Los descalabros económicos que sufre la nación da para que los comerciantes formales e informales hagan como dice popularmente el dicho: pescar en río revuelto. Los precios de los alimentos que hasta hace algún tiempo representaban los más asequibles para los ciudadanos experimentan cada día mayor incremento.
Mientras que el precio del dólar paralelo se mantiene relativamente estacionario y en algunos días ha registrado bajas en su tasa de cambio, el cartón de huevos en la región, con efectivo, se consigue en 300 mil bolívares mientras que con el uso del punto de venta o transferencia el precio se ubica entre 600 y 700 mil.
Tras el anuncio del aumento del salario el kilo de queso se consigue con punto de venta en un precio superior a los Bs. 400 mil. Los granos también registraron alza en sus precios, cada día acercándose más al millón de bolívares. Lo que quiere decir que un trabajador sólo puede adquirir “a duras penas” dos productos alimenticios con el pago de todo un mes de trabajo.
La escasez de billetes del nuevo y viejo cono moderatorio en el territorio nacional ha ocasionado que los comerciantes especulen con los precios de los productos que se pagan con punto de venta, “con efectivo es un precio y con punto de venta es hasta el doble, una locura, están desatados los comerciantes”, soltó un valerano ante un tarantín de buhoneros.