Dedicado a Fernando Deibis Valera
Este empresario que, brevemente, incursionó en la política, nació en Barquisimeto el 24 de octubre de 1941 y falleció en la misma capital larense el 29 de diciembre de 2015, luego de desempeñar relevantes posiciones en el mundo empresarial venezolano, siempre enfocado en defensa de la democracia y sus instituciones.
Garmendia, era hijo de Marcial Garmendia Murrieta y de Lourdes Montes de Oca Castillo; su abuelo, abogado, fue gobernador de los Estados Lara y Yaracuy; cursó estudios en el colegio La Salle de Barquisimeto y siguió la carrera de derecho en la U LA, Mérida y después en la UCAB, que no concluyó seducido por el trabajo en el campo, en especial, la ganadería en la cual fue exitoso.
Años más tarde, Rafael Marcial Garmendia fue nombrado director de la Cámara de Industriales del Estado Lara; en 1976 elegido presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (FEDENAGA), cargo que ejerció hasta 1981, durante el cual luchó por el cumplimiento de la ley en defensa de las personas y para resguardo de la seguridad rural. Defendió en la oportunidad que » en la agricultura y en la ganadería está el futuro de Venezuela «. Con habilidad gerencial enfrentó las amenazas que sufrió el sector productor venezolano desde el poder desbordado de varias administraciones públicas.
En una ocasión sectores independientes le apoyaron a la gobernación del estado Lara, pero optó por seguir al lado de los productores que era el ámbito de sus mejores luchas.
Rafael Marcial Garmendia, que fue un hombre inquieto intelectualmente, era pariente cercano de don Julio Garmendia y del novelista Salvador Garmendia a quienes evocaba entre sus íntimos; y, por ende, mostraba preocupación por la salud democrática de Venezuela; pensaba siempre que la nación tendría que tener mejores perspectivas para optimizar el nivel de vida y confort de sus conglomerados; es posible derrotar el pesimismo, y la desesperanza, afirmaba; era muy optimista en cuanto a que el país tenía los suficientes recursos humanos y económicos para vencer las dificultades.
En 1985-87 fue elegido presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Producción (Fedecamaras), e hizo una férrea defensa a la propiedad privada y, obviamente, a las instituciones democráticas venezolanas; insistió en que la iniciativa privada era esencial en el desarrollo sostenible de las naciones libres en el mundo.
En el periodo 1989-1991 fue elegido presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional; en su gestión el torneo rentado de la pelota venezolana se extendió a ocho equipos que incluyó a Caribes de Anzoátegui y Petroleros de Cabimas, y propició que la serie del Caribe se realizara en dos ocasiones en Miami para fortalecer la cita caribeña.
Un demócrata convencido, hombre, amable, de gran cultura conversacional, creía en el diálogo, las soluciones a través del arreglo pacífico, apostaba a la inteligencia para dirimir las controversias y abogaba por la alternancia en el poder; un ciudadano amante del arte, del respeto al otro, un ferviente venezolano, defensor de la civilidad.
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