El político Andrés Eloy Blanco (Cumaná 6-8-1896 – México 21-5-1955) / Por Rafael Ángel Terán Barroeta

Sentido de Historia

 

I

En homenaje al 126 aniversario del natalicio del Dr. Andrés Eloy Blanco Meaño

Las facetas de poeta y de político; concurren inseparables en un solo hombre: Andrés Eloy Blanco, ciudadano ejemplar, abastecido de creatividad, sensibilidad y manifiesto amor por Venezuela y su gente. Se puede decir, que muchas veces, a lo largo de su existencia, expresó con su inmenso talento, la angustia personal y la situación de su pueblo en poemas; en otras oportunidades, utilizó sus versos para difundir su filosofía política. Su innata capacidad política, estaba enfocada al bienestar colectivo, a la lucha por la libertad y los derechos humanos; a la conciliación, a la paz, al fortalecimiento institucional de los poderes públicos, a la organización de los procedimientos democráticos, todo lo cual quedó demostrado en su largo, sostenido y fructífero desempeño como político. En sus discursos, columnas periodísticas, conferencias, actuaciones como funcionario público, concejal, parlamentario y como líder político, puso de manifiesto su ideal político democrático, en beneficio de las clases populares. Su acción política, estaba integrada estrechamente al sentimiento del pueblo; era un noble y honrado servidor público; digno representante y luchador de las mejores causas.

Leyendo los discursos pronunciados por Andrés Eloy Blanco, en diferentes ocasiones; se puede apreciar con claridad, su formación intelectual, su capacidad política; sus principios e ideales políticos. De algunos discursos, se anotan los siguientes extractos:

Discurso pronunciado durante la inauguración de la estatua del Libertador Simón Bolívar, en el paseo de la Reforma en México, el día 24 de julio de 1946:
“Quiero decir a todos aquellos que me escuchen y sientan la palabra democracia, tengan o no en sus manos oficio de gobierno, que yo he venido aquí, en nombre de mi pueblo y en la severa presencia de Bolívar, a reclamar la cancelación de los odios y la derogación de las pasiones. Porque lo que quieren los pueblos, es que la fuerza de la humanidad tenga como condición indispensable la humanidad de la fuerza; lo que quieren los pueblos es que se le dé a la tierra el sembrador que pide y al sembrador la tierra que reclama; lo que quieren los pueblos es que su pan tenga el tamaño de su hambre, su gobierno la forma de su justicia y su olvido la dimensión de su misericordia”.

Discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el día 31 de octubre de 1951:
“Y en esta vez, amigos estudiantes, vengo hablar de una madre: VENEZUELA. Madre de libertades para sí y para muchos en América. Y como está transida y torturada, vengo hablar a la casa que hace fecundos los dolores; y cómo está luchando sin doblar las rodillas, vengo hablar a la casa de los hombres de pie. Y por todo argumento que pudiera justificar este coloquio que mi palabra entablan Venezuela y lo más puro de los hijos de Cuba, es suficiente la evocación conjunta de las sombras que pasan y sin hablar nos dicen que no hay en nuestra América gesto de solidaridad, hazaña de reivindicación o empresa de justicia que no lleve marcados el costado y la boca con la sangre y la voz de un estudiante”

Discurso en homenaje al General José Gregorio Monagas pronunciado en el Congreso Nacional el día 4 de mayo de 1945:
“Lo que de la Revolución Francesa se puede traer para compararla con la nuestra, no es sino la doctrina aislada, abstracta, separada de los hechos. La Revolución era el movimiento de una burguesía contra una clase noble y latifundista. La Revolución Sudamericana no podía ser eso, porque ellos venían de una nobleza, pero querían ser una nobleza; ellos no podían romper la vinculación de la tierra y el dominio de los instrumentos de producción, y por eso, la revolución de la independencia tenía tierra y, al pasmarse en la tierra, regresaba a la servidumbre del hombre”

Discurso pronunciado en la Cámara de Diputados sobre el Voto Femenino, el día 19 de mayo de 1943:
“ Por eso, honorables diputados, yo vengo a formular aquí una proposición: que la Cámara de Diputados una vez proveído por el Senado el informe que sobre el mismo asunto le presente la Comisión de relaciones interiores de aquella cámara, invite al Senado de la República a una reunión en congreso con el objeto de nombrar una comisión conjunta que se ocupe del estudio y redacción de un proyecto de reforma de la Constitución nacional que contenga, entre otras que esté pidiendo el progreso actual de la nación, la que lleve a las manos de nuestras mujeres el ejercicio pleno de su función política”

