Eduardo Fernández
Si en alguna parte se llevaran estadísticas acerca de la calidad de calles, avenidas y vías de penetración, Venezuela quedaría muy mal parada.
Es demasiado importante el tema de la vialidad. Tanto de la vialidad urbana como la inter urbana y como la vialidad rural. Todo pasa por garantizar a los venezolanos una vialidad de primer mundo. Si en alguna parte se llevaran estadísticas acerca de la calidad de calles, avenidas y vías de penetración, Venezuela quedaría muy mal parada.
A las rutas troncales a las que me referí en mi artículo anterior habría que agregar una comunicación norte sur muy importante que saliendo de Caracas se dirigiera a San Juan de los Morros y de allí a San Fernando de Apure con una desviación que llevara a Calabozo y de Calabozo a Camaguán. Esa debe ser una vía autopista con cuatro canales, dos para ir y dos para venir. Con jardinera en el medio bien mantenida y bien cuidada y con hombrillos a ambos lados sembrados de estaciones de servicio, con todo tipo de facilidades para los viajeros.
De San Fernando de Apure debe salir una carretera tipo A hacia Puerto Ayacucho y otra hacia Guasdualito que debe continuar hasta San Cristóbal en el estado Táchira.
Chávez ofreció hacer un ferrocarril que uniera a Tinaco en el estado Cojedes con Anaco en el estado Anzoátegui. No era una mala idea, por cierto. Se gastaron unos cuantos millones de dólares que se fueron por el desaguadero de la corrupción y de aquel proyecto no quedó nada. Ferrocarril o carretera, pero ese proyecto habría que revivirlo.
Capítulo aparte merece la vialidad rural. El potencial agropecuario de Venezuela es enorme. Podríamos estar produciendo alimentos de origen agrícola y de origen pecuario para satisfacer la demanda del mercado interno y para exportar. Ese potencial depende de contar con una política que aliente la actividad en el campo: créditos oportunos y suficientes, asistencia técnica, semillas, facilidades para el mercadeo y para el acceso de los productos del campo a los centros de acopio y a los centros urbanos para su comercialización, sistemas de riego y energía eléctrica para el campo. Además de la seguridad en la tenencia de la tierra.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
Twitter: @ifedecve