Luis Jesús Martínez Romero, se vino para San Cristóbal. En el terminal de pasajeros de la ciudad, apenas desembarcaba quiso contar su historia. Ya vivir en la Sierra de Perijá no es una opción, relata este indígena Yukpa, dice que en su tierra hay mucha hambre y necesidad, así que deben salir a las ciudades a buscar dinero para volver con su familia y llevarles de comer.
“Con este sombrero nosotros comemos, los fabricamos y comemos”. El bonito y pintoresco sombrero está hecho de la palma que extraen de la Sierra de Perijá o de las montañas de La Fría. “Nosotros sacamos la palma la asoleamos y después fabricamos, la tejemos con nuestras manos. Después me salgo a venderlos y traje para San Cristóbal casi 50 sombreros para ver si los vendo. A veces la gente los compra a 10 a 8 mil pesos, ya como si fuera que estamos en Colombia”.
Unos dos días debe invertir haciendo dos estos sombreros de alas anchas, que cubren bastante del sol, pura artesanía indígena de primera calidad. Necesita venderlos porque las dos misiones que le traen a la capital tachirense le son vitales y necesita dinero para comer y desarrollarlas.
Y la carpeta de documentos
Además, de sus sombreros, traía en la espalda un bolso tricolor de donde sacó una carpeta con documentos. Ahí traía la propiedad de una casa que le construyeron hace unos 15 años y que ahora otros habitan, “ahí viven unos criollos, pero las casas son de nosotros los indígenas”, dijo.
Esperaba a otro paisano que venía de la Sierra, como dicen ellos, porque irían al Ministerio del Poder Popular para Hábitat y Vivienda en San Cristóbal, a reclamar para que les devuelvan sus viviendas que les fueron construidas y entregadas con titularidad por el ex gobernador del Táchira Ronald Blanco Lacruz, de acuerdo a su historia y documentación.
“Somos artesanos fabricamos sombreros, cestas, zapatos, flechas, artesanía, pues. Nosotros no les robamos nada a nadie. Estuvimos en La Fría, al salir de la Sierra. Primero vivíamos en la calle, yo y diez familias más. El río casi nos lleva y hubo un convenio y el gobernador Ronald Blanco nos hizo las casas porque teníamos como 7 años viviendo bajo un rancho de palmas. El (ex) gobernador nos dijo que donaría los terrenos para los indígenas Yukpa, pero después de eso nos fuimos a la Sierra y cuando regresamos el alcalde entregó los terrenos a unos criollos, pero nosotros tenemos la propiedad y venimos a que nos atiendan y nos las devuelvan. Venimos a reclamar nuestras casas”.
Sin conocer mucho, pero acostumbrado a trajinar sigue su rumbo, dijo que se ubicaría en un punto donde poder vender los sombreros, porque en el terminal de San Cristóbal están prohibidas las ventas ambulantes, pidió mucho que hiciera saber que necesitan las casas porque tiene un hijo enfermo y quiero volver a vivir en La Fría, en su vivienda, de la que repitió, tiene propiedad legal.