Por: Luis A. Villarreal P.
Las bancadas del G3 [Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo] han puesto a la oposición partidista irreconocible, han desfigurado el rostro de la lucha democratizadora. La votación virtual en la aprobación definitiva de la modificación del Estatuto de Transición dejó ver a los diputados transgresores que semejante procacidad cometieron.
Sus voces, patéticas y huecas, cínicas y falsas y con congoja algunas, han dicho todo lo que son y en qué andan. Y sobre todo, que obedecen ciegamente a los caporales que los entubaron desde el cogollo de cada partido. Más contento no le podían dar al oficialismo, porque para este hicieron un buen trabajo.
Del lado constitucionalista, se observaron en cambio diputados pudorosos, aguerridos, con sangre en el ojo, leales a la lucha opositora. Sus voces así lo patentaron, cuando votaron y dieron explicación convincente para oponerse a la aberración de los primeros, en abierto desafío a quienes con razón se cuestiona como debe ser.
Los que se abstuvieron, con sus palabras no convencieron ni a ellos mismos. Pusilánimes asumieron ‘neutralidad’ para defenestrar el sistema jurídico y a la Oposición. No ‘votaron’ pero su abstención fue contabilizada a favor y en contra de usted sabe quiénes.
Desde hacía mucho tiempo la suerte del Gobierno Interino estaba eclipsando, toda vez que quienes conforman su plataforma constitucional [diputados de la AN 2015], controlada por partidos con mayoría de curules, ya se habían conjurado contra el interinato; por razones obedientes a sus intereses o diatribas, y no a la urgencia de Venezuela.
En ese estira y encoge —incluso por parte de partidos con escaños insuficientes o sin ellos— también ha gravitado la aspiración presidencial que desean consolidar a ultranza algunos que, siendo tan sectarios y egoístas, han sido súper necios y hasta tóxicos a la causa unitaria y democratizadora, creyéndose merecedores de la Presidencia de la República.
Con esas actitudes cuestionables se buscaron al Gobierno Interino de matacho, o de pararrayos, para culparlo de las negativas actuaciones de la AN, o de sus comisiones.
Incluso de las omisiones políticas de otros partidos. Lo que sin duda hizo que todo el esfuerzo de la AN 2015 en su conjunto se desajustara.
El propio Presidente Encargado tampoco aprovechó su investidura para incorporar en su interinato refuerzos desde esa oposición que está afuera de la misma AN. De manera que amarras e indecisiones atrofiaron el interinato.
Incertidumbre de oposición
Si nos fijamos bien,
lo que por ahora nos
[desalienta
oficialismo no es.
Andar sin timonel,
en el incierto mar de la
[incongruencia,
es fatal desventura
difícil de aceptar sin pena
[ajena
sentir. La floja y absurda
oposición se entrega
al régimen mofando a
[Venezuela
Si tan forondos niegan
Constitución y Gobierno
[Interino,
de ellos ¿qué más se espera?
Siempre hubo desconfío.
Mejor, si las máscaras han
[caído.
L A V P
El ‘golpe de estado’ al sistema presidencialista —consagrado en la Constitución— horroriza en el ámbito del conocimiento jurídico constitucional de Venezuela. Por tal razón se suscitaron importantes opiniones de los colegios de abogados, reputados juristas y académicos, jurisconsultos eméritos, quienes identificados como presidentes, coordinadores, directivos, de estos entes, suscribieron sendos Comunicados:
Uno, redactado por el Bloque Constitucional de Venezuela, dirigido a la opinión pública nacional e internacional; y el otro, por el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio.
Se entiende por qué el G3 [PJ, AD, UNT] actuó con absoluto desprecio por la Constitución y la normativa que dio origen, regulaba y sostenía la Presidencia Interina, la misma que otros organismos multilaterales y Estados serios han aceptado en concordancia con sus respectivas normas.
El pool partidista [PJ, AD, UNT] que se atrevió a protagonizar tal descalabro simplemente reiteró —según lo hicieron en un avieso comunicado— sus ‘razones’. Que no son otra cosa que redondeo de propósitos asumidos cuando inició el Gobierno Encargado del cual fueron parte activa, con función contralora que no ejercieron formalmente. Lo que desestima sus excusas y críticas tardías, y manifiesta su reconcomio contra Guaidó y Voluntad Popular.
El reparto de las comisiones ad hoc ante las situaciones o nudos políticos externos y de ‘representación’ de los activos que desean administrar es el meollo. El móvil que abrió las fauces de los diputados para engullirse la presidencia opositora, buscando hacer de estos dos poderes uno solo, al estilo absolutista.
Sin duda que en este adefesio de ley tendrán que fijarse los Estados serios, y los organismos que defienden el Estado de derecho y la rectitud judicial internacional. No debe quedar impune.
Antes de la última votación del 30/12 el TSJ legítimo en el exilio, a través de un pronunciamiento formal suscrito por sus magistrados, luego de las consideraciones correspondientes, acordó lo siguiente:
«1.- ADVERTIR que pretender sustituír la figura presidencial por una forma de gobierno parlamentario, violenta lo establecido en el artículo 233 constitucional…»
«2.- ADVERTIR que el reconocimiento del Presidente de la República Encargado ha sido oficialmente aceptado por diversos estados democráticos, que han legitimado la representación de nuestro país en múltiples instituciones internacionales; por lo que…»
3.- CONSIDERAR el riesgo de pérdida de legitimidad ante organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos y demás Instancias Jurisdiccionales en el extranjero y representación de las empresas propiedad del Estado Venezolano, con sede en territorio extranjero».
4.- EXHORTAR a los diputados de la Asamblea Nacional a mantenerse en el camino de la institucionalidad y del estado de derecho y de acatar y cumplir con las sentencias de este máximo tribunal…»
Juan Guaidó, Presidente interino de Venezuela, condescendió en vano proponiendo que se debería nombrar otro Presidente Encargado antes de eliminar [sin fundamento] la figura de esa herramienta democrática y constitucional denominada Gobierno Interino.
Ese desprendimiento de Guaidó es de reconocérsele aunque pudo ser más de lo mismo o peor, porque no se atisbaba a quien pudo haber sido su reemplazo desde el seno de la AN.
Hecho trascendente —a mi juicio— es que en algunas encuestas, con la opinión del electorado que participó en ellas, se constató aceptación de lo que se ha venido proponiendo sin correspondido apoyo; y es que en aras de fortalecer a la Oposición se ha manifestado la necesidad de crear una estructura que no solo esté integrada exclusivamente por quienes conforman —o dominan— la AN 2015.
Se cree que, en base a la aprobación de la AN [¿?], quienes la representen y otras instituciones y gremios, puedan hacer posible la conformación de la Junta de Emergencia Nacional ad hoc, evitando de ese modo la cerril disputa entre partidos y ‘aspirantes’ presidenciales que imposibilitan la Unidad.
Esa información quiere decir mucho, porque la gente que participa con su opinión es bastante —aunque haya una parte que se declara no representada por esas opciones—; y porque quienes dicen ‘no saber no entender’, es muy poca. Pero hace falta que representantes de esos gremios e instituciones tomen nota y se den por aludidos para que ofrezcan sus buenos oficios y luchen por tener participación en aras de la democracia venezolana.
El 2023 nos hace peregrinos de nuestro calvario político,
… pero en redención.
.