Nacida un 17 de mayo de 1939, en Valera, Antonieta Madrid, hizo de la escritura su seña de identidad, al mismo tiempo ejerció la diplomacia y docencia universitaria; desde su infancia y adolescencia se vislumbró su inclinación por el mundo de las letras.
En las aulas de su comarca aquella niña, cuyos abuelos provenían de Alicante, España, deslumbraba por su clara inteligencia, su vuelo imaginativo; por un estro despierto, atento, a las novedades que le deparaba sus intensas lecturas de los clásicos que ya visitaba desde sus primeros años.
Antonieta Madrid, pronto marchó a Caracas e ingresó a la UCV; realizó magister en literatura latinoamericana contemporánea en la Universidad Simón Bolívar, se doctoró en ciencias sociales en la UCV; luego fue becada de un programa por la The University de Iowa, Estados Unidos.
Libros: en 1971 publicó Nomenclatura cotidiana, edición bilingüe, Nueva York; Reliquias de trapo, 1972, Monte Avila, relatos; Lo bello lo feo, ensayos,1983, ediciones de la Academia de la Historia; No es tiempo para rosas rojas, 1975, novela Monte Avila; en esta obra se descubre a una escritora que despliega sus recursos narrativos con la maestría punzante, deliberada de quien ha sabido sorber en las albercas jugosas de un Kafka, pero igualmente en el desenfado, vuelo de un Jack Kerocuac, hereda sus dones para embriagar desde la primera página.
Esta narradora que, inicialmente incursionó en la poesía, deambuló por la obra vertiginosa del mundo beatnick, para legarnos un trabajo delicioso, de la cotidianeidad urbana de las grandes concentraciones humanas, con sus conflictos, expectativas, frustraciones, encontrar la expresión de un momento epocal, una generación que navegó entre nombrar, ubicar un pensamiento en el que la libertad, el deseo de comunicarse fue una inquietud que ha acompañado a los escritores y artistas de todo el orbe.
En 1988 publicó el libro de relatos La última de las islas, en 1990, circula su segunda novela Ojo de pez, Planeta, en 1991 su ensayo Nostra, Fundarte; seguido por otro ensayo El duende que dicta, en 1998 Caja redonda, continúa con la novela De raposas y de lobos, Alfaguara, 2001; los relatos El fin de la vida es de 2004.
Galardones, en 1971 es merecedora del premio interamericano de cuento; en 1974 es ganadora del premio municipal de literatura del DF; recibe en 1984 el premio de la bienal literaria José Rafael Pocaterra, en 1989 el premio de narrativa de Fundarte, en 1991 es finalista del premio internacional de novela Rómulo Gallegos.
Docencia, ha sido profesora en la Escuela de Letras de la UCAB; en University Indies, USA; jefa del taller de narrativa del CELARG, Caracas.
En la diplomacia, ha ejercido como Ministra consejera en la cancillería; se ha desempeñado en el exterior en las embajadas de Venezuela en Grecia, China, Polonia, Argentina, Barbados; una escritora que ha compartido su principal oficio, la labor creativa con representar dignamente a su país como embajadora de la inteligencia, honrando las palabras de Ezra Pound, de que los artistas son los mejores embajadores en el mundo.