Si usted mira el teclado de su computadora probablemente verá que la fila superior de las teclas comienzan por QWERTY….¿A qué se debe esto?….La explicación estriba en una contingencia histórica. En efecto, algo contingente es algo que puede ocurrir o no ocurrir de acuerdo a circunstancias relativas al azar del momento, es decir, es algo que no ocurre por necesidad. Por el contrario, un evento necesario es aquel que ocurre necesariamente, es decir, de una manera relativamente obligatoria.
En el caso de los teclados, el autor Seymour Papert ha señalado que el fenómeno QWERTY en las máquinas de escribir y las computadoras se debe a una razón histórica. Veamos sus palabras: “La disposición QWERTY no tiene una explicación racional, solamente una explicación histórica. Esa secuencia se originó como respuesta a un problema que se presentaba durante los inicios de las máquinas de escribir. Cuando se usaban las primeras máquinas, las teclas vecinas que se usaban una después de la otra, chocaban y se atascaban. Entonces la idea era minimizar el problema de colisión de teclas separando en el teclado esas teclas que se utilizaban con más frecuencia una después de la otra […] Una vez que se adoptó esa secuencia QWERTY, se fabricaron millones de máquinas de escribir y el costo social que implicaría cambiar dicha secuencia, unido al interés creado por el hecho de que tantos dedos ahora saben cómo seguir el teclado QWERTY, ha originado que permanezca a pesar de que habría otras secuencias de teclado más racionales” (1).
Entonces, esa secuencia QWERTY se estableció de una manera relativamente contingente, aunque no era la secuencia más racional. Pero una vez establecida, después ha sido prácticamente imposible cambiarla porque ya había muchos intereses creados para perpetuarla. De igual manera, muchos sucesos en las trayectorias históricas de la evolución de los seres vivos y la sociedad humana son contingentes (relativamente casuales), pero luego de que se establecen determinan las opciones futuras de una manera relativamente necesaria. Por ejemplo, consideremos el caso de una mujer joven que desea casarse y establecer un hogar y tener hijos. Se podría aseverar que el evento : “establecer un hogar y tener hijos” será relativamente necesario, es decir, ocurrirá de una manera u otra, pero ocurrirá necesariamente porque ella está empeñada en lograrlo. No obstante, lo que sí será relativamente contingente es la identidad particular del hombre con el cual se casará y formará un hogar. Tal identidad dependerá de factores relativamente fortuitos como por ejemplo: ¿A qué hombres ha conocido casualmente en su vida? etc.,etc. Pero luego de que se casen, ese matrimonio determinará de una manera relativamente necesaria muchos aspectos de la vida futura de ambos. Asimismo, si usted mira su mano verá que tiene 5 dedos y ahora todos los vertebrados tetrápodos (con 4 patas) son pentadáctilos (tienen 5 dedos). Pero en el origen de los vertebrados tetrápodos había formas anfibias que tenían 6,7 u 8 dedos. Lo que sucedió es que solamente las líneas de anfibios pentadáctilos dieron lugar a los reptiles, que a su vez luego dieron lugar por un lado a las aves y por otro lado a los mamíferos. Es decir, el carácter pentadáctilo originalmente era relativamente contingente, pero luego se estableció como un carácter necesario en todos los vertebrados actuales en el planeta que se derivaron de aquellos anfibios pentadáctilos pero no de anfibios con más dedos.
Por poner otro ejemplo, en cada eyaculación un hombre saludable tiene unos 250 millones de espermatozoides pero solamente uno fecundará el óvulo. La identidad particular del espermatozoide que llega a ese óvulo es sumamente casual, es decir, muy fortuita, pero luego de que ocurre la fecundación, la constitución genética de ese cigoto determinará de por vida (necesariamente) muchas características de ese ser humano.
Consideremos también el caso de un accidente automovilístico que ocurra de manera contingente (casual) en fracciones de segundo, pero después determine de manera necesaria la vida del accidentado (por ejemplo si queda paralítico). NOTA: (1) Pags. 122-123 en Daniel Dennett (1995) ‘Darwin´s Dangerous Idea’. Penguin Books.