El dolor invadió a los medios trijillanos, entre lágrimas y anécdotas despidieron a Cornelio Viloria Morales, o simplemente “ Corvi”, quien murió la madrugada de este lunes, luego de haber plasmado muchas páginas periodísticas y tocado a todos con su personalidad jovial, jocosa y dicharachera, dejó un enorme vacío en su amada familia, sus amistades y la comunicación social trujillana.
Desde muy joven Cornelio tuvo una pronunciada inquietud por el periodismo y la radio, al iniciar su trabajo como luchador social en su natal Motatán, se planteó la meta de convertirse en comunicador social, para lo cual no solo se pulió en el arte de los artículos de opinión y la crónica, sino además abarcó el aspecto de la información radial.
Llegó a Valera
A Valera llega en los años 60, a los 17 años, ciudad en la cual contó con la buena receptividad de connotadas figuras como Luis Mazzarri Montilla y Luis Gonzaga Matheus, sus amigos y protectores, con quienes tejió una amistad muy cercana, siendo común verlos juntos en muchas facetas del periodismo sano y combativo. Esto le trajo muchos problemas con los gobiernos represivos de esos tiempos, sin embargo Cornelio siempre supo sortear las dificultades.
Más de 50 años en la comunicación social, sincero, leal, además de una meritoria carrera en la prensa escrita y radial, Subdirector de Diario El Tiempo, primer director de la emisora Superior 88.3, director de los periódicos El Trujillano y la Noticia, además de excelso relacionista público.
Compartió con los mejores
Compartió las viejas “teclas” de la sala redacción y la nueva tendencia informativa con excelentes profesionales como Rafael Ángel Lujano, Antonio Pérez Carmona, Andrés Atilio Miliani, Francisco Oscar Salazar y Castaños, Segundo Mendoza, Saida Matos, Crixmar Rojas, Teresita Jiménez, Yayi Jiménez, Vanessa Andara, Rafael Vásquez Pérez, Juan Valecillos Quintero, Ramón Rivas Sáez, Fanny Simancas de Valero, Jesús Segovia (actual presidente del CNP), Jorge Briceño Carmona, Eduardo Viloria , Julio Urdaneta Acosta, Manuel Acevedo Rivas, Jorge Sulbarán, Noelia Ortiz de Ascanio, José Jesús Peña Peña, Guillermo Montilla, Régulo Jiménez, Amabilis Quiñones, Rubén Bracho Barreto, Azarías Rivas, Honoré Solarte, Marcial González, Ymarú Pachano, Ramón Azuaje, Guillermo “Memo” Bracamonte , Federico Figueroa Defitt, Henry Baptista, Carmen Beatriz Alviárez, Fernando Bravo, Rina Rullo, Gloria de Litvac, María Cabrera, Eleita Céspedes Pérez, Deleida Mancipe, Víctor Cardoza Domínguez, Lenín Pérez, Dimas Albornoz, Miguel Ángel Pernía, los hermanos Oswaldo e Isaac Pirela, Francisco Graterol Vargas, Frank Graterol Aparicio, el “Gordo” Peña, Pedro y Guillermo Torres, Belkis Torres, Rigoberto Márquez, Pedro Juárez, Onésimo Caracas, Rodolfo Zambrano, Juan Chacón Laguado, Juan Chacón hijo, Iván Hidalgo, Gilberto Ascanio, John Forero, Juvenal Lobo, Jacinto González, Gregorio González, Gilberto “Chuto” Matheus, Idiana Barrios, Carla Tosco de Briceño, Xiomara Guillén, Rufino Briceño, Jorge “Pitoco” Montilla, Reinaldo Moncayo, Alejandro Calderón, Carlos “Kamba” Rivas, Richard Montilla, Alexander Viloria, Jimmy Pacheco, además de los nuevos valores del periodismo como Hebert Morillo Carrizo, Gilcely Linares, Greyseth García, Noelia Orozco, Andrés Briceño, Alfonso Joseph Becerra, Argenis Rojas, Oswaldo Vergara, Sol Segovia y otros tantos “hijos queridos” de la nueva nueva comunicación social.
Jocosidad a toda prueba
¿ Qué paso?…¿ Qué pasó?….era su saludo habitual para todos a quienes conoció en su aspecto de intimidad humana y familiar, interactuando de inmediato con algún chalequeo” contra alguno de nuestros más cercanos compañeros de labores.
