Los valeranos quieren tener su avenida Bolívar alumbrada. No les importa quién realice la reparación de los postes de luz, simplemente quieren caminar por las calles de la ciudad, sin temor a ser víctimas del hampa, que se beneficia de la oscuridad.
A las 6 de la tarde, esta principal vía parece un túnel. A duras penas se ilumina con los bombillos de algunos locales comerciales y por los focos de los carros. Los usuarios del transporte público se aglomeran en las paradas y se sienten inseguros. Aunado a esto, los funcionarios policiales no se ven como antes.
Alirio Andrade, artista plástico y vendedor, asegura que la oscuridad es preocupante. «La Gobernación, Alcaldía y Corpoelec deben ponerse de acuerdo para arreglar las fotoceldas y colocar bombillos, donde no haya. Es un problema que nos perjudica a todos» comentó.
Carlos Torres, otro valerano y transeúnte encuestado, refirió que en algunas partes los bombillos quedan prendidos todo el día y gastan energía innecesaria. «Hay varios tramos de la avenida que están como boca de lobo. Corpoelec debería abocarse a solucionar estos detalles, que son de mantenimiento» explicó.
Peligro latente
José Montilla, trabajador valerano, comentó que al salir de su labor se expone al peligro. «Trato de caminar lo más rápido que puedo, porque en la oscuridad cualquiera puede robarte» expresó.