Ejercer el periodismo en Venezuela representa toda una suerte de desafío y valentía, sobre todo cuando en los últimos años, decir o escribir algo que contraríe a los gobernantes de turno puede significar cárcel y agresión, como ya ha sucedido con otros colegas, sin contar los muchos otros que han tenido que huir del país.
Ejercer el periodismo en Venezuela es un privilegio extraordinario y terrible, un reto diario que invita a reinventarse para poder informar, reseñar, denunciar y hasta criticar, para jamás callar. Porque el periodismo es un compromiso con los que más sufren y un compromiso contigo mismo.
Tomás Eloy Martínez decía que los tiempos siempre han sido difíciles para Latinoamérica, algo a lo que el periodismo no ha escapado, en los tiempos difíciles se crece y aflora la innovación.
Hoy somos testigos privilegiados de lo que pasa en el país, y debemos ser los sismógrafos de ese temblor cuya fuerza viene de los pueblos.