Un ex país a oscuras | Por Ramón Rivasaez 

 

Venezuela, hay que decirlo sin reticencias ni eufemismos; ha dejado de ser la república por la que lucharon y ofrendaron su vida sus principales próceres, Miranda, Bolívar, Piar, Ricaurte y tantos otros.

Hace algún tiempo el poeta Rafael José Alfonzo, viene alertando que Venezuela ha quedado reducida a una ex nación, en virtud de todas las calamidades que se nos han venido encima  a los venezolanos. En efecto durante los últimos veintidós años; más de dos décadas de involución; nuestro país que, antes fue próspero, pujante, referente en el mundo económico por las riquezas de su subsuelo; sus ríos, tierras fértiles, sus recursos humanos, su estratégica posición geográfica y otros dones que nos brindó la naturaleza, hoy tras una trágica experiencia exhibe un rostro maltrecho, marchito, triste, desolador.

Tiene razón el poeta Alfonzo; somos un ex país cuando sufrimos los peores índices inflacionarios del mundo; nuestra principal industria, la transnacional PDVSA está en bancarrota, saqueadas las minas de oro, y demás riquezas mineras; empresas estatales (Sidor, CANTV, Corpoelec, petroquímica, y otras esenciales), revela que la administración de la nación ha sido incompetente, fallida y desacertada

La oscuridad ha sido tenebrosa; somos últimos  en materia de telecomunicaciones; por debajo de países como Bolivia en cuanto al índice global de prueba de velocidad de internet; Venezuela ocupa el lugar 166 de 173 naciones, en lo referente al servicio de banda ancha y ocupamos el lugar 136 de 138 en asunto de telefonía móvil. Posiciones nada envidiables, que ofrecen un testimonio del estado de postración que atraviesa el país.

En 2021 CANTV incrementó tarifas pero no conllevó mejoras en los servicios; Movilnet prácticamente desapareció; el resto de los servicios de telefonía móvil operan a duras penas con evidentes fallas e interrupciones a raíz de los continuos cortes eléctricos, mientras la fibra óptica es víctima de averías a causa del crimen organizado que hurta o sustrae equipos.

La semana pasada murieron cerca de treinta venezolanos, debido a los apagones; estaban recluidos en la UCI de hospitales de los estados Miranda y Aragua recibiendo tratamientos anti Covid, pero se quedaron sin oxígeno.

En fin, estamos en presencia de un país que es rematado al mejor postor; en subasta ante la voracidad de algunos que han resultado insaciables en el manejo de los dineros públicos. No obstante, somos optimistas que, gracias a la unidad y voluntad de la mayoría de los venezolanos saldremos adelante; Venezuela no concluye el 21N, es hora de apuntalar a la nación silenciosa.

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