Londres, 6 sep (EFE).- Los Rolling Stones, «vagos» y gamberros, demostraron este miércoles en Londres que no han perdido un ápice de su sentido del espectáculo, al presentar su primer disco con canciones nuevas en 18 años, «Hackney Diamonds», un guiño a su espíritu gamberro y londinense.
La mítica banda de rock estrenó su primer sencillo, de título «Angry» («Enfadado»), pero ellos parecen de todo menos enojados.
Mick Jagger (80 años), Keith Richards (79) y Ronnie Wood (76) se aferran a su clásico rock de «riffs» y melodías machaconas para seguir en el foco, pero, sobre todo, a su condición de leyendas musicales con un don inigualable para cautivar al público.
En el acto de presentación de «Hackney Diamonds», en un teatro del barrio londinense del mismo nombre, el presentador estadounidense Jimmy Fallon interrogó a los Stones para dejarles lucir carisma y humor, aunque también hubo un recuerdo para Charlie Watts, su fallecido baterista que murió hace dos años.
«Todo es diferente desde que Charlie se fue. Por supuesto que lo echamos de menos, ¡él es el número cuatro!», dijo Richards, quien se congratuló por contar a la batería en el nuevo disco con Steve Jordan, que recibió la «bendición» de Watts antes de morir.
El propio Watts participó en dos temas, grabados en 2019, de los 12 que componen el nuevo disco, que cuenta con una panoplia de colaboraciones estelares como las de Lady Gaga, Stevie Wonder o el exbajista del grupo Bill Wymann y saldrá a la venta el 20 de octubre.
CASI DOS DÉCADAS DE ESPERA
«¿Por qué hemos tardado 18 años en sacar disco? Pues porque somos muy vagos», dijo entre risas Jagger, aunque el proceso fue «muy rápido», según Wood.
Entraron en el estudio de grabación en diciembre, terminaron en enero y para febrero ya habían acabado de producirlo.
Siempre chispeante y dispuesto a exhibir su energía, el cantante reconoció que la clave de la longevidad de su matrimonio musical con Keith Richards es «no hablarse demasiado».
Y desveló que el significado del título del disco («Diamantes de Hackney», en español) hace alusión a una vieja expresión de la jerga callejera londinense para referirse a los cristales que quedan desparramados por el suelo tras cometer un atraco.
Al pensar en nombres para el álbum, «fuimos de ‘hit and run’ (atropello y fuga) a ‘smash and grab’ (rompe y agarra), y entre eso llegamos a ‘Hackney Diamonds’, que es una variación de ambos y es londinense», explicó Richards.
Hackney, además, es uno de los barrios más vibrantes y «hipster» ahora mismo en Londres. Siempre pendientes de actualizarse para conectar con el público, los Stones han pasado de la Carnaby Street de los años 60, en pleno barrio del Soho, al este multicultural y alternativo de la capital.
De la mano de Fallon, echaron la vista atrás hacia su carrera. Jagger evocó la primera rueda de prensa que dieron él y Richards: dos periodistas les esperaban pinta de cerveza en mano, ellos les dieron su disco y se marcharon.
Nada que ver con el evento planetario -retransmitido por YouTube y ante cientos de periodistas y fans con el que presentaron éste álbum, el vigesimocuarto en estudio de su carrera.
Y ante una pregunta sin respuesta posible, al menos a juicio de Jagger («¿cuál es vuestra canción favorita de la banda?), Keith Richards sorprendió mojándose: «Diría que es ‘Gimme Shelter’ o ‘Jumping Jack Flash'».
Para entonces, los Stones ya se habían metido a la audiencia en el bolsillo. Pocos son capaces de igualarles en eso.
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