Amigos como José Luis Mazzarri Velazco, la señora Elba Velazco de Mazzarri, Alayde Mazzarri, Ezzio Mazzarri Montilla, Eladio Muchacho Unda, Ramón Beltrán Espinoza, Pedro Peña, Segundo Mendoza, Roque Torres Aguilar, Rigoberto Márquez, Segundo Peña Peña, Carlos Gil, Jorge Briceño Carmona, Otoniel Hidalgo, La Nena Médicci, Yoni Toro, José Luis Nieto, Carlos Andrés González, Conrado Pérez Briceño y Conradito Pérez, Humberto Araujo, Manuel Aguilar Parilli, Douglas Rivas, Iraly Guerrero, Rafael José Daboín, Víctor “Charles Bronson Briceño”, Ricardo Briceño entre muchos se mostraron consternados por la infausta noticia de su fallecimiento.
Un hasta pronto
Sus restos mortales y exequias se realizaron desde este lunes en la Sociedad San José de Valera y el acto de inhumación se efectuó este martes en el Cementerio Jardines La Paz. «Para ser periodista, primero hay que ser buena persona ante todo”.
Una gran pérdida
El periodismo trujillano está de luto, pierde a uno de sus más valiosos profesionales, su enseñanza, humanidad y humor siempre tendrán una huella en los jóvenes talentos que salieron de su tutela en el diario El Tiempo. Una parte de él está aún latente en esos nuevos profesionales.
Carlos Briceño: «Hablar del señor Cornelio es sinónimo de ocurrencias, profesionalismo y buen humor, nunca se guardó ninguno de sus conocimientos, siempre nos inculcó que el periodista debía estar preparado en defensa de la verdad, una frase que siempre decía que me marcó era: Yo entre más sé, sé que no sé nada, dejó un legado que esperamos siempre tener en alto».
María Eugenia García: «Corvi era cariñoso, siempre con buen humor, dicen que los periodista tenemos un tornillo flojo, y el no era la excepción, más que nuestro jefe fue un amigo, muy familiar, amaba a su labor y a su familia, indescriptibles las anécdotas, muy estricto para el trabajo, a título personal a él le pegó mucho dejar el diario después de 17 años de trabajo, fue un golpe muy fuerte perderlo».
Vanesa Andara: «Tuve el honor de trabajar con él 18 años, fue una persona correcta, un ejemplo a seguir, siempre nos ayudó, quería perfección en el trabajo, pero más de uno tiene alguna anécdota con él y sus bromas, él era un hombre de bromas, feliz, como muy pocos. Nos animó siempre con su buen humor y el deseo de ayudar a los demás».
Enderlin Hernández: «Después de seis años conociéndolo me demostró su calidad humana, un amigo excepcional, siempre dispuesto a ayudar y a corregir si nos equivocábamos, lo recordaré con cariño por esa picardía y el carisma que en todo momento lo acompañó».
Saida Matos: «Un gran ejemplo a seguir, un maestro, nos enseñó mucho, como titular era uno de sus dones, aprendimos de él el periodismo, pero sobretodo siempre amigo».
Belkis Torres: «Yo le decía chao Corvi y el me respondía chao Corneole, un amigo que nunca me desamparo, lo conocí desde mis pasantías en radio simpatía, él me recibió, Cornelio era solidario, compañero, amigo, leal, consciente y fiel».
Jesús Segovia: «Además de su labor gremial, en todo momento apoyó al periodismo trujillano, lo recordaré por su temperamento, mucho entusiasmo, motivación, en la redacción de Diario El Tiempo se formaban unas rochelas, un ejemplo de unidad y compañerismo, del buen vivir y de la ayuda al colega».
Tatiana Leal: «Lo conocí en el 94, recién graduada al ingresar al periódico, Cornelio en mi vida profesional fue un maestro, después de 25 años sigo en Trujillo por él, cuando se dio una reducción de personal él me ayudó a encontrar trabajo en la radio, el legado que nos deja es su amistad, alegría y solidaridad, mi mentor».
Hebert Carrizo: «Fue una gran persona, aunque nos conocimos en el trabajo, el trascendió; grandes lazos de afecto y amistad nos unieron, siempre fue noble, nos brindó el mayor apoyo, de verdad un gran ser humano».