Tiene el ciudadano de Valera de qué presumir y sentir orgullo. No solo en el aspecto humano, con su cordialidad y compañerismo, sino que desde sus años primarios supo desarrollar un importante patrimonio cultural y social basado en el trabajo de las comunidades.
La ciudad de Valera, nuestra ciudad, la ciudad de todos, próxima cumplir 199 años, se muestra propicia para destacar aspectos positivos de importancia que tienen tanto la urbe como sus habitantes. Bien es sabido que, en la actualidad se pone difícil hablar de desarrollo, situación que marca secuelas entorpecedoras en el progreso de una región. En este tipo de crisis mucha gente se estanca y no busca vías alternas como la lucha conjunta en pro de la ciudad.
Pero no todo ha sido así, es importante resaltar que en Valera se gestaron cambios positivos desde hace muchísimos años, hay quienes se preocuparon y aún se preocupan realmente por la ciudad. El valerano tiene un espíritu emprendedor, es un ser, hombre, mujer, trabajador que cuando se propone algo lo logra. Se puede decir que la cordialidad, la amistad y el compañerismo son característicos del valerano y cuando es visitado por foráneos no hace distinciones para el buen trato y la atención amable.
En una oportunidad, monseñor José Luis Azuaje señalaba que, la juventud valerana ha desempeñado un papel importante como dinamizador de la cultura, la educación y la religión, puesto que su presencia se ha hecho notoria para alcanzar grandes metas.
Ha sido la juventud de la ciudad la que ha hecho posible importantes aportes para el desarrollo del campo educativo, artístico, económico, social, deportivo, entre otros, que no existían en una época determinada, y se hizo realidad gracias a su impulso emprendedor. Entre estos aspectos, está: la gran preocupación que sienten los valeranos por el problema existentes y la consecución de verdaderas soluciones.
Igualmente, es de resaltar que los habitantes de Valera han asumido históricamente un rol más activo en la sociedad y han adquirido un significativo desarrollo de conciencia participativa.
Avances culturales
Alfredo Matheus, uno de los grandes promotores culturales de Valera, es de los que piensa, que hace algún tiempo la ciudad sólo era vista como una “ciudad fenicia”, pues sólo constaba de actividades comerciales. Sin embargo, luego de un importante proceso se fue desarrollando, una labor que logró aumentar el patrimonio cultural de la ciudad, siendo inclusive referencia a nivel nacional.
Agrega Matheus que el 90% de esta reserva lo aporta la comunidad. Una prueba de ello es que hubo un momento que contamos con más de 30 agrupaciones culturales de distintas áreas como danzas, teatro, música y trabajo de niños.
Otro indicativo se refiere a las realizaciones anuales que se hacían de los encuentros nacionales de la Cultura Popular, donde se reunían más de 2 mil artistas populares.
La creación del Ateneo de Valera representó una fuente de actividad cultural importante como aquellos Festivales Internacionales de Teatro, mientras la Federación de Centros Culturales incentivó y desarrollaron las artes y la cultura.
También el otrora Teatro Valera, los cines: Libertad, Cinelandia, Delicias, San Pedro, entre otros han sido parte de ese desarrollo cultural.
Matheus insiste en que es la cultura la que le ha dado un espacio de expresión a la comunidad a través del canto, de los bailes, el arte, además de otras actividades, y afirma que son la educación y la cultura los que pueden sacar adelante a un pueblo, siempre y cuando le brinden apoyo que necesita.
La educación como base
Uno de los aspectos realmente resaltantes que se han observado en la Valera, es el auge de los centros de educación superior los cuales le hacían mucha falta a la ciudad, pues sirven como capacitadores de personal para satisfacer las demandas del sector productivo y social y para canalizar las expectativas profesionales de los habitantes de la región.
Hemos visto con agrado, entonces, la presencia de las extensiones en tierras valeranas de las universidades Rafael Urdaneta que dio pie para la creación de la Universidad Valle del Momboy, Simón Rodríguez, el Instituto Universitario de Tecnología del estado Trujillo hoy día Universidad Politécnica y la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Además de los Institutos Universitarios como el Iutembi, Iutirla, Uniher entre otros.
