Ana Cárdenas e Ingrid Jaimes viven desde hace siete años con sus hijos en una cancha en Barrio Sucre. Fueron trasladadas durante el gobierno de Vielma Mora en el año 2013, porque no tenían vivienda. Hasta la fecha no han obtenido respuestas de ninguna autoridad
Dos mujeres y nueve niños viven desde hace siete años en la cancha de Barrio Sucre en la ciudad de San Cristóbal. Fueron reubicados en este lugar por el gobierno de José Gregorio Vielma Mora, y aunque les ofrecieron vivienda no les han cumplido, ni la promesa la ha asumido la nueva gestión, según manifestaron este martes 1ero de septiembre Ana Cárdenas e Ingrid Jaimes.
Ana Cárdenas (35) vive con sus hijos de 3, 9, 12 y 18 años de edad. Dentro de la cancha hay tres carpas plásticas naranja de PC, allí tienen colchones, y sus enseres.
“Vivimos desde hace siete años aquí porque no tenemos vivienda. Nosotros vivíamos en el edificio de la séptima avenida, porque no teníamos vivienda, antes estábamos en El Corozo y quitaron la calle, las casas, entonces nos metimos a ese edificio. Duramos tres años en ese edificio y nos desalojaron con la promesa de que nos darían vivienda en seis meses”, relató.
El edificio de la séptima avenida, al que se refiere, está ubicado en el centro de la capital tachirense. Estaba en construcción cuando fue invadido, también sin las condiciones de hábitat adecuadas.
Nunca conoció a Vielma Mora, las promesas las conocieron a través de la prensa y de los mensajes que les daban los funcionarios de Protección Civil Táchira. Tampoco ha conocido a la gobernadora Laidy Gómez, tan solo le hicieron llegar un mensaje de que ella no podía darles vivienda, porque no fue su promesa.
“Aquí no volvieron a venir desde hace tres años, los únicos que han venido son los de Protección Civil San Cristóbal”, acotó.
Ana tiene un problema de salud generado por un desprendimiento de la matriz, deben hacerle una intervención quirúrgica, y no puede trabajar mientras eso ocurra. Depende de las ayudas que le dan algunas personas y un pastor evangélico de la zona.
“Nos abandonaron”
Ingrid Jaimes (33) vive con sus cuatro hijos, la mayor tiene 16 años de edad y el más pequeño año y medio. No trabaja por temor a dejarlos solos, pues la cancha no es un lugar seguro, es de fácil apertura. Se ayuda con el apoyo que le da el papá de sus hijos menores.
“Nos sentimos bastantes abandonados, aquí han venido a ofrecer, vamos a Inavi y nos dicen que esperemos porque no hay esperanza, si no es por nuestras propias vías no saldremos y ahorita no tenemos cómo”.
Les preocupa que la comunidad los rechaza porque les están ocupando la cancha y no tienen donde jugar y hacer ejercicio. Entiende la situación, pero afirma que no cuentan con un lugar a donde ir, ni tienen los recursos ni para pagar un alquiler.