Valera a una semana de cuarentena

Gráficas: Alexander Viloria y Yoerli Viloria

 

Miradas fugaces y pies cansados acompañan a los que desde la mañana emprenden la travesía de salir a la calle en la ciudad de Valera pese a las medidas de Cuarentena Nacional para evitar la propagación del Covid-19 que cambió el orden social mundial y que en la ciudad de las Siete Colinas mantiene un cerco parcial en sus accesos.

Valera mantiene un cerco parcial en sus accesos. Gráficas: Alexander Viloria y Yoerli Viloria

 

En el octavo día de Cuarentena Social y desde temprano el equipo reporteril de Diario de Los Andes realizó un recorrido desde la zona norte de la urbe, transitó por el corazón comercial, ahora cerrado, hasta llegar a la zona residencial del sur. Poca afluencia de vehículos y peatonal, santamarías abajo a excepción de locales de expendio de productos de primera necesidad, dominaban el panorama.

La presencia policial sigue siendo una constante en las alcabalas donde a los ciudadanos se les sigue instando a usar el tapaboca, los mismos que ahora abundan de colores y diferentes formas. La búsqueda de alimentos y medicamentos también se mantiene como el argumento para sortear a los funcionarios del orden.

Gráficas: Alexander Viloria y Yoerli Viloria

 

 

El mercado La Paz, mejor conocido como «Ciudad Bendita» se encuentra a puertas cerradas por labores de limpieza. Mientras que Bus Trujillo solo ofrece servicio a sectores priorizados hacia las rutas de Trujillo, Betijoque, Mendoza Fría y La Mesa de Esnujaque. Vehículos «piratas» y mototaxis aprovechan la ausencia de transportistas públicos para cobrar hasta tres veces más la tarifa habitual.

En las comunidades las personas se mantienen resguardadas en sus hogares, aún cuando la falta de agua potable, en algunos sectores desde hace más de un mes, gas doméstico, energía eléctrica y demás no deja de ser la cruz que acompaña al miedo por contraer el coronavirus. Por su parte la indigencia y el hambre no saben de cuarentena.

 

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