La vocera de la Casa Blanca, Morgan Ortagus, aclaró que las medidas tomadas el pasado 5 de agosto por el gobierno de Donald Trump no establece un embargo, pero si constituye un golpe económico en contra de las empresas secuestradas por el gobierno de Nicolás Maduro
“La medida (sanción) está diseñada para penalizar a Maduro y a su régimen por los ataque contra el pueblo venezolano. Como todas la sanciones de los EE UU, estás sanciones permiten obtener alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad para Venezuela”, explicó Ortagus.
“El gobierno de los EEUU espera que con estas medidas el régimen de Maduro le pongan fin al comportamiento ilegitimo y se aparte del poder. Los EE UU ha dejado claro que las sanciones serán levantadas una vez que el régimen abandone el poder en Venezuela. Mientras tanto, ellos continúan destruyendo, lo que fue una vez, uno de los países más prósperos y libres”, prosiguió.
“Estados unidos se mantiene al lado de presidente interino, Juan Guaidó, la Asamblea Nacional y el pueblo venezolano que lucha por restablecer el orden constitucional y la democracia en su país”, concluyó la vocera de la Casa Blanca.