Desde hace siete años, José Francisco Quevedo, conocido cariñosamente en el municipio Boconó como «Copico», debe someterse tres veces a la semana al proceso de diálisis (eliminar los desechos de la sangre cuando los riñones ya no pueden realizar esa función adecuadamente), pero aunado a los síntomas que le genera, tiene constante agotamiento físico por no contar con una máquina positiva de hemodiálisis.
En Boconó sólo hay máquinas negativas de hemodiálisis y esto hace que varios boconeses incluido Copico, periodista de profesión y conductor del programa radial «De noche en noche», tenga que viajar a Trujillo u otras ciudades del país para tener una oportunidad de vida.
Fundasalud y otras entidades gubernamentales de competencia en el sector salud conocen a Copico, su condición y la necesidad de contar con una máquina positiva en el municipio Boconó, pero han hecho caso omiso a está petición, además han olvidado culminar la sede ubicada en terrenos del hospital Rafael Rangel.
Desde el Jardín de Venezuela se ha emprendido la campaña «una máquina positiva de hemodiálisis para Boconó», pues las condiciones actuales de la Unidad de Diálisis no son del todo favorables. La jornada diaria inicia a las 5:30 de la mañana para cumplir con la demanda de pacientes y, se precisó, últimamente llegan con dificultad los líquidos requeridos para las máquinas, así como otros insumos de suma importancia.
Copico Quevedo reitera el llamado a todos los funcionarios públicos que de alguna u otra forma puedan servir de puente para agilizar la adquisición de la máquina y por supuesto la culminación de la sede paralizada hace siete años.