Discurso pronunciado en el Congreso Nacional el día 24 de junio de 1939, con motivo del Aniversario de la Batalla de Carabobo y día del Ejército:
“La patria es de todos: nadie se ha ganado el derecho exclusivo de amar a la patria. Hay que presumir en todos, el derecho de amarla y la voluntad de amarla. La obra consiste en compaginar de una manera útil los dos postulados fundamentales: democracia y eficacia. La obra pues, del equilibrio boliviano, del equilibrio que infunde el recuerdo boliviano y nosotros, ha de ser ante todo la revalorización de los conceptos, la revalorización del concepto de la función política, la sustitución de la vieja creencia de la caridad por la nueva creencia de la reparación, la sustitución de las viejas teorías del providencialismo por el nuevo concepto del deber, y el recuerdo de que el único don digno de hacer de América la esperanza del mundo es el don de la libertad… es por la primera vez que ha venido aquí todo el color local de nuestro pueblo. Está la juventud en todas sus formas, y está también el reflejo de esa juventud batalladora, de esa juventud que ayuda a la patria; esa juventud, yo la defiendo, la defenderé siempre, porque fue ilustre en el martirio, es honrada en la intención y será un emblema en el corazón de la patria… yo he venido aquí, y así hemos venido casi todos, a ver corregido nuestro error cuando erramos, y a ver triunfar la justicia cuando pide nuestra ayuda. La finalidad es el encausamiento del esfuerzo y el encausamiento del beneficio. Las discrepancias, sí, son generadores de luz; pero que se agregue el generoso conocimiento del valor de la opinión y de la honradez ajena. Elevemos el alma sobre todo egoísmo, suspendamos la conciencia sobre consideraciones de menor cuantía, seamos cordiales en el trabajo … yo no pido que hagamos diez leyes ni veinte leyes. El número de leyes no es lo que vale, sino la justicia que ellas contengan. Hagamos cinco leyes, hagamos tres leyes; pero tres leyes justas, tres leyes hermosas, tres leyes que se parezcan al pueblo de Venezuela, tres leyes que contengan la equivalencia de su angustia. Hagamos tres leyes que apacigüen el sueño de los desamparados; tres leyes que hagan entrar a sus casas a los trabajadores de los campos y de las ciudades, para anunciarles a sus hijos: ¡HIJOS! están naciendo la justicia en esta tierra del pan amargo y la esperanza dulce”

Muy relevante y pertinente para mencionar en este escrito, es la opinión del Dr. Rafael Caldera, sobre la conducta política de Andrés Eloy Blanco, en la oportunidad de desempeñarse como Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente instalada el 17 de diciembre de 1946. Caldera, en un artículo, escrito en mayo de 1955, en ocasión de la muerte de Andrés Eloy Blanco, expresó: “El clima estaba preparado para que la Asamblea degenerara en hechos de violencia. Y hoy viendo a la distancia de casi 9 años, aquel agitado panorama, resalta la elevada función que, desde su curul de Presidente, tocó desempeñar al representante Andrés Eloy Blanco. Desde el primer momento él fue el resquicio de comprensión necesario para que aquel cuerpo desempeñara su función; su función primordial, la de debatir ante los oídos del pueblo venezolano las cuestiones fundamentales de su organización política, que hasta entonces le habían sido total o parcialmente ajenas. Él, Andrés Eloy, lo comprendió así. Por él, pudo lograrse que se transmitieran las sesiones a través de la radio. Él influyó, como ninguno, en mantener la unidad orgánica de un cuerpo dividido en fracciones ardientemente opuestas. Y cuando la violencia verbal hacia parecer imposible la permanencia de la minoría en el seno de la Asamblea, él buscaba en los inagotables recursos de su talento la manera de echar sin aparecer desautorizando abiertamente a sus más apasionados compañeros, un refrigerio sobre el espíritu atormentado de la Patria”
Andrés Eloy fue un gran político y un gran poeta.

