Consultorio para el Alma | Alegría es Escuchar la Voz del Señor

Pablo está hablando, citando a Juan el Bautista “Yo no soy él; pero viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies". Hechos 13:25

Por: José Rojas

Juan era un hombre que sabía quién era y, probablemente, lo más importante es que sabía quién no era: «Yo no soy aquel… cuyo calzado no soy digno de desatar.» Esta es una declaración de un hombre que había conocido a Jesús, desde que estaban ambos en los vientres de sus madres. Sin embargo, todavía se encontraba emocionado de estar en la presencia del Señor (Lucas 1:41, » Y aconteció que cuando oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre»).

Juan también entendía su papel, que él describe en Juan 1:28-30: «Yo no soy el Cristo, pero soy enviado antes de él. La novia [la Iglesia] pertenece al esposo [Jesús]. El amigo [Juan] que atiende el novio espera y escucha por él, y se llena de alegría cuando escucha la voz del esposo. Esa alegría es la mía.» Juan conocía el sonido del logro y reconocimiento verdadero, y no era de la gente, sino era de la felicidad de escuchar la voz del Señor.

¿Sabes cuándo se experimenta la verdadera felicidad? No es cuando recibimos algo del Señor, y no es cuando hacemos algo por él; sino que es cuando escuchamos la voz del Señor. Si estás esperando un nuevo trabajo,  tener un auto, o un esposo(a), más amable, antes de alegrarte, ten cuidado porque estás en el camino del desastre. Si necesitas enseñar un estudio bíblico, dirigir un pequeño grupo,  antes de encontrar la felicidad, probablemente te sentirás decepcionado. Juan sabía el secreto para no sólo disfrutar de una pizca de felicidad de vez en cuando, sino más bien una vida llena de ella — el secreto estaba en escuchar la voz del Señor.

Entonces, ¿cómo escuchamos la voz del Señor? Abrimos nuestras Biblias — leemos, estudiamos y memorizamos las Escrituras. Contemplamos, analizamos y aplicamos la Palabra del Señor. Permitimos que habite dentro de nosotros. Si pasamos tiempo con el Señor, leyendo su palabra y escuchando su voz, seremos completamente felices, en toda circunstancia. ¿Eres feliz hoy? ¿Lo fuiste ayer? ¿Te alegras cuando escuchas la voz del Señor, o estás buscando algo más que una vez alcanzado te hará feliz? La felicidad es sencilla si permitimos que así sea. ¿Cómo necesitas simplificar tu vida y tu capacidad de experimentar la verdadera felicidad?

Fuente. Liga del Testamento

joserojastrejo68@gmail.com

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