POR YANARA VIVAS
Fotos: Cortesía Carlos Belandria
En la actualidad, el café es la bebida más consumida en el mundo y su producción es tradición familiar, sus siembras se convierten en bosques productivos cuya renta económica ha permitido, a generaciones de familias, salir adelante. Por ello conversamos con Carlos Belandria, Coordinador del Clúster del Café en Mérida.
Estudios realizados desde los laboratorios de la Universidad de los Andes, analizan y clasifican las propiedades organolépticas del café, tomadas de los árboles que las rodean, logrando detectar más de mil sabores afrutados, cítricos, achocolatados, entre otros.
Otra de las conclusiones científicas, son el cúmulo de neurosensaciones comprobadas, sembradas en cada grano, a lo largo de la cadena de producción, donde participan con amor, cariño e ilusión, familias enteras, desde los niños, hasta los abuelitos, en la selección de semillas, la siembra, el cuidado de las plantas, la cosecha y post cosecha con el cilindrado o despulpado, el fermentado, lavado y el secado o los ocho días de sol, el trillado y tostado, aportando hasta el 80% del sabor del café, degustado al ser servido, bien sea colado tradicionalmente o con la técnica del barista.
Para Carlos Belandría, la mujer tiene especial protagonismo en el proceso, siendo entre el 70 y 80% de la mano trabajadora en las unidades de producción, recayendo sobre ellas además de la participación en todo el proceso de cultivo y cosecha, el trabajo de preparar desde muy temprano el alimento para los trabadores, y atender las labores propias del hogar.
Desde que los españoles trajeron el café criollo o Borbón, éste ha ido evolucionando, adaptándose a las características de cada zona. Explica Belandría, destacando como Mérida llegó a ocupar el primer lugar en producción cafetalera del país. Hoy ocupa el tercer, pero se trabaja organizadamente por recuperar el sitial de honor.
LAS ZONAS CAFETERAS DE MÉRIDA
Las zonas productoras de café en el estado Mérida se encuentran en el Mocoties, específicamente en Tovar y Santa Cruz de Mora. También en los Pueblos del Sur, en las zonas perimetrales de Mérida como El Arenal y San Jacinto, o al pie de montaña de la avenida los Próceres; en poblaciones como Tabay, Jají y otros pueblos de Campo Elías; así como en el pie de monte andino entre 300 a 400 metros sobre el nivel del mar, especialmente en La Azulita, municipio Andrés Bello, o en la zona montañosa de Tucaní, El Charal, Mesa Julia, Torondoy y Las Virtudes; en cada una de ellas el sabor del café es distinto dada las características de cada suelo.
EXPERIENCIAS POSITIVAS
El Clúster del Café, es una organización nacida en el siglo XIX, en Europa. Reimpulsada en Venezuela en 2018 por la Unión Europea, como forma de organización económica. Hoy día, funcionan en Venezuela como las Cámaras de Comercio, pero incluyendo a toda la cadena de valor, esto significa desde la selección y germinado de la semilla certificada con alta carga genética, resistente a enfermedades, de la cual ya se tiene experiencias en Mesa Bolívar de un 97% de efectividad, productores que siembran, cuidan, cosechan, realizan el proceso de post cosecha, empaque, comercialización, distribución y baristas.
Otra experiencia positiva lograda a través del Clúster, es la obtención de las tazas de plata y bronce en el último Congreso Internacional del Café 2022, realizado en Caracas, donde ms de cincuenta catadores internacionales, otorgaron el segundo y tercer lugar a productores de Canaguá y de Santa Cruz de Mora, logrando cotizar su producto hasta en 350 dólares el kilo.
En Mérida, se viene trabajando para mejorar las buenas prácticas para el manejo de la cosecha, el proceso post cosecha hasta la comercialización, el barismo y arte latte. A través del Clúster se ha dictado en Canaguá, el primer diplomado de 18 meses, avalado por la Universidad de Los Andes, para ofrecer a los productores herramientas para mejorar su producción.
El Clúster búsca calidad en Mérida, por ello firmó un acuerdo con el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual, SAPI, a fin de obtener la Denominación Geográfica “Hecho en Mérida” para lo cual, el productor, debe pasar por el Consejo Regulador que certifique el proceso y manejo sanitario adecuado, que garantice un producto de calidad, apostando a las exigencias de importación, que ofrezca seguridad y confianza al consumidor.
PRÓXIMAS METAS
Carlos Belandria, como Coordinador del Clúster del Café en Mérida trabaja en varios objetivos:
- – Formación de la Escuela de Campo con asesoría de la FAO, con Diplomados en administración de las fincas cafetaleras, manejo de plagas y enfermedades, semilleros, abonos orgánicos, y los diferentes procesos. Buscando incluso apoyo internacional para la formación.
- -Fomentar las buenas prácticas en el manejo de las agroproducciones.
- -Eliminar los abonos químicos para favorecer la salud del productor, consumidor y de los pisos, así como exportación a Europa, donde hay tolerancia cero a los químicos.
- -Promover la Cultura cafetalera.
- -Lograr la Denominación Geográfica “Hecho en Mérida”
- -Crear un fondo de viveros sostenible, como proyecto de protección ambiental de al menos un millón de plantas, con semillas de alta genética, resistentes a las enfermedades, adaptadas a nuestro medio ambiente y capaces de producir entre kilo y medio y dos kilos de café por planta, con alto sabor, para entregar a los productores con el compromiso de devolver igual cantidad de plantas que serán entregadas a otros productores, generando la cadena de apoyo, y lograr recuperar el primer lugar de producción del estado.
Para Carlos Belandría, entre los retos que enfrenta el sector privado del país es ofrecer oportunidades de trabajo productivo para frenar la migración, incorporando diferentes sectores como el turístico, con la creación de las Mucoposadas, o casas bien equipadas, ubicadas en pueblos cafetaleros con rutas turísticas cafetaleras. A esta experiencia turística se ha sumado La Venezuela de Antier, con la siembra de 35 hectáreas de café.
En el Clúster merideño no hay personas naturales, y está conformado por 25 empresas registradas, de toda la cadena de valor. Hace 30 años en Venezuela existían entre 25 a 40 marcas de café, hoy día son más de 400, de las cuales en Mérida contamos con 30 marcas registradas; explica Belandría, para quien el café es un negocio altamente productivo, pues de un kilo del producto se obtienen 90 tasas, solo mezclando con agua, según la experiencia barista, siendo poca la inversión en materia prima.
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