A su faceta política, nos vamos a referir en el presente escrito; describiendo el marco, en el cual desarrolló su actividad protagónica como líder político; comenzando con una breve referencia a la vinculación partidista de sus ancestros. Su entronque familiar inmediato es:
Abuelos paternos: Don Luis Blanco Zerpa y Doña María Nicolasa Fariñas.
Sus abuelos maternos Doña Manuelita Escalante Páez y el Doctor en Medicina Andrés Eloí Meaño Velásquez, quien era miembro del partido Conservador y en 1863 (final de la Guerra Federal), se desempeñó como Gobernador de la Provincia de Cumaná.
Los padres de Andrés Eloy, son Doña Dolores Meaño Escalante y el médico y poeta Luis Felipe Blanco Fariñas, quien, en 1902, en Cumaná, estuvo vinculado a la Revolución Libertadora, encabezada por Manuel Antonio Matos contra Cipriano Castro. Relacionado también con el caudillo militar oriental de dicha revolución, Nicolás Rolando, quien, en ese año, en Guanaguana, había derrotado a las tropas del gobierno comandadas por el General Juan Vicente Gómez. Rolando, hizo preso al Presidente del Estado Sucre. El padre de Andrés Eloy, fue detenido el 13 de noviembre de 1902, por el lapso de 5 meses. Tenía Andrés Eloy 6 años, estaba estudiando en el colegio privado “Cumaná”, dirigido por el insigne educador Silverio Córdoba. Luego la familia vivió desterrada en Porlamar, Isla de Margarita. En 1908 regresaron a Cumaná; y en ese mismo año se establecieron definitivamente en Caracas.
Andrés Eloy, continuó sus estudios en el Colegio Nacional regentado por el ilustre educador Luis Ezpelosin. A la edad de 13 años en 1909, camino al colegio, le tocó ver muerto en plena calle, al concejal Enrique Chaumer, asesinado por denunciar los actos de corrupción del administrador de rentas.
El 22 de abril de 1917, a la edad de 20 años; en ocasión del onomástico de su padre, sobre un retrato personal, le escribió la siguiente dedicatoria: “Como sé que será el mejor presente de tu santo, quiero regalarte la promesa de ser siempre fiel a tus ideales, tuyo Andrés”. Un compromiso, con ideales políticos incluidos, el cual más tarde materializará, en su elevada pasión por la patria, que comenzó en sus luchas contra el régimen del General Juan Vicente Gómez.
El 15 de noviembre de 1918, con motivo de la celebración del cumpleaños del Rey Alberto I de Bélgica, quien gozaba de muchas simpatías, por su heroísmo en la lucha contra Alemania durante la Primera Guerra Mundial; en plena pandemia de la gripe española, los estudiantes universitarios en franco desafío a Gómez, quien era simpatizante del Káiser Guillermo II de Alemania; a pesar de la prohibición existente de manifestaciones; se dirigieron a la embajada de Bélgica en Caracas; donde tomaron la palabra los líderes estudiantiles : Andrés Eloy Blanco, Gonzalo Carnevali, Rodolfo Moleiro y Jorge Luciani, este último acusó a Gómez de “ haber abandonado cobardemente al pueblo de Caracas durante la pandemia” . Portando las banderas de las naciones aliadas, pasaron luego a la Legación de Francia y finalmente a la Plaza Bolívar, donde la policía arrestó a los líderes estudiantiles, entre ellos Andrés Eloy.
El 15 de noviembre de 1919, egresó como Abogado de la Universidad Central de Venezuela.
Desde sus primeros tiempos de vida y hasta 1935, a Andrés Eloy, le tocó vivir en un escenario político y social, defendido por muchos y criticado por la mayoría. Con la Revolución Restauradora, había llegado Cipriano Castro al poder en 1899, gobernó hasta 1908, cuando el segundo hombre de la revolución, el General Juan Vicente Gómez, asumió de hecho y sin uso de las armas, la Presidencia de la República. En el desempeño de ambos gobernantes, privó el factor personalista; no hubo reformas trascendentes. Durante el gobierno de Gómez, hubo un régimen de poder centralizado; el caudillismo regional, fue atacado con todos los medios; los partidos políticos tradicionales, fueron eliminados; se renovó al ejército para adaptarlo a una nueva estructura de poder.
Ramón J. Velásquez, en su libro “La Caída del Liberalismo Amarillo”, expresa:
“Destruido el aparato militar de los partidos liberal y nacionalista; silenciada toda forma de oposición o debate; Castro continúa en la empresa de organizar su ejército restaurador, que a poco andar se llamará ejército nacional; formula que le permitirá reemplazar el binomio “Partido-Ejército” de los liberales amarillos; por un trípode: “Jefe- Ejército- Administración”, que perdurará como forma de organización del poder hasta octubre de 1945”.
“En 1908, el presidente Castro, viajó a Berlín y el vicepresidente Juan Vicente Gómez, asumió el poder para no entregarlo mientras viva. Durante 27 años (1908-1935), mantiene férreamente la fórmula: “Jefe-Ejército-Administración”.
El gobierno de Gómez, siempre fue objeto de oposición, por parte de caudillos ambiciosos del poder y salvo contadas excepciones, estaban marcados por el mismo estilo tradicional de actuaciones personalistas o de partidos.

