Bogotá, 9 nov (EFE).- La defensora del pueblo en Colombia, Iris Marín, condenó este sábado el asesinato del médico Julián Quintero Contreras, quien fue víctima de un ataque armado cuando se desplazaba junto a su familia por la vía entre los municipios de Ocaña y Sardinata, en el departamento de Norte de Santander (fronterizo con Venezuela).
En un video difundido en redes sociales Marín lamentó el hecho y recordó que Quintero Contreras «era el único médico bascular en Ocaña y (la región de) Catatumbo» y que «optó por trabajar en la región a pesar de tener buenas oportunidades laborales fuera».
Según la información proporcionada por la Policía, el médico «se movilizaba sobre esta vía junto a su familia en un vehículo tipo camioneta, el cual fue atacado con arma de fuego por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta».
«Esta tragedia nos toca directamente como Defensoría porque era primo de una analista del sistema de alertas tempranas, quien precisamente había trabajado en formular una alerta que advertía la situación de inseguridad en la vía» en junio de 2023, en la que «se describía la grave situación de inseguridad en el corredor vial de Ocaña-Cúcuta».
«Esto estaba advertido por la Defensoría», lamentó Marín, quien urgió al Gobierno colombiano a seguir las recomendaciones del organismo siguiendo el sistema de alertas tempranas.
La violencia se ha recrudecido en el departamento de Norte de Santander, en concreto en la región del Catatumbo, con el asesinato de dos soldados en la última semana, en lo que el Ejército colombiano cree que se trata de un ‘plan pistola» puesto en marcha por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra los uniformados.