Nueva York, 6 sep (EFE).- Casi cuatro años después de su último desfile y tras varias polémicas, Victoria’s Secret (VS) desplegó este miércoles en Nueva York una «alfombra rosa» en la que «ángeles» icónicas como Adriana Lima y una nueva generación de modelos celebraron su particular retorno a la pasarela.
Victoria’s Secret pareció resurgir de sus cenizas, lista para posar ante los focos y con una gran capacidad de convocatoria: además de Lima, acudieron al Manhattan Center otras supermodelos que han desfilado en algún momento para la firma, como Naomi Campbell, Gigi Hadid, Candice Swanepoel o Lily Aldridge.
Además de aquellas que han protagonizado un cambio de imagen de la marca, como Valentina Sampaio, que es trans; Paloma Elsesser, de talla grande; Quannah Chasinghorse, indígena; y Winnie Harlow, que padece vitíligo en la piel.
Entre las invitadas al desfile, que lucieron conjuntos lenceros, también hubo figuras del entretenimiento como la cantante Avril Lavigne, la actriz Priyanka Chopra, la tenista Naomi Osaka o la heredera e «influencer» Ivy Getty.
Lo que se ofrecía hoy en la «alfombra rosa» era un adelanto del documental «The Tour ’23», anunciado hace unos meses como la guinda de la transformación y que busca explicar a millones de espectadores la nueva «misión de Victoria’s Secret: animar y defender a las mujeres», como indicó la firma en una nota.
UN DESFILE DE CINE… Y ALGO MÁS
Según lo anunciado, «The Tour» será una pasarela filmada siguiendo una «narrativa cinematográfica» en la que, además de ver a las maniquíes desfilando en lencería por lujosos espacios, se podrán conocer historias de los equipos creativos que diseñan las piezas en Bogotá, Londres, Tokio y Lagos.
Programado para el 26 de septiembre en Amazon Prime Video, el filme de VS «estará impulsado por la moda, el glamour y el entretenimiento con un guiño a la querida iconografía del pasado, pero de manera brillante y redefinida», agregó en la nota Raúl Martínez, el jefe creativo de Victoria’s Secret.
En el tráiler, protagonizado por la cantante Doja Cat, la ‘influencer’ Emily Ratajkowski o la modelo Gigi Hadid, se escuchan voces femeninas en ‘off’ que abordan temas personales como la belleza y la confianza en una misma, y otros más filosóficos, como «lo que significa ser humana».
Todo apunta a que la nueva VS se rige por unos valores muy diferentes a los que encumbraron una idea de feminidad reducida a un cuerpo estilo «Barbie»: «Creo que está bien ser la mujer que rompe las viejas normas», dice en una imagen promocional la modista Kom-I, del equipo de Tokio.
Y el retorno de Victoria’s Secret a la pasarela no se limitará a la pantalla: culminará con un «acontecimiento de moda en vivo este otoño», reveló la empresa en su nota.
UNA LARGA TRANSFORMACIÓN
La famosa marca de lencería fue durante décadas líder de opinión sobre el concepto de «sexy» hasta que entró en decadencia por la modernización de una sociedad que empezó a objetar sus cánones de belleza centrados en la delgadez; más adelante, el movimiento Me Too la hizo caer en desgracia.
VS canceló su desfile en 2019 después de 24 años, lastrada por una menguante audiencia televisiva y sometida a escrutinio por las denuncias por acoso sexual y represalias en el entorno de trabajo y por la larga amistad entre el dueño de la empresa, el millonario Les Wexner, con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.
Emprendió entonces una larga transformación en la que ha tomado decisiones con una acogida tibia, como retirar a sus «ángeles» -modelos con escueta ropa interior y alas a la espalda- y elegir como embajadoras a activistas, actrices y deportistas a las que dio un altavoz en forma de pódcast, que estuvo activo solo unos meses.
Aunque, sin duda, el cambio más significativo fue la salida de Wexner como máximo ejecutivo de la empresa matriz, L Brands, seguido por detalles dedicados a las mujeres reales, como mostrar cuerpos diversos en raza y talla en su publicidad o vender sujetadores para lactancia y mastectomías.
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