Giovanni Vielma, secretario del sindicato de trabajadores de la salud expresó, durante una asamblea, que los principales atropellos son salariales
Los trabajadores del Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, en el estado Trujillo, denunciaron que el acoso laboral no se ha detenido en este centro de salud, por lo cual exigen a la Fundación Trujillana de la Salud, sacar la política de este recinto.
Giovanni Vielma, secretario del sindicato de trabajadores de la salud expresó, durante una asamblea recientemente celebrada, que los principales atropellos son salariales.
«Pido al Gobernador que saque la política de los hospitales. Aquí hay 600 trabajadores de la Gobernación, a los que cada día les pagan menos. Sacan un bono de guerra de cincuenta mil y a sus obreros de confianza les pagan cien mil bolívares, hay trabajadores de segunda y de primera, según ellos» declaró.
Neonatos y apagón
Vielma consideró que los ataques (suspensión de salarios) no ayudan en la mejora del servicio de salud, al contrario, buscan desviar la atención de lo realmente importante: una solución a los problemas internos. «Fíjate, durante el apagón se murieron tres neonatos, porque fallaron las plantas y los niveles de oxígeno bajaron. Pero no resuelven eso, persiguen a los trabajadores en vez de ayudarlos con aumentos de sueldo, transporte» resaltó el sindicalista.
Al menos 175 obreros de Fundasalud no han recibido pagos de acuerdo a su antigüedad, detalló Vielma. 30 de ellos del hospital valerano y el resto de los hospitales de Boconó, Trujillo y Sucre, donde tampoco hay insumos para trabajar. «Solamente hay persecución, en Sabana de Mendoza, por ejemplo, no hay ambulancias y los choferes cumplen horario» refirió.
Por otro lado, esta situación, aunada a la crisis y bajos salarios, han causado la renuncia de 940 trabajadores del Hupec. Fundasalud, en general, no actualiza la nómina desde 2018 y requieren de personal para los hospitales, uno de ellos el María Aracelis de Betijoque.
Sin reenganche
María Méndez, empleada de aseo de un ambulatorio de Pampán, comentó que ella fue despedida injustificadamente y pese a haber ganado el caso en la Inspectoría del Trabajo, la Gobernación no la ha admitido. «No me dijeron por qué me despidieron y ahora no tengo cómo mantenerme».