El Gobierno de Estados Unidos sanciona a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) de Venezuela, tras muerte del capitán de corbeta de la Armada Nacional Bolivariana, Rafael Acosta Arévalo.
“El arresto por motivos políticos y la muerte trágica del capitán Rafael Acosta fue injustificado e inaceptable”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, al anunciar la medida.
La sanción implica el bloqueo de todos los bienes y activos que la Dgcim tenga directa o indirectamente bajo jurisdicción de Estados Unidos, así como la prohibición de toda transacción legal que involucre a individuos y entidades estadounidenses.
Acosta Arévalo había fallecido, el pasado sábado 29 de junio, tras presentar signos de tortura luego haber sido detenido, el 21 de junio, por funcionarios de la Dirección de General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) por estar vinculado a presuntos hechos de conspiración en contra del Gobierno nacional.
En el informe forense que se filtró, el capitán en situación de retiro murió a causa de un “edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda”, causado posiblemente por un “politraumatismo generalizado”.
El Gobierno denunció en su momento que había desactivado un golpe de Estado que se produciría entre el 23 y el 24, y que incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo.
Un día después, el fiscal general informó que Acosta Arévalo formaba parte del plan, y que estaba siendo investigado junto a otros 13 civiles y militares.
Por la muerte de Acosta Arévalo hay dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana integrados a la Dgcim detenidos. Estos fueron identificados como por la Fiscalía como el “teniente Ascanio Antonio Tarascio y el sargento Estiben Zarate”, a quienes les fue imputado el delito de “homicidio preterintencional con causal”.
El pasado miércoles, el capitán Acosta Arévalo fue sepultado bajo fuertes medidas de seguridad en Cementerio del Este, en Caracas.