El primero de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) es “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” para el año 2030. Su primera meta erradicar para todas las personas y en todo el mundo la pobreza extrema, considerando que sufren de esa situación quienes viven con menos de 1,25 dólares de los Estados Unidos al día (calcule usted por favor el equivalente en bolívares).
Otras metas son reducir al menos a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza; implementar a nivel nacional sistemas y medidas apropiados de protección social para todos; garantizar que todos tengan los mismos derechos a los recursos económicos y acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de la tierra y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías apropiadas y los servicios financieros, incluida la microfinanciación; fomentar la resiliencia de los pobres y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales; crear marcos normativos sólidos sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género, a fin de apoyar la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza, entre otras.
La experiencia mundial dice que un país pone fin a la pobreza generando puestos de trabajo bien remunerados, pues la única fuente legítima de riqueza es el trabajo. Para que exista empleo deben existir muchas empresas, grandes y pequeñas que lo generen y lo hagan crecer. Y para ello se necesita libertad, democracia, Estado de derecho, instituciones sólidas, respeto a la propiedad, reglas claras y en general todo aquello que genere confianza para el que quiera innovar y emprender. Y una justicia fuerte que castigue los abusos.
Dado ese entorno nacional, en lo local se requiere que las sociedades generen confianza entre sí, redes de información y cooperación, facilidades para la innovación y el emprendimiento, estímulo para una economía humana basada en propiedad familiar y pequeña y mediana empresa, solidaria y comprometida con el lugar y con su ambiente, alianzas institucionales entre gobiernos locales, emprendedores y universidades para la creacion de entornos favorables.
Contando con un entorno de libertades, a los lugares se le abren enormes oportunidades, y aquellos que cuenten con estrategias claras avanzarán hacia su bienestar. En un entorno autoritario, sin Estado de derecho y sin estímulo al trabajo sólo avanza la miseria, que se hace más grave en los lugares más débiles y dependientes. ¿Cumplirá Venezuela este primer objetivo del desarrollo sostenible? Sabemos lo que hay que hacer.