Por Ramón Rivasáez
En tiempos tan aciagos como los que corren para la justicia, es pertinente evocar la notable figura de la doctora Sonia Sgambatti Araujo, (Barquisimeto,7 de febrero de 1941-Caracas 20 de junio de 2025); que logró revalorizar el rol de la mujer venezolana mediante algunas reformas legislativas que enaltecen sus esfuerzos para que a este esencial segmento de la sociedad, le fuese reconocidos sus legítimos derechos.
Desde sus inicios en la capital larense la futura abogada y posterior magistrada, luchó por el restablecimiento de los derechos civiles; y lo hizo enfrentando a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez; luego su familia se trasladó a Caracas, donde Sonia Sgambatti Araujo, se graduó en la Escuela de Derecho de la UCV; realizó maestrías y alcanzó el doctorado en Ciencias Penales. Durante el primer Gobierno del presidente Pérez, fue viceministra de Justicia; representó a Venezuela en la OEA e integró la Comisión jurídica y social para la lucha contra la droga; formó parte de la Comisión femenina asesora de la Presidencia de la República, fue delegada a la ONU, y senadora en el Congreso Nacional, entre otras responsabilidades públicas.
En todas esas posiciones Sonia Sgambatti Araujo, mostró y demostró la necesidad de la mujer venezolana de conquistar nuevos espacios en el reconocimiento de sus derechos vulnerados e ignorados, por una legislación que la excluía.
Fue así como tras arduas tareas jurídicas, en las que jugó un papel preponderante la Federación de Abogadas de Venezuela, donde figuraba además Amelia Pérez Perozo, como presidenta, alcanzaron algunas conquistas, entre las que destacan la reforma del Código Civil, de modo que la mujer no está obligada a seguir al marido y si se negase se le abría juicio; lo que fue eliminado, la correspondiente al nombre; la coadministración de bienes; la mujer no gozaba de la patria potestad, se acabó la figura del hijo natural e hijo adulterino. En cuanto al Código Penal luchó para eliminar el atenuante de homicidio por adulterio.
Además realizó una amplia campaña en torno a la situación carcelaria venezolana y cómo enfrentar las terribles condiciones de los privados de libertad; asesoró a los presos de la Cárcel Modelo y de los del Internado Judicial de El Junquito; logró que un grupo de presos recibiera en una oportunidad sus títulos universitarios.
En cuanto a publicaciones, Sonia Sgambatti Araujo editó el texto «La mujer ciudadano de segundo orden», en el que expone sus ideas acerca de la ubicación de la mujer en la sociedad contemporánea, y de qué manera utilizar su ingenio para enfrentar la dura realidad global que la afecta en cualquier latitud.
Sonia, poeta
Era su rostro oculto de esta barquisimetana, admirada en los estrados y en las aulas universitarias donde ejercía la Cátedra de Medicina Legal en la Facultad de Ciencias Médicas y allí «sentó precedente pionero» por ser la primera mujer en atreverse a dictar la asignatura, al decir del doctor Elio Gómez Grillo.
En efecto, Sonia Sgambatti Araujo, publicó el poemario «Otrosi»; en este volumen ilustrado por Pedro León Zapata, que circuló bajo el sello del Concejo Municipal de Sucre en 1980, sus poemas revelan el hondo quehacer de su sensibilidad hacia sus semejantes; su nobleza de alma superior: «no dejemos la soledad/ sola/ tras las rejas»; o éste del perdón y sabiduría cristiana: «sobrevivimos a los golpes/y nos vengamos amando/ embelleciendolos».
Y sobre el oficio de juez, este fragmento, «. ..dificil equilibrio/ por el que sobrevivimos/ antes todo estaba oscuro/ como un chubasco anunciado/ hasta que llegó una lluvia/ fina y clara/ un frescor matutino/ clara lluvia/ cubrelo/ con tu decencia»
Es la pulcritud y la plenitud que reúne la poesía de esta mujer que enseñó caminos a las nuevas generaciones de venezolanos.