Pero desde mucho más atrás, también nos han hechos sentir orgullosos de nuestra ciudad, los centros educativos de primaria, básica y diversificada tales como: Liceo Rafael Rangel, Eloísa Fonseca, Madre Rafolf, Salesianos, Padre Blanco, Pascual Ignacio Villasmill, Escuela Santa Rosalía, Ricardo Labastida, María Sorrosal, Lasso de La Vega, Ciudad de Valera, Pedro García Leal, colegio como; Monseñor Mejía, República de Venezuela, Los Cedro, Ignacio Martín Burk entre otros, han sido soportes de la buena enseñanza que han recibido los valeranos.
Un sentimiento de orgullo
Enumeraremos a continuación otras series de factores positivos que generalmente del cual debemos enorgullecernos. El hospital Pedro Emilio Carrillo, llegó a ser uno de los más importantes del país. La creación de la Clínica Anticancerosa; el Museo Tulene Bertoni, la creación de la primera escuela de Fe y Alegría del estado Trujillo, el Centro de Animación Juvenil en San Luis, el crecimiento y auge que en un momento hubo con la red de Bibliotecas Públicas pero que lamentablemente con el pasar del tiempos se fueron diluyendo. El desarrollo radiofónico desde la salida al aire de
Radio Valera en 1936, el crecimiento de los complejos deportivos como los del complejo Luis Loreto Lira en San Luis, polideportivo Sénior, complejo deportivo “Pelusa” Antequera de Plata Tres, que han influido en un crecimiento de la actividad deportiva, la presencia de dos periódicos, Diario El Tiempo y Diario de Los Andes los cuales han superado dificultades para seguir luchando y mantener informado al pueblo.
No podemos olvidar instituciones como el Cuerpo de Bomberos, Sociedad San José, Club de Comercio, Escuelas de Oficios y Artes. Otro orgullo de nuestra Valera fue el viejo Mercado Municipal y el Mercado Periférico de La Plata, el estado de El Milagro, la Casa Histórica de Camaina el único lugar colonial que aún queda en el municipio.
Comercio e industria
El comercio y la industria han sido igualmente un factor determinante en el desarrollo de la ciudad. Fueron muchas las empresas que se sembraron en esta tierra y contribuyeron de manera positiva. Algunas ya no están, pero aún quedan otras que se mantiene de pie a pesar de las circunstancias adversas por la cual nos ha llevado la situación país.
Han sido innumerables los aportes de muchos hombres y mujeres no nacidos en esta tierra que han dado a esta ciudad, inmigrantes de distintas nacionalidades o compatriotas de otros estados que se enamoran de Valera y le han brindado frutos a través del trabajo.
Todo lo mencionado anteriormente ha formado y sigue siendo parte de esta urbe de siete colinas, de la cultura, la educación, de lo económico, de los social, lo deportivo, lo religioso y sobre todo lo humano de una ciudad como Valera, nuestra ciudad, la ciudad de todos… ¡Ah¡ y sin contar que Valera ha sido tierra de grandes cultores, artistas, poetas, escritores, periodistas, profesionales, entre otros, que se han convertido en forjadores del crecimiento moral e intelectual en pro de su desarrollo (tema que ampliaremos en próximas entregas). Por eso y por muchas otras cosas, es que Valera con su espíritu emprendedor, cada día nos enorgullece más.
Fervor religioso
Valera se ha nutrido desde su fundación hace casi 200 años de una iglesia católica representada por grandes hombres desde la época de Lasso de La Vega, padre Rosario, posteriormente monseñor Miguel Ángel Mejía, Humberto Contreras, Juan De Dios Andrade, Javier Sarrasqueta, Félix Serrano, Heberto Godoy, Padre Juárez, la loable labor en pro de la cuidad y sus comunidades de los padres Salesianos. Los templos San José, San Juan Bautista, San Pedro, Vicaría de San Luis, Iglesia El Carmen, Iglesia Jesús Obrero, Iglesia de María Auxiliadora, la Iglesia de Agua Clara, las diferentes congregaciones de religiosas que se han instalado en Valera desde hace más de 100 años.
Bicentenario, la Valera 2020. Hacia el futuro posible