En el noveno día de su desaparición física la Zona Pastoral de Boconó, le rindió un homenaje póstumo a Mons. Castor Oswaldo Azuaje Pérez. Este miércoles 20 de enero a las 11:00 am fue la Misa Solemne en El Santuario Diocesano San Alejo de Boconó. La misma fue presidida por El Arcipreste de Boconó Padre Luis Felipe Torres y el Rector del Santuario y Canciller de la Zona Pastoral Padre Reinaldo Pacheco.
En el acto se hicieron presentes todos los sacerdotes de la Zona Pastoral Boconó, así como los diáconos parroquiales; al igual que las ministras del Santuario y varias parroquias eclesiásticas de la Zona Pastoral Boconó.
También se hicieron presentes religiosas que cumplen su labor evangelizadora del municipio; movimientos de apostolado seglar de la jurisdicción Boconesa, así como el Coro de la Zona pastoral Boconó. La Pastoral de Los Medios a través de voceros autorizados se encargaron de hacer las recomendaciones pertinentes para que los asistentes cumplieran con los normas de bioseguridad como en efecto se hizo durante el acto eclesiástico que antes de dar comienzo al mismo y también en cumplimiento de las normas, se procedió a cerrar las puertas del Templo Diocesano.
Bendecida trayectoria pastoral
La homilía estuvo a cargo del Padre de La Parroquia San Isidro de las Lomas Humberto Villegas Castro, quien hizo un amplio recuento de la vida pastoral de Mons. Castor Oswaldo Azuaje Pérez, señalando que esta desaparición física les sorprende, pero están seguros que está reinando al lado de Él Señor.
Entre otras cosas también señaló que Mons. Oswaldo Azuaje durante su amplia y bendecida trayectoria pastoral, siempre manejó el lema que viene a ser el proyecto de vida de La Orden de Los Carmelitas (Santa Teresa de Jesús) “Vivir en obsequio de Jesucristo”.
Especificó el Padre Villegas Castro: Nosotros como cristianos, debemos dar un paso adelante respecto a la vida; debemos acatar el llamado que Dios nos hace ahora que vivimos en medio de una convulsionada cultura de la muerte, que nos lleva a vivir en el obsequio de Jesucristo.
Cuando Santa Teresa habla de vivir en el obsequio de Jesucristo, se refiere que: El hombre tiene que aprender y abrazar una realidad en cuanto a que la vida es una vocación. Que la vida es el primero y más grande llamado que Dios hace al hombre. Dios llama al hombre a la existencia y por eso es que la iglesia defiende a capa y espada la vida como el más grande de los regalos de Dios.
Pero dice también Santa Teresa, que dentro de esa llamada a la vida, Dios hace que nosotros redescubramos dentro de nuestra existencia que la vida no está limitada solamente al placer momentáneo del mundo porque a veces podemos caer en aquella idea errónea mientras existimos como (Los romanos): Comamos y vivamos porque mañana moriremos. Quizá pensemos que es ahí donde se condensa la vida del hombre, pero resulta que es mucho más allá.
Llamado que recibió
La vida del hombre toma su plenitud en el momento en el cual responde al llamado específico que Dios le hace. Ejemplo de ello fue el llamado que recibió nuestro Padre y Pastor, que no solo vivió, sino que nos enseñó a seguir viviendo y sirviendo en el amor de Dios a costa de nuestra propia vida, como así le correspondió.
No se trata solo de un guía y si un ejemplo vivo de nuestro tránsito por la vida y es el legado de principios, valores y entrega que nos deja Mons. Castor Oswaldo Azuaje Pérez.
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