Con el advenimiento del año 1928, emergió la fuerza estudiantil iniciando una lucha distinta por la libertad y la democracia. Estaba representada en Caracas por los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela. Es importante realizar una referencia breve a estos acontecimientos ; en ellos Andrés Eloy Blanco y sus hermanas: Rosario, Totoña, Lola y María Luisa Blanco Meaño; tuvieron una destacada figuración, en especial Andrés Eloy, quien fue encarcelado por la difusión de sus periódicos clandestinos “El Imparcial” y “La Boina” y por su vinculación con otras actividades relacionadas con la Semana del Estudiante y el golpe del 7 de abril 1928; sobre las cuales prometió escribir y lo hizo, pero fue lamentablemente despojado por sus carceleros del libro: “ El Pueblo Color de Boina” . Comenzamos recordando, que en casa de los Blanco Meaño, estaban almacenadas más de doscientas boinas azules, que la familia había importado para venderlas comercialmente, y ante la celebración universitaria, decidieron aportarlas como símbolo del movimiento estudiantil. La familia Silva Pérez, fabricó boinas adicionales para completar la dotación de los jóvenes.
La celebración de la Semana del Estudiante, comenzó el lunes 6 de febrero con un desfile desde la UCV hasta el Panteón Nacional, donde el estudiante Jóvito Villalba pronunció un discurso: “Libertador! Ha llegado De nuevo la hora de que tu acción coincida para nosotros en ese momento de definirnos ante el destino y ante nosotros mismos. Padre nuestro, Simón Bolívar /Padre Nuestro, Libertador /cómo han puesto los esbirros / tu Santiago de León”.
Desde el Panteón los estudiantes marcharon hacia la casa natal de Andrés Bello; allí pronunció un discurso Rafael Angarita Arvelo. Luego se dirigieron a la Plaza Ribas en la Pastora, pronunciando el discurso Joaquín Gabaldón Márquez. Por la noche fue coronada en el Teatro Municipal, la Reina Beatriz Peña (Beatriz I) por el presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) Raúl Leoni; en el acto intervinieron Juan Bautista Oropeza, Jacinto Fombona Pachano y Pío Tamayo, quien expresó: “¡cómo me acuerdo Reina! / Temblando bajo sombras la amaba con angustias/ En mis venas lloraban los miedos por su vida/ Y un día me la raptaron/ Un día se la llevaron/ Y el nombre de esa novia se me parece a vos/ se llamaba LIBERTAD! “. En ese acto, fue cantado por primera vez el Himno de los Estudiantes, cuya letra fue compuesta por Andrés Eloy Blanco, con música del maestro Juan Bautista Plaza.
El día 7 de febrero efectuaron un desfile de automóviles por la ciudad; entonando como canto de rebelión la consigna “Sígala y Bájala” “Saca la pata Laja”; se escucharon en el desfile, otras expresiones: “Abajo el Bagre” “Muera el Bagre”. Por la noche, asistieron a un baile de gala, en homenaje a la Reina Beatriz I, en el Club Venezuela.
El día 8 de febrero, es publicado un decreto de la Reina, ordenando el uso de boina azul y el botón de la FEV. Por la noche se celebró un recital poético en el Teatro Tivoli, con la participación de Andrés Eloy Blanco, Fombona Pachano, Otero Silva, Pío Tamayo, Paz Castillo, Gabaldón Márquez y Gonzalo Carnevali; clausuró el acto Rómulo Betancourt con un discurso de ataque contra el gobierno y el General Gómez.
El día 9 de febrero, fue sustituido el rector de la UCV, Diego Carbonell, por Juan Iturbe; ese día fue citado a la Gobernación el presidente de la FEV, Raúl Leoni. Se produjeron cambios en el comando de Policía y en la Secretaria de la Gobernación.
El día 21 de febrero, martes de carnaval, se encontraban los estudiantes, en una fiesta en la casa de Manuel Gallegos, en Puente Trinidad, cuando fueron avisados de la detención de: Pío Tamayo, Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt, por sus intervenciones durante la semana del estudiante; y de Guillermo Prince Lara, por haber destruido una placa de mármol del hospital Vargas, en honor a Juancho Gómez. Esa misma noche los estudiantes se declararon en sesión permanente y decidieron por unanimidad, que, en solidaridad con los presos, todos los estudiantes se iban a entregar en el cuartel de policía; así lo hicieron, por grupos. En la madrugada fueron trasladados en camiones con destino al Castillo de Puerto Cabello. En Caracas se produjo de inmediato, una huelga general de patronos comerciales, en apoyo a los estudiantes. La protesta se generalizó a varias ciudades del país; comenzaron a circular hojas clandestinas contra la dictadura.
Cumplidos once días de cautiverio, Gómez ordenó poner a los estudiantes en libertad y trasladarlos a Caracas, donde fueron recibidos como héroes.

