Washington, 22 feb (EFE).- Estados Unidos respondió este martes al «principio de la invasión» rusa a Ucrania, como la denominó el presidente, Joe Biden, con duras sanciones económicas a Rusia y el refuerzo militar con tropas estadounidenses en los países bálticos —Estonia, Letonia y Lituania—.
En un breve discurso desde la Casa Blanca, Biden reaccionaba así a la autorización del presidente ruso, Vladímir Putin, de enviar tropas rusas a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk y mantener su presencia en la vecina Bielorrusia.
«Para decirlo con sencillez, Rusia acaba de anunciar que ha arrebatado un buen trozo de Ucrania», explicó el mandatario.
Como consecuencia, Biden subrayó que aprobó «movimientos adicionales de fuerzas y equipamiento, ya situados en Europa para fortalecer a nuestros aliados del Báltico: Estonia, Letonia y Lituania».
Este nuevo despliegue, que incluye 800 uniformados más, se sumaría a los 6.000 soldados recientemente desplazados por Estados Unidos de manera temporal a Europa (en países del flanco este de la OTAN como Rumanía, Alemania o Polonia) para responder a la crisis en Ucrania.
En total, hay actualmente a más de 80.000 militares estadounidenses que se encuentran en el continente en misiones permanentes o rotatorias.
Asimismo, Biden anunció las primeras sanciones económicas directas contra dos grandes instituciones financieras rusas, el VEB (uno de los principales bancos de inversión y desarrollo de Rusia) y el banco militar (PSB), considerado fundamental para el sector de defensa ruso.
BLOQUEO A LA FINANCIACIÓN OCCIDENTAL
El presidente estadounidense también reveló sanciones «integrales» contra la deuda soberana de Rusia, para bloquear el acceso del Gobierno de Moscú a financiación occidental.
«(Rusia) ya no va a poder conseguir dinero de Occidente y no va a poder comerciar con nueva deuda en nuestros mercados o los mercados europeos tampoco», subrayó el presidente estadounidense.
En una llamada con periodistas, un alto cargo de la Casa Blanca enfatizó que las medidas económicas de hoy son «severas», a la vez que advirtió que no son las últimas disponibles.
Biden, en su contundente discurso, adelantó que Washington tiene preparadas futuras sanciones contra las «elites» de Rusia si Moscú prosigue en la escalada militar en Ucrania, ya «que comparten los beneficios corruptos de las políticas del Kremlin y deben compartir también su dolor».
En la lista de sanciones del martes figuran tres cargos: El director de los servicios de inteligencia rusos (FSB), Alex Bortnikov; el actual jefe de gabinete adjunto de Putin, Serguéi Keriyenko; y el consejero delegado del PSB, Piotr Fradkov.
El mandatario estadounidense insistió, no obstante, en la preferencia por la vía diplomática para solucionar la confrontación con Moscú por sus nuevas acciones militares contra Ucrania, después de la anexión de la península de Crimea en 2014.
WASHINGTON PROMETE RESPALDO INQUEBRANTABLE A KIEV
Tras semanas de tensiones por la concentración militar rusa en la frontera ucraniana, la autorización de Putin de enviar soldados a las regiones del Donbás, en el este de Ucrania, ha desencadenado una lluvia de sanciones por parte de los aliados occidentales.
Tanto el Reino Unido como la Unión Europea (UE) anunciaron rondas de sanciones económicas contra Rusia, y Washington ha remarcado que las medidas fueron coordinadas internacionalmente para tener el mayor impacto posible en la economía rusa.
Estados Unidos aplaudió, asimismo, el bloqueo por parte de Alemania de la certificación del gasoducto Nord Stream 2 con el que se preveía transportar gas ruso a Alemania.
Una señal clara del deterioro de la situación es el viaje de madrugada del ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, a Washington donde se ha reunido esta mañana con el propio Biden y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin.
En un comunicado, la Casa Blanca informó de que el mandatario estadounidense reafirmó ante Kuleba el «compromiso de Estados Unidos con la defensa de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».
Esta tarde, Kuleba tiene prevista una rueda de prensa con su homólogo, Antony Blinken, en el Departamento de Estado, antes de la cual el jefe de la diplomacia estadounidense subrayaba en una nota el «respaldo inquebrantable» con Ucrania.