de las tuberías de aguas negras, terrenos arcillosos y presuntamente de una falla geológica que también estaría haciendo daño.
La situación mantiene en riesgo a 13 familias que recibieron orden de desalojo por parte de Protección Civil, pues después de las lluvias del 23 de abril los terrenos cedieron más, las pequeñas grietas pasaron a ser fracturas de paredes, de pisos y techos, y quienes allí habitan sienten temor de que algo pueda ocurrirles, pues no cuentan con recursos para buscar vivienda en otra parte.
Darly Serrano, ha vivido siempre en Las Dantas, aunque fue hace dos años que adquirió el espacio en donde vive junto a su esposo y su hijo de 5 años de edad. Hace unas semanas el lugar en donde se encontraba ubicada la cocina sufrió una fractura y desplazamiento de paredes, el piso se levantó y corre riesgo de que en cualquier momento se desplome.
Los tres están durmiendo en la habitación con menos grietas, que está ubicada cerca de la salida de la casa. Afectada emocionalmente por la situación, manifestó que los daños en el sistema de cloacas que son de vieja data mantienen el suelo húmedo y ahora con las lluvias se presentan las consecuencias.
Lo que más le duele es que no tienen a dónde irse, pues los ahorros los invirtieron en la vivienda y su único medio de ingreso es una bodeguita que tienen ahí mismo. Del gobierno municipal o regional no han recibido propuesta de solución alguna.
“Que nos ayuden con una solución, porque no tenemos para donde irnos y aquí me encuentro viviendo. De la cocina me tocó sacar todas las cosas al cuarto que está en mejores condiciones. No nos han dado una solución que eso es lo que queremos, una respuesta para poder estar tranquilos, porque ni para dormir tenemos tranquilidad, ya que, si llueve o así, estamos con el temor de que se nos caigan las paredes encima”, expresó.
Desde el 8 de diciembre
Ana Tarazona vive en la calle 3 de Las Dantas desde hace 20 años. Desde el 8 de diciembre de 2022 comenzó a ver daños en la vivienda, sin embargo, el punto de quiebre fueron las lluvias del 23 de abril de 2023, que generaron un desplazamiento de terreno en el patio de su casa y que ahora tiene una separación de un metro de altura.
“Con ayuda de las cloacas y las aguas blancas, como se corrió el terreno, ellas se separaron, se partieron, y eso causó más que esto se hundiera. Prácticamente tiene un metro de profundidad, esto era recto y mire ahora como está. Se cayeron las paredes, los techos, la carretera se dañó”, explicó.
Tarazona vive junto a su hijo de 7 años de edad, su esposo, suegra y otro familiar. Para evitar el colapso total de la vivienda han estado tapando grietas, lo que no ha impedido que el desplazamiento de los terrenos continúe, por lo que siente temor de que les ocurra algo. “Uno está con la zozobra por si llueve, porque siente uno las vibraciones de la casa. Eso va cediendo y van sonando las paredes y todo eso”, acotó.
Indicó que la misma comunidad se ha unido para intentar arreglar las tuberías de aguas blancas y los daños en la vía principal, con el fin de frenar los drenajes a los terrenos de las viviendas. No cuentan con apoyo gubernamental para hacerlo.
Muros caídos
La cuñada de Armando Daza tenía 40 años viviendo en la zona. Su casa comenzó a presentar grietas desde hace un año, y el deslizamiento de terreno ha sido tal, que todo su lateral izquierdo tiene muros, paredes y techos fracturados, lo que la obligó a buscar a dónde irse.
“Esta casa se fue corriendo poco a poco y se está corriendo todavía. ¿Qué solución le queda a uno?, nada, esperar en la voluntad de Dios a ver qué se hace aquí. Se desbarataron todas las casas y no hay quién responda por eso. Yo digo que es la cloaca la que también ayudó en eso, porque sin funcionar ni nada, con esa agua negra”, dijo.
Comentó que desde hace 8 meses les indicaron que debían desocupar, pero a la fecha ningún representante de gobierno les ha dado opción a quienes no tienen recursos. “De ayuda todavía no se sabe nada”, acotó.
Precisó que a la vía principal no le han hecho ninguna reparación desde hace más de 20 años, por lo que no cuentan con transporte público, ni servicio de aseo urbano. A esto le suma que los racionamientos eléctricos son constantes.
En Las Dantas tampoco hay señal de telefonía móvil, ni servicio de datos telefónicos. Para comunicarse deben mantenerle una pila al router de internet colombiano, que es el único que da señal en la zona. Los vecinos temen que ocurra alguna situación de emergencia por los deslizamientos y no tengan cómo comunicarse.