Valeria Milagros Ospino Q.: Una mujer hechura de dignidad / por Pedro Frailán

Sentido de Historia

 

 

 

A la memoria del Maestro Pedro Cuartín

 

“Por encima de todo valor, la mujer es una hechura de dignidad. Soy una artesana ocupada. Una mujer hecha sobre todo para el pensamiento” (2023:55). Valeria en este pasaje poético, como ella misma lo afirma, es hechura de su misma construcción, que se ha dedicado a labrar la palabra para fabricar su obra que es un poema. En ella, nos invita a mirar y valorizar nuestra dignidad, que no es más que valorizarnos nosotros mismos y respetarnos para que así lo hagan los demás.

Ya que desde la concepción teológica frente a Dios somos iguales, “Somos imagen y semejanza de Él”. Gen. (1 – 26). Frente a la ley debemos ser iguales. En la filosofía somos iguales, porque nacemos y morimos. Por ello tenemos que valorizar nuestra dignidad por encima de cualquier interés material.

Soy para el pensamiento, porque mis ideas me llegan solas sin anunciarse, posan en mí, no sé cuándo se van. Ellas se dan la oportunidad, de posesionar mi propia libertad, mi autonomía, mi conciencia. Con mi pensamiento fluyo, hacia el universo, un universo que me pertenece y yo me posesiono en él, es la grandeza de la poesía.

“Entrega Total”, es el poemario que hoy el Ateneo de Valera está bautizando, de la editorial colombiana Gold, en homenaje a la poetisa uruguaya Juana Ibarbourou, magnifica exponente de lírica iberoamericana. Celebrando el Día Internacional del Libro y del Idioma. En donde este corpus de poesía latinoamericana, está elaborado por un grupo de poetas latinoamericanos y Venezuela, está muy bien representada en la lírica de Valeria Milagros Ospino Quevedo.

De nuevo me sumerjo en el arts poético de Valeria, “… en su mirada me clavo/ sus palabras me querían acorralar/ no medio la valentía de mentir, desmentir o de negar tenía que hablar/ (…) Darle mis ecuaciones raras/, mostrarle las habitaciones oscuras de mi alma en donde no quiero habitar”. (2023: 55).

Aquí está presente, la conciencia, el amor, el miedo, el diálogo interno, como toda poesía, es contradictoria, irreverente, opuesta y más cuando su dialéctica es un monólogo, del alma, espíritu. Que muchas ocasiones prevalece la duda, tiendo un acercamiento a la duda de Kantiana, que es dudar, para reflexionar y avanzar. Es la combinación de pensamiento y poesía al estilo de María Zambrano en su obra “Filosofía y poesía”.

De nuevo vuelvo a Valeria; “Los días decadentes de la angustia y los pesares/ Hago silencio para dejar algo que esperar/, la incomodidad y el frio me hizo titiritar/ El miedo se hace presente”. (2023: 56). Es la revisión interna del alma, porque es una poesía comprometedora, particular, individual pero a la vez es universal.
Aunque estemos en el ocaso, siempre hay algo que ganar, porque van a haber nuevos días, nuevos actores y nuevos espacios. Las sociedades son cambiantes, ya lo había dicho Tales de Mileto hace mucho tiempo. Nadie se baña dos veces en el mismo río, para recordar a Heráclito de Éfeso.

Hay que reflexionar, hay que dejar espacios para salir, hay que cesar para comenzar de nuevo. Tenemos que dejarnos ver desde nuestra alma y espíritu, para evolucionar, para transformarnos, creer y actuar sobre nuestra propia metamorfosis al estilo de Frank Kafka. Esta es una poesía que está circunscripta entre lo imaginario y lo real. Que llega por igual, pero se manifiesta diferente en cada uno de nosotros. Es una dialéctica lírica entre Valeria, el alma, el espíritu y nosotros; siempre llena de musicalidad.

 

El poema que soy

 

“No sé a dónde voy. Soy una pequeña parte del mundo. Alguien me escogió, gracias al cielo.
Conozco el alma que suelo tener.
Soy un bosque de flores, donde te pueden ver y en segundo puede arder”. (2023: 62).

En la poesía de Valeria, se encuentra la “Sublimidad poética”, que parte del alma, para llegar al interior de otras. Recuerdo que Platón dijo: “Que la poesía es la expresión del alma”. Llega rápido con prisa, pero rápido se va, aparece y desaparece en instantes, es hielo y fuego, aurora, claridad, ocaso y oscuridad. En pocos instantes sin importarle el tiempo. Es alegría, es tristeza, es el momento, sólo es el momento, un instante y más nada.
“Soy una loca caminando entre universos que nadie puede ver.

Soy tesoro valioso y maldito.

Soy aquello que no tiene prisa por llegar al futuro. Melancolía y alegría. Ni siquiera, yo me conozco”.
Se combina el cielo con el infierno. Soy la mariposa, soy el dolor. Soy el cristal fácil de romper. Pero también el hueso dura de roer. Soy la divinidad y hermosa confusa. (Ob. Cit).

En la lírica de Valeria, la poesía invade su alma, se extravía en un laberinto, que experimenta salir y en ello se va descubriendo. Aunque nunca ha estado en cautiverio, sino en plena libertar gracias a la palabra y la escritura. Soy libre, dice el espíritu Ariel, en la obra la “Tempestad” de William Shakespeare.

Este es un atrevimiento poético, de definir la poesía con una poesía, ya lo había hecho con mucha majestad poética nuestro poeta mayor Eugenio Montejo, con el poema “La poesía”. “La poesía cruza la tierra sola, apoya su voz en el dolor del mundo y nada pide. Ni siquiera palabras, llega de lejos y sin hora, nunca avisa, tiene la llave de la puerta”.

Montejo es el escritor del poema “La tierra gira para acercarnos”, con ello se finaliza la película “21 gramos”, de Hollywood. “El poema que soy”, de Valeria va por esta orientación camino hacia la gran poesía.

Para finalizar, digo los poemas como: “La Charla. Por si te quisiera quedar. El necesitar y El poema que soy”. Para estudiarlos no es necesario utilizar bibliografía complementaria. Porque es una obra de pensamiento, que con sólo leerla e interpretarla se desenvuelve por sí sola. No hay duda, que una poetisa como tú, es tocada con la mano de Dios. Vas por los caminos de un Cervantes.

Valeria es un poema de Dios para Trujillo, en tiempos difíciles…

Muchas gracias. (La Hoyada, 26 de abril de 2023)

 

 

 

 

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