El día 7 de abril de 1928, se produjo una rebelión militar en el cuartel de Miraflores, en coordinación con militares del cuartel San Carlos, en la cual intervinieron estudiantes y algunos civiles, para tomar el Cuartel San Carlos; donde según el General López Contreras, estaban depositados seis mil fusiles y cinco millones de municiones, con los cuales se pretendía armar a la población para derrocar a Gómez. El alzamiento estaba dirigido por el Capitán Rafael Alvarado Franco; Tte. Rafael Antonio Barrios; Tte. Agustín Fernández; Subteniente Leonardo Leefmans; subbrigadier Benjamín Delgado Leefmans; brigadier Antonio Ovalles; cadete Eleazar López Wolmer (hijo de López Contreras), entre otros. En el alzamiento, la juventud estudiantil, estaba dirigida por el estudiante de quinto año de derecho Juan José Palacios. Un numeroso grupo de estudiantes permaneció oculto en las adyacencias del Cuartel San Carlos, para intervenir en el momento oportuno. La revuelta fue neutralizada en el San Carlos, personalmente por el General López Contreras y los detenidos llevados a juicio.

Muchos años después Rómulo Betancourt, refería: “En la madrugada de un viernes santo, la del 7 de abril, intentamos el asalto de un cuartel caraqueño, donde estaban de tránsito para Maracay 4000 flamantes fusiles belgas de repetición”. Jóvito Villalba contaba: “Nosotros estábamos en la plaza del panteón cuando llegó el capitán Alvarado a buscarnos. Yo estaba al lado de Juan José Palacios y entonces todos salimos hacia el cuartel San Carlos. Conmigo iban dos compañeros muy conocidos y cuando nos dirigíamos por una calle lateral que da al cuartel, nos hicieron una descarga desde una de las garitas. Por poco nos matan”.

 

 

Andrés Eloy Blanco junto a Rómulo Betancourt

Por su parte Andrés Eloy Blanco, refirió en una oportunidad: “ Algún día he de publicar mis recuerdos del 7 de abril, no sólo las horas que viví aquel día, si no las que vivieron muchos otros, ante cuyos servicios en la jornada memorable los míos palidecen insignificantes… mis charlas con Rafael Alvarado Franco , con Rafael Antonio Barrios, con Agustín Fernández, con los dos Leefmans, con el general Ambard, Eleazar López Wolmer, Escobar Añez, Fidel Rotondaro, Francisco Rivas Lázaro, Francisco Betancourt, Juan José Palacios, Gustavo Ponte, y la figura del que aquella noche murió combatiendo como un soldado y en la hora de su primer y único combate: Manuel Segovia”

Según Eleazar López Contreras, en su libro “ Proceso Político Social 1928-1936” , durante el año 1928, ocurrieron en Venezuela tres acontecimientos políticos importantes: “Semana del Estudiante” , “Huelga de solidaridad del Pueblo de Caracas” y “Golpe de Cuartel del 7 de abril” , seguidos según él , de otros acontecimientos ocurridos posteriormente, que formaban parte del mismo plan : El alzamiento del General José Rafael Gabaldón en Portuguesa ( 28-4-1929), la invasión del General Román Delgado Chalbaud por Cumaná (11-8-1929) y la invasión del General Juan Pablo Peñaloza por la frontera del Táchira ( 1931); hechos que a juicio de López Contreras, se realizaron en diferentes tiempos, por circunstancias de rivalidad y ambición de los respectivos jefes.

* Cronista de Tucutucu

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